Un nuevo nido creativo asoma por el cada vez más emergente barrio de la Madalena. Engalanado con ladrillo, madera y papel pintado, el pasado jueves abrió sus puertas el espacio compartido por el tandem Pétula Plas y Lara Albuixech. Chicas de hoy en día que dijeron adiós a sus trabajos convencionales para lanzarse y dedicarse a compartir aquello que más les fascina: reciclaje creativo y fotografía respectivamente.
Nada más cruzar su puerta respiramos arte por partida doble. Por un lado, Pétula apuesta -bajo un prisma creativo-, por dotar de una segunda vida a objetos cotidianos -palets, tenedores o anillas de lata por citar unos ejemplos-, transformados virtuosamente en colgantes, pendientes o cajitas de secretos entre otras piezas. Detalles que son una apuesta segura para cualquier regalo o destacar. Incluso muebles únicos y orgánicos, como alternativa si eres de los que no deseas encontrar tu misma mesilla en casa de tu amiga, vecino, cuñado, suegra…
Por su parte, Lara Albuixech -fotógrafa formada en centros como Spectrum, ZhPhoto y el CTA- , ubica entre estas paredes su estudio, donde inmortalizará con su cámara recuerdos especiales solicitados y venderá sus fotografías. Una labor nada difícil, ya que hay que recordar, que recientemente clausuró con éxito la muestra «Portrait’s proyect / Retratos de cine» en la sala Luzán de la Cai. Además, cuenta con una amplia experiencia en fotografía publicitaria y de reportaje social.
Amén de mostrar su arte, ambas impartirán diversos cursos y talleres especializados, así que habrá que estar atentos al calendario. Bienvenidos serán los que deseen apartar el estrés y la informática en detrimento de trabajar con las manos y la mente en este acogedor espacio entre sofás, buena música y cafés.
Vista la apabullante acogida que tuvo su inauguración -entre sushi y una cuidada selección musical-, este brote que ahora arranca, ha nacido para quedarse y arraigar con fuerza dentro del circuito creativo de nuestra ciudad.
genial los pendientes, tengo ganas de ir a lo de los talleres, ah y la silla, bueno adeu¡¡¡