Todo comienza en un escaparate de una joyería. Yo no soy de llevar muchas joyas, y mucho menos si se tratan de cruces,vírgenes, santos… pero esas piezas del escaparate llamaron enormemente mi atención y ni corta ni perezosa entre a preguntar de dónde venían.
Javier Monge es el diseñador que las ideo y el propietario de la tienda taller sita en la calle Ossau, 4, dónde fui a entrevistarle.
Me cuenta que llego al mundo de la joyería más o menos por azar. Su abuelo era relojero pero no es algo que influyera en su profesión. Fue su decisión de dejar sin acabar el bachillerato y un anuncio en el periódico de la escuela de joyería de Zaragoza lo que propicio que Javier decantara por probar con la joyería…y el caso es que a la vista esta que le encanto!!!
Tras acabar en la escuela estuvo trabajando en varios talleres y fue hace 8 años cuando decidió que era hora de llevar a cabo sus propios diseños para su firma homónima. Son piezas frescas, contemporáneas y de materiales muy diversos.
El motivo de mi visita, las pulseras de la vírgenes, me embarco en un maravilloso viaje donde pude conocer cómo se fabrican, el proceso artesanal que hay detrás de cada una, como surgieron…
Entre risas Javier comenta que la idea nació, como muchas otras cosas, en torno a la mesa de un bar y rodeado de amigos. Comenzó a hacer dibujitos en las servilletas del bar y fue su mujer la que le aconsejo que la guardase y le diera unas vueltas ya en casa.
A día de hoy tiene muchas otras colecciones propias como la de las monedas,calaveras, sortijas… todas disponibles en su tienda. Os invito a conocer algo más del trabajo de este gran diseñador aragonés a través de la galería de imágenes porque realmente sus joyas marcan la diferencia.