Es importante darnos cuenta que en un negocio todo gira en torno a los clientes, por lo que es fundamental dedicar tiempo a analizarlos y conocerlos. Y más si queremos innovar!
La tentación de todos los emprendedores es trabajar y trabajar el producto o servicio que ofrecen, desarrollando nuevas prestaciones, aumentando la gama, mejorando la producción… y no está mal, pero siempre que tengamos claro:
- quién va a ser nuestro cliente,
- sepamos que ese cliente está interesado por nuestra oferta,
- tengamos claro el canal para acceder a él,
- seamos capaces de crear una relación con el cliente,
- y podamos mantenerlo en el tiempo.
Pasar de pensar en el producto y pensar en el cliente
Y eso estamos haciendo con Juegos Tradicionales en el Laboratorio de Innovación Comercial MIZ-LAB de Made in Zaragoza, observar a nuestros clientes, los actuales y los potenciales. No se trata de inventar un negocio nuevo y dar carpetazo al pasado, sino de ampliar las posibilidades existentes desarrollando nuestros productos para nuevos clientes.
¿Cómo hemos trabajado la estrategia desde los clientes?
Partiendo de los clientes actuales, a los que conocemos bien, hemos ido elaborando unos perfiles para saber qué les importa y ver cómo podemos ayudarles:
Ponte en el lugar del cliente
- Observa
- Imagina
- Investiga
- Descubre
Ten muy claro el objetivo perseguido. Nuestro objetivo es que los productos que vendemos en Juegos Tradicionales ayuden al cliente a:
- Solucionar sus problemas,
- mitigar sus preocupaciones y
- ayudarles a desarrollar su vida de la mejor manera posible.
Es mejor centrarse en lo que les preocupa, antes de caer en la tentación de centrarnos en cómo ayudarles.
Piensa en cada acto de compra que haces y verás cómo se cumplen las tres premisas ¿verdad? Incluso en compras pequeñas, buscamos este objetivo y elegimos dependiendo de las soluciones que nos ofrecen.
En mi tienda no se puede hacer algo así
Sé que hay un pensamiento recurrente cuando se cuenta un proceso de innovación, que es pensar que está muy bien, pero que no se puede aplicar a mi tienda o a mi negocio.
O alguno no habéis pensado, pero ¿si sólo venden juegos? No es necesario darle tantas vueltas, es todo mucho más simple.
Este es un pensamiento muy extendido y es la barrera más importante a la innovación. Si es que en mi negocio, poco o nada se puede hacer, ya está todo hecho y los clientes no quieren otras cosas y no van a pagar por nada nuevo.
Si partimos de ahí, claramente no vamos a hacer nada. Así que si queremos innovar, debemos permitirnos la posibilidad de soñar y trabajar otros mercados.
En vez de dar vueltas a tus productos o servicios, ¿Por qué no empiezas por pensar en los clientes?
Ponte en el lugar de tu cliente
Empieza por un segmento de clientela y trabaja exclusivamente con él, intentando ser lo más concreto posible
Piensa en la vida de esos clientes:
- lo que hacen (profesional y personalmente),
- cómo lo hacen y
- cómo se sienten.
¿Qué problemas tienen qué solucionar?
¿Qué resultados positivos obtienen?
Vas a empezar a tener un conocimiento mucho más profundo de tus clientes y eso va a ir dándote ideas para adaptar tu producto o tu servicio, pero con este primer estudio de los cliente, tienes que salir al mercado y contrastarlo con ellos. Sin mostrarles todavía tus ideas, ir preguntando, conversando y averiguando si tus reflexiones encajan con la realidad.
Hay que observar no sólo lo que cuentan, sino cómo compran, cómo viven… hacer un seguimiento como si fuéramos su sombra.
Y hay que aprender a escuchar a nuestros clientes, sin juzgar, para ayudarnos a ajustar las ideas innovadoras que llevamos en mente.
No estás solo: analiza las tendencias y la competencia
El camino para la innovación
Los que conocéis InnovaMe, mi camino con el que trabajo la innovación en las empresas, sabéis que siempre empieza por dos pasos:
Entender
El mercado ha cambiado y los consumidores también. Nuevos tiempos, nuevas necesidades que cubrir: el cliente en el centro
Observar
Las tendencias que triunfan y las empresas que tienen éxito. Vigilar no para copiar, sino para aprender, reflexionar y desarrollar nuestra propia estrategia.
Y eso hemos hecho con Juegos Tradicionales
Entender cómo ha cambiado el mercado y también los clientes. Hubo un tiempo en que la empresa tenía un tipo de cliente, qué pedía un tipo de producto, pero ahora ha cambiado
Analizar tendencias y empresas de la competencia con el objetivo de aprender, ver lo qué nos gusta, lo que podemos aplicar, lo que haríamos distinto, etc. para ir creando nuestra propia idea
Llega un momento que hay que definir
Y ahí estamos en la tercera fase
Definir nuestro nuevo yo, con metodologías que nos pueden ayudar y una pizca de creatividad, porque ahí está la llave del éxito.
Luego tocará prototipar, para ver cómo responde el mercado y reducir el riesgo de los cambios que estamos pensando realizare.
Haremos pruebas y luego ya iremos y perfeccionando la idea
Y siempre innovamos con una idea en mente
Crear valor para el cliente nos permitirá que nuestro negocio siga adelante y se desarrolle
Animaos, coged el camino de la innovación, entended los cambios, observad y comenzad a reflexionar sobre vuestros clientes actuales y sobre otros potenciales clientes, veréis cómo empiezan a surgir nuevas ideas.