¿Sabías que hoy, 27 de marzo, es el Día del Teatro? Este día se creó por el Instituto Internacional del Teatro (ITI) en el año 1961. Nace con el objetivo, de dar a conocer la importancia de las artes escénicas y el teatro para la cultura (y para todos) a nivel mundial.
Porque… ¿te imaginas un mundo sin danza, teatro o sin música? El teatro se ha convertido en punto de encuentro para todo tipo de expresiones artísticas y el espectador. Un lugar donde los problemas se quedan en la puerta y solo hay que “preocuparse” de disfrutar del viaje y del momento presente.
Y qué mejor que celebrar este día que junto a personas y proyectos que se mueven dentro de este fascinante mundo lleno de creatividad, pasión e ingenio.
Porque sí, no hay que salir de Zaragoza para disfrutar de una gran variedad artística y de la riqueza cultural que nos aporta el teatro.
Ana Continente
Artista autodidacta, interdisciplinar y creadora nata. Bailarina, coreógrafa, docente y actriz.
Desde pequeña ha tenido atracción y pasión por la danza, incluso cuando aún no era consciente de ello. La danza era la única manera de poder expresar la excitación y revolución emocional que le causaba la música. En el colegio ya escribía obras de teatro e incluía coreografías muy creativas y llenas de pasos insólitos.
Su vocación estaba clara, aunque sin atreverse a expresarlo ante sí misma o ante sus padres.
Estudió en la Escuela Esarc de Zaragoza y en la Escuela de Emilia Baylo. Como actriz, comenzó con el Silbo Vulnerado y Santiago Meléndez (Teatro del Alba) para terminar creando su propia compañía independiente en 2005 y Escuela de Danza.
“Lo que consigo vivir es algo único e irrepetible, en el escenario todos generamos más verdad que fuera de él. Es un trance que me aleja del tiempo y el espacio cotidiano y a la vez me hace sentir más cerca de mi esencia y de mí misma que ninguna otra experiencia que he vivido”
Ana Continente
Lo tiene MUY claro, si volviese a nacer, elegiría su profesión una vez más sin dudarlo. Para ella el teatro es el medio de interpretar todo aquello que el cuerpo expresa de una manera instintiva e impulsiva. Una experiencia psicológica y vía de conocimiento muy efectiva y profunda. Para ella, es la vía de expresión de la sociedad y el reflejo de la conducta humana.
Se muestra muy positiva ya que cree que pasan muchas cosas de manera subterránea. Hay un sustrato muy nutritivo con nuevos espacios alternativos (El circo está muy activo, la Danza Contemporánea tiene un recorrido más amplio…). Cuenta que, a pesar de que no hay mucho apoyo económico para las Compañías independientes, cada vez son más visibles.
Ganas y talento hay. Ella que defiende la Danza Teatro hace tanto tiempo, grita con propiedad: ¡¡VIVA EL TEATRO!!
Javier Guzmán
Desde los 15 ya hacía teatro en una Casa de Juventud, y fue a los 17 cuando comenzó sus estudios teatrales en la Escuela Municipal de Zaragoza. Aquí encontró buenos amigos con los que empezó a crear sus propias obras.
En el 2021 formó la escuela de teatro La Ballena, lo que es su principal ocupación actualmente. Aunque ha tenido que intercalarlo con algún trabajo fuera de este mundillo, ya que no es nada fácil poder vivir del teatro.
“El teatro es mi vida. Es lo que me apasiona, me encanta seguir formándome, leer sobre teatro, estudiar y sobre todo ver nuevas obras. Hay gente haciendo unos trabajos increíbles.”
Javier Guzmán
Remarca que en cuanto a creadores hay un panorama muy interesante en Zaragoza. Gente haciendo cosas propias sin prácticamente medios, de manera sincera y que dejan una huella que merece respeto. Aunque siempre existen las obras creadas por y para obtener financiación que carecen de cualquier interés, ni para quienes las hace.
A su vez, piensa que la programación pública deja mucho que desear. Comenta que ahora si quieres ver las mejores obras te tienes que ir a Logroño, Valencia, Madrid o Barcelona, o rezar para que alguno de los teatros privados traigan algo interesante y puedas asistir.
También podéis encontrara a Javier dentro del proyecto creativo MIZ la Canasta Escénica.
Leyre Ávila
Bailarina y performance. Se forma desde muy joven dentro del ámbito de la danza clásica y contemporánea en Zaragoza.
