
El nuevo espacio ubicado en Miguel Servet, 11 aplica un concepto del trabajo compartido acorde con su ambiente atrayente y moderno
Al margen de que siempre resultara demasiado breve, el ansiado descanso entre clases de la etapa escolar se asocia a la diversión de los juegos, charlas y bromas con los compañeros. Ese disfrute se reproduce también a su manera en las dedicaciones profesionales que llenan y apasionan y Recreo Coworking lo aplica en el ámbito del trabajo compartido. En consonancia con la sugerente denominación, su espacio de Miguel Servet, 11 es un patio de encuentro, colaboración e ideas en el que los emprendedores creativos tienen su punto laboral y su comunidad, la cual empezó su andadura en diciembre de 2018.

La creatividad, la diversificación, la cultura urbana y los deportes de acción han orientado el recorrido de Iván Moreno, responsable y dinamizador del local y su red, en la dirección de proyectos. El aranés, quien se siente zaragozano al vivir desde hace dos décadas en la ciudad, fundó en 2001 Nomad, la primera marca española de ‘skateboard’, presente a nivel internacional y que durante 17 años contó con una tienda física (La Dolce Vita Skateshop) en la calle de San Lorenzo. Superada la dura coyuntura de la crisis, la empresa volvió a crecer y Moreno y su equipo vieron la necesidad de trasladar su oficina. Entonces se les ocurrió aprovechar el cambio para ampliar la mirada, introducirse en el cauce del ‘coworking’ y establecer un entorno favorable a las sinergias que canalizara el relieve de la capital aragonesa en el terreno de lo creativo.

La práctica del trabajo compartido se ha extendido y popularizado en los últimos años, marco en el que, según señala Moreno, Recreo Coworking se diferencia por el perfil específico que rige su enfoque. Los elementos comunes entre los profesionales (predominan los diseñadores) refuerzan la vía de las colaboraciones. En el patio se ofertan puestos fijos con mesa propia y taquilla, otros flexibles (nómadas), virtuales (para aquellos que llevan su dinámica fuera de las instalaciones pero a la vez les interesa ser ‘coworkers’ y participar en los ‘networking’) y entradas de día para creativos con necesidades ocasionales. Los miembros reciben ayuda en temas de gestión y disponen de servicio de asesoría fiscal, laboral y contable.

El local, con 240 metros cuadrados útiles, se ubica en lo que bastante tiempo atrás fue un taller. Moreno se ‘enamoró’ del potencial que brindaban la luz, los techos altos y la ausencia de paredes. “Era un folio en blanco para crear”, resalta.
Un espacio abierto y flexible
Moreno concibe Recreo Coworking como un espacio “abierto y flexible”, ideario que se palpa en un diseño moderno y atrayente y en la sensación de amplitud que se tiene al entrar. “Me guie por cómo me gustaría que fuera mi lugar de trabajo”, explica. Su responsable huye de la rigidez que suele regir lo laboral, de ahí que haya una zona ‘chill out’ con cómodos ‘puffs’ en los que uno puede reunirse de manera relajada mientras piensa en el lema ‘Cowork makes the dream work’ que preside la pared. El área de esparcimiento se completa con un columpio cuya base es una tabla de ‘skateboard’ de Nomad. La rayuela dibujada en el suelo en la parte central del local constituye otro guiño a lo lúdico. Las charlas y encuentros se desarrollan asimismo en una ‘cocina de ideas’ en la que desayunan y comen los creativos. Tampoco falta el ‘parking’ de bicicletas y patinetes, una pared apartada junto a los baños.

Los ‘puffs’ rivalizan en protagonismo con el área ‘pop up’ de la entrada, “donde suceden las cosas”, destaca Moreno en alusión a las exposiciones de fotografía y pintura y a las presentaciones y eventos. Ahí se muestra además la ropa de ‘Amar en calma’, marca del diseñador Fabio Elías, quien trabaja en el local.
Recreo Coworking se encuentra al inicio de la calle de Miguel Servet, en la que los vecinos se han acostumbrado al desalentador panorama de las tiendas con la persiana bajada y los carteles de ‘se vende’ y ‘se alquila’, si bien poco a poco empiezan a aflorar comercios que se suman a los que resisten. Moreno resalta que la zona tiene buen potencial a medio y largo plazo. De la misma le sedujo el hecho de estar al lado del barrio de La Magdalena, en el que bulle la cultura urbana, y del centro.

En la red de Made in Zaragoza contamos además con otros proyectos adheridos que son espacios colaborativos o de coworking, como es el caso de El Gancho Coworking situado en Calle San Pablo.