Óscar Vicente, más conocido como Antílope, junto con su socio Miguel Cubero, nos sorprenden una vez más con una oferta de ocio diferente, una mezcla interesante y única de ambientación, decoración, diseño y gastronomía: Mandanga de la Buena en Calle Contamina, 5, en la archiconocida zona del Casco Viejo.
Un nueva opción para perderse y encontrarse, un lugar para todos, sin etiquetas y con mucho buen rollo y música. Distribuido en tres ambientes diferentes encontramos una vermutería, el restaurante y la coctelería y es apto para cualquier día y cualquier hora.
Sin duda, dentro de la novedad y la sorpresa lo que más destaca es la particularidad de un restaurante de carta, con cocina descubierta, en el que el principal aliciente es que armado tan sólo de unos guantes de nitrilo podrás comer con los dedos, ni platos, ni cubiertos te impedirán que vivas una inquietante experiencia culinaria.
Y si te sumerges en la tercera planta, te descubres hundiendo los pies en la arena para disfrutar de estupendos cócteles escuchando de fondo el sonido de las olas y el mar… ¿se puede pedir más?
Óscar ha sido quien se ha encargado directamente del concepto y decoración del local para lo que admite haberse dejado influenciar por otras iniciativas parecidas en ciudades como Barcelona o Madrid a los que ha aplicado su propia impronta, fruto de la experiencia propia como «alma mater» de otros lugares de ocio reconocidos de la escena zaragozana, de su recorrido musical (durante años fue vocalista de del grupo Volador) y de sus conocimientos profesionales hosteleros ya que estudió en la Escuela Superior de Hostelería de Teruel y el arte de la buena gastronomía le ha llevado a recorrer las cocinas de varios restaurantes nacionales e incluso internacionales.
No olvides incluir este local en tu lista de imprescindibles. Nos vemos allí a la hora del vermut escuchando pop, al medio día en el restaurante con buena música chill out o de madrugada mecidos en el fondo de un logrado mojito al borde de la playa.