¿Cuántas veces has pensado en darle un nuevo aire a tus muebles, pero no sabes por dónde empezar?
La Termita es un taller de carpintería y restauración artesanal en el que puedes encargar cualquier pieza de mobiliario que desees, adaptada a tu gusto, y respetuosa con el medio ambiente.
Pero si quieres aprender a hacerlo con tus propias manos, puedes asistir a alguno de los cursos que ofrecen en su taller el equipo de Blanca Guzmán y Antonio Espada, restauradora y carpintero. Podrás aprender todos los secretos para trabajar la madera a varios niveles, decorar y transformar tus muebles y un curso que todos deberíamos seguir para poner a punto nuestro hogar: bricolaje de supervivencia.
Hemos podido acercarnos a La termita durante uno de los talleres, y hemos aprovechado para preguntarle a Blanca unas cuantas preguntas.
¿Qué es La Termita?
La Termita es un taller de carpintería tradicional y de restauración, donde realizamos trabajos por encargo y cursos.
¿Cómo son los trabajos por encargo que hacéis?
Son totalmente personalizados. Respondemos a la necesidad de personas que buscan un mueble que, por el espacio que tienen, necesitan que tenga unas medidas muy concretas. En otras ocasiones, llevan una idea en la cabeza de un diseño más diferente, o necesitan precisamente que les orientemos en ese diseño.
¿Qué tipo de materiales soléis usar?
Fundamentalmente madera de pino, pero también trabajamos con otras maderas dependiendo de lo que nos solicita el cliente.
¿Qué cursos ofrecéis?
Ofrecemos cursos de carpintería y de restauración, y también uno de bricolaje.
Los ofrecemos en dos formatos: los cursos de 4 horas en sábado. En ese día, puedes aprender bricolaje de supervivencia. Tiene mucha demanda, sobre todo de mujeres. Está pensado para ser autónomos en casa: desde colgar un cuadro derecho, utilizar un taladro en la pared, cambiar un grifo y un poquito de electricidad.
Otro de nuestros cursos más exitosos es el de acabados para madera. Consiste en decorar una caja de madera, aprendiendo distintas técnicas y materiales.
Luego tenemos el de iniciación a la carpintería. En un primer contacto con la carpintería de 4 horas, te vas con una pequeña estantería que has hecho tú.
Los otros cursos son de formato continuo, en los que se trabaja tres horas a la semana. El de restauración consiste en que tú traes un mueble y lo restauramos, o lo transformamos.
El otro curso es de carpintería tradicional con herramientas manuales no eléctricas.
¿Apostáis por el reciclaje?
Sí. La propia restauración es el concepto de alargar la vida de los muebles, o porque están deteriorados, o porque se nos han quedado un poco obsoletos en cuanto a moda y queremos darles otro aspecto. Al seguir utilizando ese mueble, se evita crear más desperdicios. Como carpinteros también intentamos generar el mínimo residuo posible, y esos residuos también intentamos aprovecharlos,
¿Crees que ha habido un resurgir de los trabajos artesanales?
Creo que los cursos tienen éxito porque la gente tiene ganas de realizar trabajos con sus propias manos, Descubren una actividad que te relaja y te hace desconectar del ordenador, además es muy satisfactorio llevarte a casa algo que has hecho tú mismo.
Respecto a los encargos, creo que afortunadamente hay poquito más de concienciación en el consumo, y se buscan productos que vayan a durar. Un buen mueble te puede durar toda la vida.
En cuanto a muebles, ¿qué encargos os suelen hacer?
Ahora hay un mundo de tutoriales y de gente amateur que se lanza a cambiar el aspecto del mueble por su cuenta, y vienen cuando no les sale muy bien vienen al curso. Cuando son encargos son sobre todo piezas que tienen valor sentimental.
Los tutoriales que hay por internet pueden ser un campo de minas…
Como en cualquier oficio. Si nos guiamos por vídeos, puede pasar cualquier cosa, pero dedicándole tiempo se puede aprender, pero si vas a trabajar con una pieza que tenga mucho valor, siempre es mejor que trabajar con profesionales. Si quieres aprender a hacerlo tú, déjate aconsejar y apúntate a un curso.
¿Hay muebles que son irrecuperables?
Sí. Cuando están muy deteriorados por carcoma o porque han estado expuestos a condiciones extremas como humedad. Siempre hay que valorar el coste de la restauración: casi todo se puede arreglar, pero hay que valorar si compensa.
¿Qué es lo más curioso que os han pedido?
El año pasado nos gustó mucho trabajar para Almozandia teatro. Les construimos unas vagonetas como de mineros para la cabalgata de Reyes.
¿Quién suele ir a vuestros cursos?
Tenemos un perfil super variado, desde gente muy joven de 20 años, a gente de 70. Tenemos de todo: es un perfil super amplio.
¿No crees que todo el mundo debería aprender bricolaje, incluso en los colegios?
El curso de “bricolaje de supervivencia” tiene mucha demanda sobre todo con asociaciones de mujeres. En cuanto a los menores, las herramientas podrían suponer un problemilla,
¿Quiénes son Blanca y Toño?
Somos una pareja. Antonio se encarga de la parte de carpintería, y yo de la parte de transformación y restauración de muebles. Llevamos ya siete años apostando por este negocio y por este estilo de vida. Estamos muy contentos y nos gusta apostar por el barrio. Nos hemos cambiado de local hace poco, pero hemos querido mantenernos aquí en el Gancho.
¿Cómo os veis en el futuro?
Ahora estamos muy contentos, pero siempre tienes el deseo de crecer un poquito más y tener a más gente que nos conozca. Por lo demás, no cambiaría nada.
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