Durante la celebración del evento «CreActiva, viajando por la ilustración MIZ» que organizamos dentro de la Semana Creativa de Made in Zaragoza, coincidimos con Sara Broto y David Feroce, los dos emprendedores que están detrás del proyecto Bosque Anouk y aprovechamos la ocasión para conocerles un poco mejor.
Fue un encuentro muy interesante, en el que hablamos de la idea de su proyecto Bosque Anouk, cómo surgió y cuáles son las líneas de trabajo que están desarrollando en él. A continuación, os contamos todo en la siguiente entrevista que mantuvimos con ellos.
Sara, David ¿Qué es Bosque Anouk y quiénes sois las caras visibles detrás del proyecto?
Bosque Anouk es un colectivo formado por David Feroce y Sara Broto, en el que ambos somos artistas interdisciplinares y gestores socioculturales. Uniendo la arteterapia y la naturaleza, impartimos talleres creativos que fusionan varias artes a través de los cinco sentidos: cerámica, música, dibujo, escritura, escultura, encuadernación… Además, nos dedicamos a la mediación, investigación, producción y exhibición de proyectos artísticos y/o culturales.
A lo largo del tiempo de existencia del proyecto, ya hemos trabajado en espacios e instituciones como la Escuela de Arte de Zaragoza, Menador Espai Cultural de Castellón, Festival Alberto Greco, PrimaverArte, Fundación CAI, El Encanto de San Juan, Festival BajoTeja, Centro del Carmen de Cultura Contemporánea e Ibercivis, entre otros, llevando nuestros proyectos incluso al panorama internacional como a Moldavia o la Universidad de Querétaro en México.
¿Cómo surge el proyecto Bosque Anouk?
Colaboramos juntos desde finales de 2020. Nosotros, fuimos compañeros durante el Certificado de Gestión Cultural y allí encontramos una oportunidad de emprender colaborando juntos en este sector cultural. Arte y cultura son un derecho universal, así como el derecho a una educación artística de calidad y digna accesible a toda persona. Lo que queremos es que estas sean accesibles y cercanas a toda persona y un medio de sanación en tiempos de crisis.
Arte y cultura son un derecho universal, así como el derecho a una educación artística de calidad y digna accesible a toda persona. Lo que queremos es que estas sean accesibles y cercanas a toda persona y un medio de sanación en tiempos de crisis.
Como comentáis, tenéis una faceta artística muy definida pero también otra faceta como gestores culturales muy importante. ¿Cómo conviven ambas en vuestro día a día? ¿Cómo es estar a un lado y al otro?
Creemos que la fusión de ambas facetas es precisamente la clave para poder emprender en el sector cultural y que se produzcan transformaciones socioculturales. Así que conviven desde la armonía.
Como artistas comprendemos las necesidades, dificultades y carencias del sector porque las vivimos, pero también somos creatividad y pasión. Como gestores tenemos las herramientas para dar vida a esas propuestas artísticas en barrios, medio rural, local, nacional o internacionalmente y colaboramos de forma directa con otros profesionales o instituciones.
Una de nuestras metas es ser una alternativa a la programación cultural convencional en donde hay una actual desconexión entre el público y el arte (consumo pasivo de cultura, que puede ser cercana y sanadora) y/o entre artistas e instituciones artísticas (centralización) y es esta sinergia entre arte y gestión la que nos permite alcanzarla.
Uno de los proyectos más singulares que habéis desarrollado es “Ecos de la tierra”, ¿en qué consiste y cómo se ha gestado?
Ecos de la Tierra es uno de nuestros proyectos principales de investigación artística, en el que recreamos instrumentos musicales cerámicos desde la Protohistoria hasta la Edad Media de un territorio concreto y los incorporamos, en el proceso, a la didáctica a través del binomio enseñanza-aprendizaje, llegando a construirlos junto a la comunidad.
En 2021, este proyecto fue seleccionado en la convocatoria Cultura Resident del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana en colaboración con Menador Espai Cultural, en Castellón.
En vuestro trabajo fusionáis artes como la música y la cerámica. De hecho, es una línea de investigación de vuestro trabajo en la que os aproximáis a restos arqueológicos de cultura material y aportáis una nueva lectura desde lo musical y la arqueolomusicología.
Así es, Ecos de la Tierra es un proyecto de paisaje sonoro y cerámica, que recurre también a la Historia, la etnomusicología, la arqueolomusicología, la ciencia ciudadana y, al fin y al cabo, a la recuperación de la memoria como patrimonio inmaterial. La música siempre ha sido un hilo conductor a través de los tiempos y en los espacios museísticos queda algo invisibilizada, mostrándose generalmente las diferentes piezas y hallazgos desde la perspectiva de la guerra. Pero incluso en la guerra el sonido tenía un gran protagonismo.
A lo largo de esa Historia también hemos sido danzantes, músicos, intérpretes, a través de rituales, celebraciones e, incluso, como parte de otros oficios como el uso del reclamo en el pastoreo o en la caza. Queremos que la población pueda escuchar, ver, tocar, sentir y percibir el sonido de la tierra.
Además, en vuestro trabajo es muy importante la sostenibilidad y todo lo que hacéis va en esta línea.
Somos un bosque… Así que en nuestros caminos la ecología es nuestra guía. Nos interesa especialmente el vínculo con la ecología y la naturaleza.
Recientemente hemos sido incorporados a la Guía de Economía Circular de EcoGlobal. Reducimos al mínimo la generación de residuos a través de su reutilización constante en diferentes proyectos e intentamos disminuir la huella ecológica en parámetros de producción, transporte y distribución. Utilizamos materiales naturales y orgánicos, promovemos las marcas autóctonas… Trabajamos principalmente con proveedores y gremios locales del territorio en que estamos (kilómetro cero) y todas nuestras actividades cuentan con un mensaje de trasfondo de sensibilización con el medio ambiente, la huella de carbono cero y la preservación de nuestros bosques.
Desde Made in Zaragoza, os deseamos mucha suerte con vuestro proyecto y seguro que volvemos a encontrarnos muy pronto. ¡Ha sido un placer coincidir!