
Hablamos con Silvia Pradas, directora de La Senda del pastor. Un documental de dirección, producción y localización aragonesas que sigue recibiendo premios internacionales, uno tras otro, y cuyo prestigio y visualización no para de crecer en todo el mundo. Y como nos cuenta Silvia, “esto es solo el principio”, al final de la entrevista os contaremos porqué…

Por qué hablar de pastores
Podemos pensar, y no sería extraño, que contar la historia de un oficio alejado del frenético carrusel urbano en la que todos giramos incapaces de bajarnos, situada en un entorno rural, en el que parece que no pasa nada, con personas de apariencia tranquila e intereses alejados de lo común podría ser… Aburrido. Pesado. Perfecto para una siesta. Vamos, el típico documental sobre algo remoto, como el escarabajo pardo de Borneo, que solo podía interesar unos cuantos locos, si es que existen, de las ovejas, del campo o… ¿del pastoreo?
Nuestra mentalidad gregaria urbanita a veces nos predispone en contra de escenarios tan cercanos en kilómetros, pero a la vez alejados de nuestra realidad, que no tienen ni siquiera el encanto de lo exótico.
Sin embargo, Silvia tuvo un pálpito muy claro: “Hace unos pocos años, cuando yo me dedicaba al rodaje y dirección de spots publicitarios, tuve la oportunidad de conocer a unos pastores de ovino. Me sorprendió como eran, el amor que sentían por una profesión que sabían iba a desaparecer”.

Los pastores se han reducido en más de un 50% en España y en todo el mundo. Ocurre en todas partes igual, es un fenómeno global. Aspiramos a nuestro cachito en la sociedad del bienestar, a trabajar ocho horas y descansar, pero este oficio requiere trabajar todo el tiempo, no hay vacaciones ni fines de semana. Las ovejas tampoco los tienen.
“Me fascinó como era ese mundo que vi tan próximo a su fin. Soy más de ciudad que un metro de asfalto y siempre he tenido una imagen bucólica e infantil del campo y de los trabajos rurales.

Confieso que no tengo pueblo. Para mí, lo que rodea al campo y los pueblos tiene el encanto de lo extraño. Pero soy curiosa por naturaleza, así que pensé que había mucho que contar y que más adelante podía encontrar el momento y la forma de hacerlo».
Estudiar y dirigir cine por una zaragozana
Pero primero echemos la vista, Silvia Pradas, con su socio Javier Llovería, fundó una productora en 2015, “yo tenía solo 25 años y me lancé a la piscina. Habíamos empezado en publicidad, hay que gente que la ve como la hermana fea de la dirección, pero a mí me ha ensañado a ser muy rápida y hábil, conocer bien al cliente y saber tratar con un intermediario, como una agencia. Tienes que empatizar con lo que quieren. Hacer la publicidad fue como hacer la mili, ¡puro aprendizaje!

Estudié el bachillerato artístico en la Escuela de Artes, vengo de la pintura, aunque siempre quise hacer cine. Pusieron en Zaragoza la carrera de Comunicación Audiovisual y estudiándola sentí que tocaba muchos palos, pero no me especializaba en ninguno y no tenía los conocimientos necesarios para ser directora de cine. Porque yo quería ser “director de cine”, crecí con los 90, con Spielberg, Lucas y compañía y no tenía muchos referentes femeninos. Así que estudié en Barcelona la especialización en dirección de cine, y comencé a hacer cortos. Aprendí mucho con la práctica, porque el cine es un oficio muy práctico. Está muy bien leer y películas, pero luego te tienes que poner a hacerlas.
Ya con mi socio estuvimos trabajando entre Madrid y Barcelona, aprendiendo mucho pero también quemándonos un poco por como se hacían las cosas allí, y pensamos que podíamos hacer las cosas de forma diferente en Zaragoza.
Para mí, la figura del productor es fundamental, es el cimiento de la casa, si no hay, se hunde un proyecto. Así que yo me ocupo de la parte creativa y él es mi socio y pareja. La verdad es que hemos hecho un viaje juntos, vital y profesional.»
Nace La senda del pastor
A mediados del 2018, vieron que había oportunidad para retomar el proyecto de los pastores. Fue fundamental la colaboración de Enrique Fantova, veterinario que conoce a todos los pastores de Aragón y zonas colindantes. “Al principio, nuestra idea era hacer algo de interés etnográfico, hablar del manejo de las ovejas, del oficio… Pero cuando me puse en contacto con los diversos pastores, mi visión cambió. Me fascinaron, cada uno con sus características especiales y enseguida pensé en hacerlo más social. Hablar de una forma de vida”.