Pero no es hasta mucho más tarde que el teatro llega a su vida gracias a la las Clases de Danza Teatro de Ana Continente. Lo que le permitió, formar parte de los espectáculos de su compañía.
A partir de ahí, decidió salir de su ciudad natal para seguir formándose a lo largo de España, Portugal, Bruselas e Italia para continuar en su incansable búsqueda de la combinación perfecta de ambas disciplinas.
Recientemente ha participado en la última creación del proyecto de “A Choven compañía” del Teatro del Temple. Además, acaba de estrenar el proyecto de creación propia, «Conductas Público/privadas», en teatros de Madrid y Bilbao. Esperamos que pronto tengamos el placer de “verle jugar en casa”.
Aunque en ocasiones tiene que compaginar su carrera artística con otras actividades laborales que le den estabilidad por la situación voluble y dependiente del teatro respecto a la coyuntura socio-política, cree que Zaragoza es una ciudad llena de buenos maestros, de gente con talento y donde no faltan las ganas de trabajar y producir encuentros para y con el público.
“Para mí, es una puerta a los pensamientos y experiencias de otras personas que me permiten entender el mundo desde diferentes perspectivas. A su vez, encima del escenario me puedo expresar de una manera más amplia. Es una sensación de plenitud el poder compartir y trasmitir de forma distinta a la que lo hacemos en el día a día.”
Leyre Ávila
Javier Aranda
No son otras que un cúmulo de casualidades, las que llevan a Javier a hacer del teatro su actividad profesional. Pasó por diferentes trabajos como camarero, albañil, pastelero… Hasta que alguien le descubrió la Escuela de Teatro de Zaragoza.
Desde entonces, compagina su trabajo como actor de teatro y titiritero con la interpretación para producciones audiovisuales y cinematográficas.
En 2015 creó su propia compañía, con la que ha producido dos obras: “VIDA” y “PARIAS”. Además de esto, desde 2021 trabajó como director artístico en Canasta Escénica, una iniciativa para promover la creación escénica en Zaragoza, junto a Javier Guzmán y Diana Jiménez.
“En realidad, el teatro me permite hacer lo que más me gusta en el mundo que es jugar, como un niño. Sin embargo, también es una responsabilidad, es un juego en el que se adquiere un compromiso profundo, con el público y con la vida.”
Javier Aranda
Comenta que hay mucho por hacer en este sector y que es necesario que haya una política cultural con objetivos a largo plazo que no dependa de los cambios políticos. Además, se debe valorar la capacidad de la cultura para generar empleo y desarrollo económico sostenible. Sin olvidarnos de que en Zaragoza existen compañías que están trabajando a unos niveles de calidad artística muy altos y que se mantienen en activo, adaptándose a un contexto incierto y variable, algo que él valora muchísimo.
Ana Cotoré
Bailarina, intérprete, creadora y pedagoga nacida en Zaragoza. Sus inicios son dentro de la gimnasia rítmica de competición, el ballet clásico y la danza contemporánea, en la que actualmente centra su actividad.
A la hora de dedicarse a la danza de forma profesional encontró muchas trabas (Económicas, falta de apoyo, “eres muy mayor para hacer ballet”…) y en un primer momento optó por una profesión estable, pero siempre sintió que le faltaba algo… Así que retomó la danza y empezó a crear sus propias piezas y a trabajar en una compañía de teatro hasta que, en 2020, después del confinamiento, dio el salto definitivo (y sin red) y dejó su trabajo estable para dedicarse 100% a lo que realmente era importante para ella.
A pesar de haber un gran potencial dentro de nuestra ciudad, Ana demanda más apoyo y financiación para impulsar este talento, las residencias de creación en condiciones, sinergias artísticas… No entiende como comunidades más pequeñas se asocian, hacen intercambios con otras comunidades vecinas, mientras que en Zaragoza, las pocas iniciativas que se mantienen lo hacen con mucho esfuerzo y con el temor de desaparecer por recortes culturales tristemente asumidos.
“Cuando estoy encima de un escenario siento como mi verdadero yo se expresa, como si mi cuerpo se separase de mí, como en un viaje astral. También me conmueve sentir al público, que no estoy sola y que les hago parte de algo que de otra manera no sé compartir”
Ana Cotoré
Actualmente, trabaja en Madrid con Marina Otero en la obra “Kill me”, que será estrenada primero en Francia y después en Teatros del Canal (Madrid) en junio de 2024.
