Estamos viviendo una situación que parece sacada de una película de ciencia ficción. Y aunque ahora parece que vamos recuperando cierto normalidad en nuestro día a día (siempre con responsabilidad y manteniendo la distancia social), hemos pasado dos meses con la ciudad triste, vacía… una ciudad con los negocios cerrados y la vida completamente parada.
Pero al margen de la situación de la crisis sanitaria, y de los grandes datos sobre el número de fallecidos, o las consecuencias económicas de la crisis, detrás de este periodo de confinamiento hay historias. Historias personales, de tiendas, emprendedores… que han visto de repente que tenían que cerrar sus negocios por responsabilidad social para intentar frenar esta pandemia que ha cambiado el mundo en apenas unas semanas.
Hoy, en Made in Zaragoza queremos hacer un pequeño recorrido por algunos de esos negocios de nuestra red que tienen una pequeña particularidad: deberían haber celebrado el aniversario de su apertura durante este confinamiento. Y en lugar de celebrarlo con eventos y descuentos como suele ser habitual, todas estas tiendas han tenido que reforzar su presencia online para mantener la visibilidad, a la par que recibían el cariño de sus clientes. Porque si por algo está destacando esta crisis sanitaria, es por la solidaridad y el apoyo a los pequeños comercios por parte de sus seguidores, pero también por la capacidad de adaptación y de reinventarse de todos estos emprendedores.
La primera de las tiendas que cumplía años en estos días es Esenzia. Situada en San Vicente de Paul esquina con Mayor, esta tienda es un clásico de la zona de la Magdalena. El pasado 1 de abril cumplía nada más y nada menos que 15 años, y pensaba celebrarlo a lo grande, con una fiesta, un desfile de moda… Pero en lugar de eso, Chus, el alma mater de Esenzia, ha tenido que adaptarse a la situación. Y en lugar de lamentarse, como tantos y tantos emprendedores, decidió ponerse manos a la obra para dar la vuelta a la situación y aumentar sus visibilidad en redes, lanzarse a poner en marcha una tienda online que verá la luz muy pronto y preparar la reapertura de la tienda con todos los protocolos de desinfección y seguridad necesarios. Una reapertura que ya se ha producido esta semana con cita previa. Y según Chus, la gente está acudiendo hasta la tienda con muchas ganas.
Serendipia es otra de las tiendas que ha cumplido años durante esta cuarentena. Pero en lugar de los descuentos habituales y de las fiestas que organiza Marta Díez para celebrarlo, este año Serendipia ha tenido que cerrar (como tantas otras) sus puertas a la espera de que comenzara el desconfinamiento. Pero en medio de la negatividad de toda esta situación, Marta se ha encontrado con el apoyo de sus seguidores en redes. Sin duda, esa respuesta tan positiva de sus clientas ha sido lo mejor de estos días. Unos días que parece que llegan a su fin con la apertura de la tienda la semana que viene con cita previa para ofrecer a sus seguidores esas prendas preciosas a las que nos tiene acostumbradas hechas en España. Porque no se nos olvide, en estos momentos, es fundamental apoyar al comercio local y al diseño español.
Desmontando a la Pili cumple este año su décimo aniversario. Una fecha redonda que pensaban celebrar como solo saben hacer ellas, con un vermú el sábado 28 de marzo y con una pilifiesta el 3 de abril. Pero ante el confinamiento provocado por el coronavirus y a la espera de tiempos mejores, desde Desmontando a la Pili le han dado la vuelta a la situación y han convocado un juego en redes sociales para sus seguidoras En lugar de las celebraciones previstas, desde esta cooperativa de mujeres han convocado a sus seguidoras para que dejen volar su creatividad y diseñen sus propias Pilis de Cuarentena. Unas Pilis que además, formarán parte de una exposición para ese momento en el que se pueda celebrar la fiesta del décimo aniversario. Y mientras tanto, tal y como nos ha explicado Lourdes Orellana, desde Desmontando a la Pili han seguido trabajando pese a estar confitadas, con terapia y asesoramiento psicológico y sexológico virtual, tienda online, o lanzando Pili-bonos de resistencia para canjearlos cuando el espacio reabra el 11 de mayo. Además, también han transformado sus icónocis tuppersex en confitapper realizados con videollamada.
Unaocaloca también celebraba su aniversario (el tercero concretamente) en esta primavera tan rara. Tal y como nos explicaba Pilar Mesones, en este negocio del barrio del Gancho tenían previsto celebrar un desfile de modelos en el taller… Pero como todos, han tenido que reinventarse para salir adelante. Así que tras el parón inicial provocado por el shock, desde Unaocaloca se pusieron manos a la obra y comenzaron a coser mascarillas solidarias. Primero, a través de la red de apoyo de cuidados vecinales de El Gancho para los comercios del barrio, y para sus clientes. Luego, el proyecto se fue extendiendo y comenzaron a fabricar para mercados o para la cárcel de Zuera, entre otros muchos sitios, rellenando así las horas muertas del confinamiento y dando un cariz social y solidario a la situación. Y ahora, desde una Ocaloca están trabajando ya para su reapertura el 11 de mayo, preparando todas las medidas sanitarias necesarias para garantizar la seguridad de sus clientes.
La Artesanica celebraba este año seis añitos desde que fue inauguraba, y para celebrarlo habían planificado talleres, tarjetas de descuento… Pero como a todos, la alerta sanitaria les desbarató los planes. Del desconcierto y la preocupación inicial, desde esta mercería creativa se fueron adaptando a la situación conforme pasaban los días. Tal y como nos ha explicado por teléfono Rosana Arrranz, tras el parón inicial retomaron la actividad fabricando mascarillas solidarias para hospitales y centros sanitarios, luego comenzaron a preparar tutoriales de costura para sus alumnas que enviaban por WhatsApp. También organizaron sesiones por Zoom.
Y además, también pusieron en marcha un canal de venta online. Pero lo mejor sin duda es que desde que reabrieron el pasado lunes 4 cita previa, sus clientas no han parado de acudir hasta la tienda, demostrando que los zaragozanos tienen muchas ganas de recuperar su vida y de apoyar a los emprendedores locales. Y respecto a las celebraciones por su aniversario, están a la espera de ver cómo evoluciona la situación para poner todo en marcha de nuevo.
Sin duda, vendrán tiempos mejores para celebraciones. Ahora, toca ponerse las pilas para salir de esta entre todos, apoyando a todos esos comercios que dan vida a las calles. Porque durante esta pandemia hemos visto qué tristes está nuestra ciudad sin gente y con las persianas de las tiendas cerradas…
De momento ha sido algo temporal, pero eso puede ser real si en estos momentos no apoyamos a esos emprendedores que han apostado por nuestra ciudad. Apoyándolos, conseguiremos que Zaragoza siga viva, y que todos ellos celebren muchos más cumpleaños entre nosotros.