Aprende a bailar en casa: manténte en forma y diviértete

Placido Manzanares 5 mayo, 2020
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¿Qué hacemos esta tarde? Esta es una de las preguntas más repetidas en el mundo, mientras esperamos el final de la pandemia, aunque poco a poco se han ido flexibilizando las medidas.

Existen muchas iniciativas online para mantenernos en forma, a la vez que superamos el aislamiento y la ansiedad: el gimnasio virtual @yomemuevoencasa o la App para relajarse Asana Rebel. Sin embargo, una de las sorpresas más adictivas que he encontrado en las redes sociales, han sido los retos para bailar swing que proponen algunas de las mejores academias de baile de Zaragoza. Nos hemos puesto en contacto con ellos, y con la academia de Carlota Benedí, para que nos cuenten como se han reinventado durante estas semanas, y qué retos ven para el futuro.

Cris Adán y Jon Kay de Swing & Co.

Swing & Co. Calle Espino, 2.

¿Cómo os mantenéis en forma estos días?

«Intentamos bailar todo lo que podemos, pero sin zapatos de baile, y con calcetines. Estamos preparando las clases para el futuro, para cuando podamos volver a las aulas, adaptándolas a las nuevas condiciones, como el aforo limitado, o asegurar que los alumnos puedan seguir aprendiendo sin tener ningún tipo de riesgo, que es lo más importante».

¿Cómo lleváis las clases desde casa?

«Nosotros estamos aquí para todo el mundo, y durante el confinamiento hemos intentado que nadie deje de bailar».

«Nuestros alumnos nos mandan videos por WhatsApp, y les damos indicaciones de qué tienen que hacer para mejorar, o les mandamos videos con demostraciones».

https://www.facebook.com/swingnco/videos/1058814884500992/
El reto Capital Idea realizado por los alumnos de Swing & Co.

«Hace poco realizamos con mucho éxito el Capital Idea Challenge. Huang Yuexing, un maestro de swing de Shanghai, retó a sus seguidores a aprender una coreografía muy sencilla, con una parte de improvisación para que cada uno haga lo que quiera. Lo hicimos Jon y yo, pero pensamos que nos faltaba algo: el calor de nuestra escuela. Lo grabamos en video y lo mandamos a nuestros alumnos, quedando con ellos el sábado para hacerlo todos juntos a través de una plataforma online. Se apuntó tanta gente que tuvimos que hacer dos turnos».

Hemos recibido comentarios muy positivos, como “se me había olvidado lo mucho que me gusta bailar”, “nos ha encantado volver a vernos otra vez”, o “nos habéis alegrado” … ha sido una ola de energía positiva. Subimos el video a nuestras redes sociales, y retamos a otras escuelas de baile a hacer lo mismo.

¿Qué consejo le dirías a la gente que se quiere aprender baile desde casa?

«Al igual que nosotros organizamos clases abiertas, y luego la gente se apunta a la academia, se pueden encontrar tutoriales en YouTube, aprender los movimientos básicos, y engancharse después. Cada uno puede trabajar el equilibrio, la coordinación, aunque sin la supervisión adecuada, e intentando no lesionarse».

¿Os habéis planteado dar clases online?

«Sí, cuando acabe el confinamiento. Principalmente, porque con la limitación del aforo no podremos atender a todos nuestros alumnos».

«Sin embargo, para aprender a bailar es necesario el contacto: poder bailar con ellos, pudiendo señalar como pueden mejorar, y que ellos tengan un ejemplo en vivo».

«Además, mucha gente se apunta a las clases para poder relacionarse, y dejar atrás el estrés diario. Nosotros tenemos alumnos de todas las edades, y se relacionan entre todos. Es muy bonita las sinergias que se producen».

«Nos tendremos que reinventar. Por ejemplo, Jon da clases de inglés “Talking Swing” en las que las conversaciones giran en torno al arte, moda y música de los 30, 40 y 50. Esas clases seguramente tendrán una continuidad online».

El equipo de Zaraswing al completo.

Zaraswing. Calle Madre Sacramento, 26.

«Estas semanas han sido de parón absoluto de nuestras actividades en la academia. Nos hemos concentrado en crear contenido digital, mucho más que antes: hablamos de la historia del Swing, de los bailarines y músicos que originaron este estilo. Ha sido una oportunidad para profundizar, algo que queríamos hacer desee hace tiempo».