Fran Martínez
Coincide en La Escuela de Teatro de Zaragoza con Javier Guzmán y junto a diferentes amigos del sector, comienza su carrera actuando en diferentes salas de la ciudad (El Zorro, Vía Láctea…) hasta que crea Teatro Bicho.
Un espacio que nace con el objetivo de crear comunidad, sinergias, residencias artísticas (Actualmente The Enjambre como compañía residente)… En definitiva, un lugar en que el teatro y la improvisación no encuentren límites.
Siempre ha hecho teatro de joven, pero en un primer momento, optó por la interpretación y el cine. Hasta que conectó de verdad con el teatro y descubrió las sensaciones que despierta “el directo”.
Echa en falta la disponibilidad de más espacios para realizar teatro. Aunque cada vez hay más espacios alternativos, la disponibilidad de los municipales no aumenta. Muchos proyectos deben irse fuera de la ciudad, por falta de apoyo (incluso entre compañeros de profesión) y lo difícil que se hace la comunicación para llegar al público final.
El boca a boca sigue siendo la mejor herramienta contra este problema, pero no es suficiente.
“Mis sentimientos cambian un poco dependiendo de la obra o si se trata de una improvisación, pero siempre tengo ganas de actuar. Me encanta disfrutar de la sensación de estar encima de un escenario, es increíble.”
Fran Martínez
Diana Jiménez
Aunque Diana estudió Historia del Arte y Gestión Cultural en la Universidad de Zaragoza, en 2018, cruzó su camino con algunos proyectos escénicos que tenían una necesidad de apoyo en las gestiones de oficina.
Poco a poco, se ha especializado en este ámbito profesional, en el que trabaja como mediadora entre el mundo de la creación artística y el de la gestión administrativa.
Su punto de inflexión fue cuando se le presentó la oportunidad de formar parte del equipo de Canasta Escénica. Ella vive otra perspectiva de este mundo, pero considera que la vida del artista, conlleva una gran carga de trabajo y una enorme implicación emocional.
Su experiencia, le hace pensar que hace falta más formación en gestión empresarial específica, que ofrezca recursos y soluciones para un ámbito con unas particularidades muy concretas.
“Yo no he actuado en mi vida, pero te puedo hablar como público. Para mí, el arte en general es la esperanza en el ser humano. Cuando veo una obra en escena, me encanta pensar que mi trabajo en la oficina ha contribuido para hacerlo posible. Además del intérprete en escena y del público, detrás del teatro hay todo un equipo de profesionales imprescindibles.”
Diana Jiménez
Así mismo, me cuenta que la participación cultural a través del teatro y las artes escénicas, que también debe recibir más apoyo por parte de las administraciones, para que toda la población pueda tener la oportunidad de vivir la experiencia de la interpretación en primera persona.
Laura Lúa
Desde los 12 años lo tenía claro; Quería formar parte del mundo teatral.
Laura, estudió en la Emad y Resad y completó su formación en Italia. Después de pasar por varios grupos y compañías ha creado, junto a 3 mujeres más, Cía Attraverso para poder realizar sus propios proyectos.
A pesar de que no es fácil, se lanzó a esta aventura de manera intuitiva y como una actitud ante la vida. Actualmente, reparte su carrera profesional entre Zaragoza y Madrid y está inmersa en el proyecto A nova con El teatro del Temple y con «La señorita Else´´.
Siempre ha sentido fascinación por mezclar las artes y el teatro, jugar con la música, la puesta en escena, el baile, la interpretación, audiovisual… El teatro, a su entender, es el espacio perfecto donde todo es posible… Decir lo que piensas a través de otros autores o con tus creaciones, es una realidad.
“Cuando estoy encima del escenario siento una fuerza arrolladora que es imparable, siento que formo parte de un engranaje en el que puedo transmitir ideas o emociones para intentar despertar y despertarme. Cuando te metes en esto hay algo de enganche que es muy difícil de soltar. Es un espacio de creatividad, unión y libertad.”
Laura Lúa
La lucha contra la frustración es constante… Después de la extensa dedicación a la creación de obras y espectáculos, echa de menos, la falta de espacios y ayudas a artistas que están empezando. No existe acompañamiento ya que cree que falta una red y unión para poder trabajar y darse a conocer en vez de estar cada uno, por un lado. Hay mucho talento en esta ciudad solo hay que dar oportunidades y visibilizar.
¿Conocías a estos artistas y proyectos?
Sin público no hay teatro, pero sin teatro ¿Qué clase de personas seríamos? Es el “deber” de todos, apoyar a las artes escénicas y al teatro, porque queda claro que por falta de talento y ganas no será…
