Comercios centenarios: Calzados La Alicantina, la zapatería de referencia desde 1883

Carolina Lacruz 31 octubre, 2022
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dueño y dependienta de calzados la alicantina

Imagina que vas de viaje por España y entras a una zapatería. El dueño de dicha zapatería ve que entiendes de zapatos. Entonces tú le dices que tienes una zapatería y tu interlocutor la reconoce como la mejor zapatería de España. Esto le ha sucedido en más de una ciudad de España a Jesús Mas, propietario de Calzados La Alicantina.

Muchos fabricantes quieren vender en esta zapatería porque es una referencia a nivel nacional. Gracias a su amabilidad, pude conocer la historia y detalles de este comercio centenario.

Historia de Calzados La Alicantina

¿Cómo empezó su andadura esta zapatería?

La historia de La Alicantina empieza en la provincia de Alicante. El amor se convierte en el origen de una trayectoria única. En 1880, el joven Antonio Mas Candela, mi bisabuelo, emigra desde Crevillente hasta Zaragoza. Quiere ver a su hermana y ahí se enamora de Lucía, una joven de Teruel con la que formará una familia. Crea entonces la primera tienda de Calzados La Alicantina en Don Jaime I 54, que con los años pasará a la ubicación actual que es Don Jaime I 20.

En sus orígenes, el negocio familiar mantuvo la tradición alicantina: venta de esteras, colchones y horchatas en verano. Pronto se enfocó en las alpargatas y ya en la segunda y tercera generación se trabajó exclusivamente con calzados de piel y suelas de material.

La Alicantina se fundó en 1883, desde entonces ha habido 4 generaciones y se ha vendido lo que se demandaba en cada momento. Mi abuelo y mi padre, la segunda y tercera generación, viajaban a la feria de calzado de Madrid. Era la mejor que había en ese momento y ahí se veían las tendencias que iba a haber.

Durante muchos años, mi padre tuvo la exclusividad de los zapatos Kurhapies, por tanto venía gente a calzarse aquí de todo Aragón y del resto de España. Kurhapies eran zapatos que incorporaban acabados excelentes, suela de material con unos forros extraordinarios y dentro del mismo número había medios números, diferentes anchos y diferentes alturas. Por tanto, todo el que entraba a La Alicantina se llevaba zapatos.

Yéndonos casi al principio, pasamos de los colchones a los zapatos de niño. Entonces, los que se calzaron de jovencitos siguen viniendo a calzarse aquí y van trayendo a sus hijos. La clientela va pasando de generación en generación. 

Evolución de calzados La Alicantina

Llegó un momento en que La Alicantina detectó que iba a haber un cambio a la hora de calzarse. Fueron pioneros en poner en el escaparate un concepto de zapato diferente. Un zapato que tenía cámara de aire, llevaba bloque y abandonaba totalmente la suela de material.

Un zapato más de sport, con el que era un placer caminar. Eran los zapatos Mephisto. El mejor zapato que año tras año sigue siendo el buque insignia y referencia de Calzados La Alicantina.

Los zapatos que hay ahora en La Alicantina están basados en bloques vulcanizados. El caucho es el mejor bloque del mercado y lo tiene Mephisto. Además, este comercio ha sabido adaptarse al cambio generacional y a las crisis económicas porque han querido que todo el cliente que entre en la tienda se pueda calzar.

Mephisto es una marca de precio medio alto, por lo que se han incorporado también acabados diferentes con la misma calidad, porque nunca se ha bajado la calidad.

Los clientes de La Alicantina

¿Por qué el cliente viene a La  Alicantina?

Viene porque siempre ha tenido calidad. En sus diferentes épocas del año, en sus diferentes años o generaciones. Cada generación ha puesto su granito de arena y nunca se ha bajado la calidad. Los zapatos son de las mejores marcas que hay hoy en Europa.

Aunque hubiera crisis y los Mephistos valían dinero, hemos incorporado marcas similares siempre de calidad para que todo tipo de cliente se pueda calzar. Vienes aquí y sabes que todos van a ser cómodos, que te vas a poder calzar, tengas la edad que tengas y tengas los problemas de pies que tengas. Toda la trayectoria de un hombre o una mujer desde que se levanta hasta que se acuesta está cubierta.

Dentro de los zapatos con cámara de aire, los hay sin plantilla o con plantilla extraíble. Dentro de los zapatos con plantilla extraíble nos hemos especializado en traer cosas divertidas, juveniles, porque quien lleva plantillas no quiere un zapato de ortopedia.

Traemos modelos que se salen de lo corriente, son divertidos y modernos. Nos arriesgamos con colores e introducimos colores impensables que hace años no se veían. Ahora te atreves con un amarillo, un naranja, colores mucho más vivos.

¿Qué tipo de cliente viene a La Alicantina?

