Pasé por Maby con mi sobrina de 2 años que se volvió loca con tantas cosas maravillosas en su espacio de la calle Francisco Vitoria 6. Ha heredado de su tía el buen gusto y comenzó a elegir zapatos,vestiditos con estampados únicos de animalitos, flores… Y a tocar todo lo que veía, incluidos todos los juguetes de la zona de juegos que preside una tienda tippy en la que disfrutó muchísimo.
Mientras tanto yo me fijaba en los detalles: en los forros de los vestidos, en los cortes, en esas miniaturas de volantes que decoraban las mangas… La calidad del trabajo artesano bien hecho.
Me llevé media tienda, sí. Pero no solo para la niña de mis ojos, ¡también para mí! Porque además de la colección para niño, tienen un hueco para nosotras.
Hablamos con Mercedes, para que nos cuente su historia:
¿Qué significa Maby, cuál es el origen del nombre de la marca?
Maby surgió de la combinación de Baby y Mercedes, el nombre de mi madre y mío. Que me apoyó desde el inicio de la marca.
¿Cuándo nació Maby kids?
Maby nacio como multimarca, y fue evolucionando a marca propia cuando vimos que había muy pocos proveedores que ofrecieran algo diferente.
¿Por qué apostasteis por el «hand-made» en ropa para niños?
Surgió de casualidad. Pensamos en la marca, en los diseños, pero cuando fuimos a buscar talleres que apoyaran nuestros inicios nos costo muchísimo. Así que dijimos,¡¡¡ pues montamos un taller!!! Y ahí estamos, haciendo una a una, desde el principio hasta el final, cada prenda.
¿Cómo veis Zaragoza dentro de 10 años?
Zaragoza es una ciudad creativa. Está llena de rincones, tiendas, cafeterías donde hay una persona luchando por hacer cosas diferentes. Espero que dentro de 10 años se valore a esas personas que estamos queriendo ofrecer algo diferente. Es una ciudad con muchas posibilidades.
La marca no deja de crecer, ahora os habéis ido a Ibi (Alicante), ¿tenéis en mente más aperturas?
Este mes abrimos otra en Tudela (Navarra). Y tenemos varios proyectos que vendrán muy pronto…
Y por último, un consejo para otros emprendedores creativos.
Que salgan a la calle a por sus ideas. Hay que luchar mucho, pero que al final, con constancia, todo sale.
Con niños o sin ellos, es un placer visitar este lugar de moda «hand-made in Zaragoza».
¡Os esperan con una sonrisa!
Besicos.