Oscar Sanmartín, Zaragoza. Uno de sus últimos trabajos ha sido la dirección de Arte para la Campaña Plan Red del Gobierno de Aragón y trabajos para cine y televisión. Hoy tenemos el placer de presentaros a uno de los dibujantes mas personales y originales de este país.
¿Cómo quieres que te considere, como dibujante, pintor, ilustrador….?
A mí siempre me ha gustado considerarme dibujante. Es cierto que a veces pinto y otras veces ilustro, pero creo que dibujar es algo que siempre está contenido en cualquiera de las otras dos ocupaciones.
Cuando realizas un dibujo o un cuadro, ¿Tienes una historia para ese personaje o es una imagen evocadora y sugerente que cuenta la suya propia?
Depende de cuál sea el origen de ese trabajo. Si es un encargo como ilustrar un relato o una cubierta para libro, el punto de partida está en el texto. Sin embargo eso no quita que también haga trabajos personales y ahí me gusta que haya cierto componente narrativo que de alguna manera evoque lo que está pasando o ha pasado.
Y… ¿de dónde sale ese mundo tan imaginativo?
Procuro tomar influencias de todos los sitios posibles. La pintura flamenca, el Renacimiento italiano o la ilustración victoriana. También el cine de ciencia ficción es algo que tengo muy en cuenta. Escritores de literatura fantástica como Bradbury y Lovecraft, incluso fotógrafos como Peter Witkin…
¿Tiene algo que ver Goya en él?
Todos en esta época tenemos la influencia de Goya. Nada fue igual para el arte desde Goya. Para mí son muy importantes sus series de grabados y las “Pinturas Negras” y por supuesto “El perro semihundido” Seguramente en esa pintura se anticipó a todo lo que sería el arte del siglo xx
En su mayoría tus obras son en tonos sepia, tierra o grises. ¿Porqué te atraen tanto?
No es algo premeditado. Supongo que tiene que ver con una “tendencia” Natural hacia lo “rancio” y lo pasado de moda…
Tienes una obra muy elaborada, paciente y meticulosa. ¿Tú también eres así?
No, en absoluto. Me cuesta muchísimo esfuerzo ser una persona paciente y reflexiva. Normalmente no me suelo fijar en los detalles y tampoco tengo mucha capacidad analítica. Vamos que sería un detective nefasto.
Sin embargo no pareces una persona muy polémica y recuerdo cierta polémica surgida con una obra tuya en el ciclo “En la frontera” en Zaragoza. Háblanos de aquello.
De todas las propuestas que se hicieron en aquel ciclo, había una que consistía en intervenir en vallas publicitarias situadas en la vía pública. Yo presenté una en la que aparecía el Cristo muerto de Holbein y sobre el la leyenda “game over”. Parece ser que el mismo día que se instalaba mi imagen la comisión internacional que evaluaba a Zaragoza para ser sede de la Expo, pasaba justo por delante de mi valla. Alguien entonces decidió que esa imágen no era adecuada y se “sugirió retrasar” su colocación. La noticia llegó a los medios que la tacharon de censura y se montó un revuelo fenomenal. En su momento la historia acabó agobiandome un poco pero con el tiempo no puedo evitar verlo con cierta gracia. Lo más interesante fue todo lo que aprendí sobre los políticos y los periodistas.
Últimamente estás más centrado en el video y todo lo que tiene que ver con lo audiovisual. ¿Es una evolución natural de los dioramas?
No era mi intención, pero si que es cierto que los dioramas tienen un formato muy escenográfico. Quizás por eso me han servido para participar en proyectos relacionados con el cine y el teatro
¿Cómo llegaste a trabajar en la serie “águila roja”?
En aquel tiempo tenía algún proyecto audiovisual de cierta envergadura y me pareció interesante, adquirir experiencia trabajando antes en alguna productora potente. Preparé un dossier y se lo presente al director de arte de “Águila Roja” que era Fernando González. Le pareció que lo que hacía podría ser interesante para adaptarlo al atrezzo de la serie y así empecé a trabajar.
¿Cual fue tu labor en el largometraje de Emilio Aragón “Pájaros de papel”?
En “Pájaros de papel” trabajé con el mismo director de arte. La historia hablaba del mundo de los artistas de variedades durante la guerra civil y la posguerra. Yo me encargaba de diseñar las escenografías de los números de la película y de todo el atrezzo que aparecía en ellos.
¿Has dejado de hacer exposiciones?
Sí. Llegó un momento en que el mundo del arte, las galerías, los marchantes, los críticos y todo aquello me empezaron a aburrir muchísimo. Por el contrario actividades como la ilustración o el cine me parecían más divertidos, sobre todo porque generalmente trabajas con más gente. No hay nada que más deteste que esa presuntuosidad y falsa exquisitez que rodean al mundo del arte y a muchos artistas.
¿Qué proyectos tienes entre manos?
Actualmente lo que más me interesa es la ilustración y el diseño editorial. Tengo la suerte de trabajar con una editorial como Tropo que me permite desarrollar proyectos que en editoriales más convencionales seguramente no podría.
Nuestra pregunta fetiche ¿Cual es la pregunta que te gustaría contestar?
¿Qué opinas de la gente que piensa que arte e ilustración son cosas diferentes?
Nunca me canso de ver tus obras. Cada vez descubro algo nuevo en ellas.