«Hemos creado varios retos online para aprender coreografías. Además del reto Capital Idea, lanzamos el reto de bailar el Shim Sham en pijama, el “Shimshamas”. Muchos alumnos nos han mandado sus videos bailando en pijama, y vamos a crear un montaje con todos ellos. Ha sido una oportunidad para sentirnos todos juntos de nuevo, y sentirnos activos. Estamos preparando más contenidos, que aun no podemos revelar, para seguir enseñando y difundiendo la cultura del swing.»

Reto de bailar Shim Sham en pijamas: Shimshamas Challenge

«La reacción de nuestros alumnos ha sido extraordinaria. Sólo uno se ha dado de baja, y sabemos que han hecho un esfuerzo por seguir con nosotros. También participan de forma muy positiva en los grupos de WhatsApp: aunque estemos lejos, seguimos cerca, y todos tienen muchas ganas de volver.»

«Siempre hemos sido muy escépticos sobre la formación online, ya que no creo que puedan sustituir una clase presencial, pero en estas semanas he podido participar en alguna, y me han sorprendido gratamente. Es una alternativa excelente: te saca del sofá y te mete en una dinámica de compromiso y disciplina que todos necesitamos, permitiéndote asistir a clases en cualquier parte del mundo. Va a ser un complemento, pero van a llegar para quedarse.»

«Esta nueva fase de desconfinamiento es un poco agridulce, como una montaña rusa emocional. Por un lado, veo muchas incógnitas y dificultades, y por otro, lo veo como un lienzo en blanco donde nos podemos replantear muchas cosas que deberíamos cambiar, y que antes ni nos planteábamos. En el futuro incorporaremos muchas ideas y tecnología que hemos conocido estas semanas, como complemento a nuestra oferta de formación. Seguid atentos a nuestras redes, que en poco tiempo incorporaremos nuevos productos.»

Función de fin de curso en la academia de baile Carlota Benedí

Carlota Benedí Calle López Allué, 9

“Estas semanas de confinamiento han sido difíciles en todos los sentidos».

«En los planos profesional y emocional, estoy muy ligada al estudio y a mi «gente», que llevan conmigo muchos años. A través de WhatsApp, nos hemos mantenido en contacto, compartiendo opiniones y animándonos, y aprovechando las tutorías”.

“Las actividades no han sido online, aunque sí a distancia. Me he grabado haciendo pasos de claqué, flamenco y danza oriental, (ejercicios de técnica, de ritmo, de base corporal, coreografía…), y los mandaba, a la espera de que ellos se grabasen con el ejercicio.  Entonces, inauguramos las tutorías individuales, para dar correcciones”.

“El resultado ha sido muy positivo. Han tenido que hacer una práctica más consciente y participativa, aprendiendo a escuchar la música, a prestar atención a la sensación corporal, la memoria… conceptos fundamentales. Trabajar solos puede ser frustrante, pero me han agradecido tener tarea, por la distracción y felicidad, tan necesarios estos días”.

“Entiendo el modelo de enseñanza a distancia, pero no hay comparación. Habrá que ver quién las sigue cuando pase esto. Lo veo bien como distracción y para gente que tenga cierto nivel”.

“No va a suplantar a las clases presenciales, ya que este aprendizaje se queda en la superficie. El baile es un cuerpo moviéndose en tres dimensiones: cuando terminas una explicación, necesitas ver su lenguaje corporal, si lo han comprendido. Una clase no es sólo una transmisión de conocimientos, es vivir el momento, jugar, integrar algo de sorpresa, un comentario espontáneo de alguien que termina en ataque de risa de los presentes, algo de improvisación, es un feed-back”.

“Además, las casas no están hechas para funcionar como estudio de danza. Ni hay espacio, ni hay un suelo preparado”.

“En esta nueva etapa, hay muchas ganas de volver, pero queremos volver con responsabilidad y haciendo las cosas bien para no poner en riesgo a nadie”.

“Sobre el futuro, es verdad que la tecnología, abre caminos, pero una buena enseñanza precisa de cercanía. Necesitas ver la cara de tus alumnos, todos los angulos, tocarles para corregirles un hombro descolocado o una cabeza forzada. Comprobar si respiran bien, evitar que sufran lesiones… La respuesta está clara, ¿no?”

Imagen del ZaraSwing Festival, que se celebra cada octubre en Zaragoza

Retomamos nuestra vida con la sensación de haberle dado al botón de reinicio. Poco a poco, todo irá volviendo, despacio y con cautela. Nuestro comercio local será uno de los protagonistas indispensables, reencontrando a caras amigas que nos dan el mejor servicio de confianza. Pese a los retos, no puedo esperar a empezar este nuevo capítulo. ¡Comencemos!

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