Tuvimos que hacer un “casting de pastores”, buscando el contraste y el abanico generacional.
Siempre quise que ellos fueran los que contaran sus historias, hacerlos protagonistas. Quería romper con la visión negativa del pastor, se dice en los pueblos que el que no vale, para pastor. Y ellos mismos dicen que “no sabemos hablar”, pero yo creo que lo que no saben es callar, porque tienen mucho que compartir y les gusta hacerlo».
Tuvieron la suerte de localizar a dos mujeres jóvenes, las dos tienen estudios superiores. Han vivido fuera y se ha planteado el volver al pueblo y al campo. Y eso era lo que le interesaba contar a Silvia.
Rodaron en 2019 y 2020, filmando día a día, la evolución de sus vidas en ese año. Y tuvieron la oportunidad de asistir a un relevo generacional porque un pastor se jubilaba y una de las pastoras tenía un niño.
Y llegó el éxito: los pastores que nos emocionan
La senda del pastor es un documental, pero desde el montaje se ha intentado dar un formato que recuerde a una película. Tiene momentos emotivos, de risas y lágrimas, «me he encontrado con gente llorando después de verlo, porque le había tocado la fibra. Incluso han llegado a darme las gracias por haber hecho este documental.
Este documental me está dando muchas alegrías inesperadas» – echad un vistazo al palmarés de premios porque es impresionante-. “Además, está llegando al extranjero, porque está es una profesión que existe en todo el mundo. Se ha podido ver en aljeezera , «¡escuchar a mis pastores en árabe me hizo explotar la cabeza!» – ríe Silvia. También se podrá ver en el canal Arte en Francia y Alemania, además de ser incluida por el Instituto Cervantes en su programa.

Estrena La senda del pastor en tu pueblo
Para los curiosos e inquietos os dejamos una oportunidad única de disfrutar de un cine diferente: “Realizamos el pase de la película como si de un estreno se tratase. Con presencia de la directora de la película, miembros del equipo, y luego hacemos coloquio. Podemos montar photocall con realidad aumentada, alfombra roja, exposición fotográfica sobre el pastoreo…
Con este Ciclo de Proximidad, que podéis solicitarlo a través de su web, quieren acercar al mundo rural la película para dar valor a la labor del pastor y de las personas que viven en los pueblos.
“Este el ciclo de los pueblos está siendo otro éxito muy entrañable. La gente te da opiniones muy sinceras, no hemos tenido críticas negativas. La primera proyección fue en Ainsa y las reacciones fueron buenas, me sentí muy acogida. Y hemos hecho casi 30 pueblos a lo largo del verano.
No somos conscientes de que la gente del campo hace posible que podamos llevar la vida que llevamos, comer lo que comemos… Esta gente hace un trabajo encomiable que damos por sentado…

Exclusiva para Made in Zaragoza
Silvia me anuncia al final de la entrevista que esto no se va a quedar así, porque ¡va a haber una película de La senda del Pastor!
Nada menos que la guionista y escritora Ángeles González Sinde va a escribir el guion de la película. Fue la misma Ángeles la que se ofreció a colaborar con Silvia, tras ver su peli en EcoZine.
Se conocieron, se entendieron y la guionista se lo propuso, «me dijo, si tienes algún proyecto, llámame. Así que le propuse ficcionar la vida de uno de los protagonistas del documental.
Queremos hablar de muchas cosas, de la vuelta al mundo rural, de la mujer en el campo, que ha estado a la sombra siempre, de vivir de acuerdo a una vocación, ser capaz de vivir en libertad de acuerdo a tus ideales… Porque ahora mismo, el oficio de pastor es pura vocación, tienes que lucharlo», dice Silvia.
Esperamos con impaciencia la película.

Un claro testimonio gráfico de la situación actual del pastoreo, totalmente necesario y bonito.