[box_light]Objeto de Deseo V: Vicky Méndiz[/box_light]
Vicky Méndiz es la autora de la actual intervención efímera en el espacio Córner MIZ de Zaragoza Activa (La Azucarera). Una instalación visual compuesta por varias imágenes fotográficas que recrean una especie de cartografía emocional.
Vicky es una fotógrafa, como vimos, de una gran sensibilidad visual y emocional que trabaja los detalles con una enorme sutilidad y delicadeza y que profundiza en la intimidad y los sentimientos de las personas que representa y fotografía. En la lectura que realizamos en la presentación de su obra, pudimos comprobar que la figura humana va ocupando un protagonismo muy destacado en su fotografía con el paso del tiempo y a medida que avanza en su investigación. En sus primeras series fotográficas, podemos reconocer la presencia de lo humano a través de lo doméstico, la intimidad del interior de los espacios habitados y de los objetos cotidianos que rodean a las personas. La presencia humana se hacía patente gracias a su proximidad a esos objetos. Poco a poco, las personas van centrando la atención de la artista, desplazándose del objeto hacia el retrato, y este es el género más utilizado por Vicky en sus últimas series.
Siguiendo en la línea de representación de las personas, Vicky va investigando la esencia de lo humano y ya no le interesa solamente la apariencia física del representado, sus rasgos físicos (aunque también mantiene esa delicada presentación de los rasgos personales) sino que va profundizando en la persona hacia el interior, hacia los sentimientos, su intimidad y lo emocional. Llega un momento en que llega a realizar una conexión emocional con el representado a través del objetivo de su cámara, exponiéndolo a ella, a su mirada y también a la nuestra.
En la intervención que ha realizado Vicky en Córner MIZ presenta dos piezas: una fotografía en la que aparece una chica de espaldas y una intervención visual compuesta por varios fragmentos que parecen extraídos de una cartografía física. En la imagen vemos a una joven que aparece de espaldas con un largo pelo moreno que parece estar sosteniendo algo entre las manos. A simple vista no vemos nada, pero si nos fijamos en detalle, aproximándonos a la obra, vemos que la chica está sujetando un largo cabello moreno. Un cabello propio, suyo que -sabemos por la propia artista- que se ha arrancado y con el que está realizando una medida sobre la pared. En realidad esta imagen es un retrato, pero va más allá del modo clásico de representación, ya que, en primer lugar, aparece representada de espaldas y, en segundo lugar, introduce la acción y lo performativo en la fotografía. La chica está tomando una medida con su cabello, está utilizando algo tan personal e íntimo como un pelo para realizar una acción de situarse en el espacio a través de la medida. Y esto es lo que ahora le interesa a Vicky, el retrato más allá del retrato, la representación física de alguien con algo que no sea solamente su rostro sino con algo que la represente casí más que su cara. El cabello contiene el ADN de esa persona fotografiada y a Vicky le sirve como representación física de ella, no necesita su rostro, tiene toda su información genética contenida en un cabello. La investigación del ADN como representación visual de una persona es un tema de gran interés para la artista y le abre nuevas vías de investigación creativa.
La segunda parte de la obra es una instalación de carácter escultórico creada a partira de fragmentos de mapas y cartografías. En ella juega con la fotografía, con la imagen e introduce las tres dimensiones con el uso de la tijera, la cuerda y los clavos. A Vicky le interesa la cartografía por el uso que se hace de ella como representación del espacio físico y como anhelo del ser humano por acotar y limitar el territorio y sobre todo como representación del espacio donde se llegan, viven y transitan las personas. Son espacios de tránsito, de conexión a los que llegan las personas y que ya antes Vicky había trabajado en series como «Extraños en el Paraíso«. Con estas representaciones gráficas de los espacios, realiza la instalación en la que aparecen proyectadas partes de estos mapas en el espacio. Son proyecciones espaciales de partes del mismo mapa cuyo resultado es una bella y poética instalación emocional, porque en el fondo lo que está realizando Vicky Méndiz son proyecciones de las cartografías emocionales de los personajes retratados en sus fotografías. Son retratos presentados, de nuevo, de una forma diferente.
La intervención de Vicky Méndiz en Córner MIZ se puede visitar hasta el 2 de diciembre. ¡Esperamos que os guste!
