Trans Social Express 5.
Las fotografías antiguas son el material con el que Susana Blasco trabaja sus collages. Fotografías que busca, colecciona, documenta, estudia, descompone y recompone creando auténticas maravillas visuales. Como ella nos contó en los Diálogos Trans Social Express, estas fotografías son de ubicaciones geográficas muy dispares y los medios por los que las encuentra también: unas las compra ella en mercadillos, en mercados de pulgas, tiendas de viejo o a través de Internet; otras se las envían sus amigos y contactos quienes le proveen de imágenes para trabajar; en algunos casos las descubre y recupera de la basura… todas ellas las conserva bajo una especie de instinto maternal para trabajar posteriormente sus collages.
Pero no se trata de unas fotografías cualquiera, las que Susana usa son retratos fotográficos. Fotografías de personajes anónimos, personas de otras generaciones que quedaron retratadas en placas y trozos de papel y que por circunstancias de la vida acabaron en el olvido. Retratos de personas siempre anteriores a 1960.
El retrato es un género artístico que consiste en la representación de una figura humana y muestra las cualidades físicas o psicológicas de las personas representadas. El origen del retrato lo encontraríamos en la Antigüedad y se ha utilizado y mantenido a lo largo de la historia para representar e inmortalizar personajes de considerada importancia en todas las disciplinas artísticas: en pintura, en escultura, en numismática o en joyería. El retrato pictórico ha sido el más utilizado para la inmortalización y permanencia en el tiempo del retratado y se puede considerar como el precedente del retrato fotográfico.
Con la aparición y desarrollo de la fotografía el retrato sufre un gran desarrollo debido al abaratamiento de costes y la facilidad de producción. La técnica fotográfica se generaliza y los estudios fotográficos se multiplican en las principales ciudades y provincias del mundo popularizando el retrato fotográfico. Las clases burguesas y medias tienen acceso a este género y el retratarse se convierte en un acto social y familiar. Poco a poco y gracias a los avances de la fotografía aparecen nuevas tipologías de retratos en papel: los retratos en carte de visite (de 10,2×6,3 cm), las cabinet card (de 17×11 cm), boudour (de 21,5×13,4 cm), promenade (de 21×10,8 cm) o imperial (de 25×17,5 cm) lo que permite casi una producción a escala industrial de retratos fotográficos. Esto unido al auge de fotógrafos aficcionados produjo la producción de millones de fotografías de retrato.
Algunas de estas fotografías, de distintas épocas, son las que han llegado a Susana y con las que trabaja. Son fotografías que perdieron todo su valor afectivo y emocional para la familia y, que en un momento dado, alguien las tiró o se deshizo de ellas. Los personajes retratados quedaron en el olvido de las sucesivas generaciones.
Susana Blasco ha adquirido muchas fotografías de retrato recuperándolas para ofrecerles una nueva vida y algunas de ellas son la que ha utilizado para su intervención en Córner MIZ. Son fotografías de diferentes momentos temporales y diferente procedencia geográfica. Para la creación de esta obra, Susana no ha utilizado el rostro completo del retrato, si no que se ha centrado en una parte de él: los ojos de los retratados.
Los ojos son el espejo del alma, según dice el refrán y son el rasgo más identificativo y expresivo del rostro de una persona. Los ojos son una parte esencial del lenguaje corporal, transmiten información, emociones, sentimientos y estados de ánimo. Sin duda su función comunicativa excede su mera función visual.
Susana Blasco utiliza el poder de los ojos como elemento central de su obra. En Córner MIZ ha compuesto una galería corrida de miradas yuxtapuestas que ocupan todo el espacio físico de esta zona de tránsito. La artista ha analizado el espacio expositivo y lo que sucede en él: es un espacio de paso por el que transitan centenares de personas al día. Personas a las que observar en silencio.
Susana Blasco ha usado fotografías de dos personas diferentes para la creación de cada una de los personajes que presenta en esta galería de miradas. Por tanto, la presencia física de estas personas viene derivada de la conjunción y combinación de rasgos de dos personas, a saber, ajenas o próximas en vínculos familiares, tiempo o espacio. En realidad, este collage geométrico está representando una galería de miradas mezcladas, de miradas híbridas, que nos observan desde el pasado, desde otro tiempo. Tiempos diferentes y sentimientos desconocidos los de estas personas que a través de la mirada, intentan entablar una conversación con nosotros, con el presente, con la actualidad.
Susana está presentando un puente temporal entre pasado, presente y futuro. Sus miradas son personas del pasado que observan a la gente -del presente- que transitan por este espacio de Zaragoza Activa, un centro público cuya misión es impulsar un ecosistema emprendedor, innovador, creativo y colaborativo en Zaragoza y ofrecer oportunidades de futuro a estas personas. Nos plantea un diálogo intergeneracional y a través del tiempo.
Al mismo tiempo, rescata a estas personas fotografiadas del olvido ofreciéndoles una nueva oportunidad, aunque efímera, de presenciar cómo fue el futuro que ellos no llegaron a conocer.
La obra de Susana Blasco se puede ver en Córner MIZ hasta el 9 de enero de 2015.
Fotografías: zarayorkers.
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