Durante muchos años, con los zapatos Kurhapies, la clientela tenía de 60 años para arriba. La tercera y la cuarta generación hemos intentado y estamos consiguiendo calzar a personas de 50, 40 años, sin olvidarnos de las de siempre. Las de siempre se van haciendo más mayores y necesitan otro tipo de calzado. Diríamos que nuestra franja de edades empieza en 35 años

No trabajamos líneas de la gente joven y ya no hay zapato de niño. Si entra alguien joven es algún hijo de estas generaciones que se han ido envejeciendo con nosotros. El otro día atendía a un chaval que tenía 13 años que venía con sus padres, sus abuelos, se iba a un campamento y querían que el chico se llevara un zapato bueno. Estos son casos esporádicos.

Lo que tenemos habitualmente es gente de 35 años para arriba. Nuestras numeraciones van normalmente del 35 al 43 en señora y del 39 al 48 en caballero. Luego tenemos algún cliente especial. Por ejemplo, está el caso de una familia que la madre calza el 42, el padre calza el 49 y los chicos calzan el 50.  Para esa familia me pongo en contacto con una fábrica danesa. 

La importancia de la tradición familiar

¿Por qué este comercio ha estado abierto durante tantos años?

Tradición familiar. Yo creo que ese es el resumen de todo. No ha cambiado de dueños, siempre ha sido la familia Mas y es como haberlo heredado desde que nacimos. En casa solo se hablaba de zapatos. Pues lo quieras o no, nosotros somos siete hermanos, cinco quisieron dedicarse a otras materias y dos quisimos dedicarnos a esto. Mi hermana ya está jubilada, ahora estoy yo, pero estuvimos juntos durante 24 o 25 años.

Nuestro padre nos enseñó que La Alicantina es la mejor tienda porque siempre se ha dado la mejor calidad, el mejor servicio y la mejor atención. Nosotros siempre calzamos al cliente. Nos agachamos y los calzamos. Si tienen plantillas, les ponemos plantillas. Les ayudamos a calzarse, les aconsejamos.

Si les quedan grandes, les decimos que no se les pueden vender porque les quedan grandes. O si les va a hacer rozadura, les decimos que han elegido un modelo que no es apropiado para su pie. Preferimos perder una venta a que se vaya mal calzado y no venga más. Los zapatos siempre tienen que quedar bien. Por eso todos los zapatos se prueban antes de comprarlos.

El zapato que está bien terminado se queda en la tienda. El que no, se devuelve. Esto ocurre muy poco porque las marcas con las que trabajamos son todas muy buenas, marcas de confort de medio-alto nivel. Y no hay casi ningún zapato que esté mal hecho. Hemos ido a las fábricas, sabemos cómo se hacen los zapatos y qué tipo de pieles, qué tipo de forros pueden entrar en la tienda y cuáles no.

Curiosidades en Calzados La Alicantina

¿Hay algo curioso que os haya pasado desde que estás al frente del negocio?

Hemos tenido algunos clientes especiales. Me acuerdo de la primera vez que atendí a este señor. Vino con traje, maletín y llevaba una botas blancas de baloncesto. Ahora no es inusual ver a alguien con traje y calzado deportivo pero cuando empecé a trabajar con él sí lo era y nos chocó. Le saqué toda la tienda, estuve con él hora y media. Tenía unos problemas de pies considerables y no había manera de calzarlo.

Este señor viajaba por toda España, porque era viajante de lo suyo y dice: «No tengo manera de calzarme bien. Necesito ir con traje y no puedo calzarme».

Entonces al final le dije: «Mire, de los zapatos que hemos probado creo que el más adecuado es este». Y se los llevó. Al día siguiente vino y dijo que quería otros.

Y estuvo así durante diez años, que a la primera arruga venía. Eso quiere decir que se llevó doce o catorce pares iguales durante diez años. En verano y en invierno. Si, por ejemplo, tenía una boda, se llevaba otro par. Cuando hacíamos el pedido y llegaba el número de este señor, el 41, pedíamos mucha cantidad.

Un día en la fábrica me llamaron porque les llamaba la atención la cantidad de 41 que encargaba. Eran para este cliente y para otros que entraban en la tienda. Este señor y yo nos hemos hecho muy amigos de tantos años viniendo aquí.

Y hablando de amigos, Calzados La Alicantina es la tienda amiga que lleva cuidando de nuestros pies durante más de cien años, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Cuando estamos en casa, cuando nos vamos a trabajar con un zapato elegante, cuando nos vamos de boda y cuando queremos zapatos de sport cómodos y bonitos. Esperamos tenerla con nosotros durante mucho más tiempo.

Autor: Carolina Lacruz

Copywriter zaragozana y antigua expatriada. Me encargo de que tu negocio tenga los textos que transmitan tu valía profesional y atraigan clientes.

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