La asociación cultural dedicada a promover el cine de género lleva dos años de andadura. Iván Fanlo, uno de sus rostros, habla de sus actividades y de lo que preparan para la ‘siguiente temporada’
En Zaragoza se echaba en falta una mayor atención al cine fantástico y de terror, tan apreciado por los que lo disfrutan como infravalorado por los que se guían por prejuicios. Una carencia que ha empezado a resolver Zaragoza Fear, asociación cultural dedicada a darlo a conocer y por supuesto compartir su devoción. Iván Fanlo, una de las caras visibles del colectivo (la otra es David García Sariñena), habla de su ideario, de las últimas proyecciones y de las actividades en el horizonte, como las que tienen en mente para hacer las delicias del aficionado en octubre y noviembre, la temporada alta (por Sitges y Halloween) del cine de género.
¿Cómo fueron los inicios de Zaragoza Fear?
Su andadura oficial comenzó en 2022, aunque su germen está unos años antes en RetroZaragoza, en la que mi compañero Ignacio Zarranz y yo proyectamos Golpe en la pequeña China y Demons. En ese marco conocí a David García Sariñena y pensamos en sacar adelante un festival especializado. Con mucho trabajo, desarrollamos un proyecto importante y ambicioso con concurso de cortos, premios… Incluso íbamos a presentarlo en Sitges. Sin embargo, por varias razones, entre ellas la llegada de la pandemia, no salió. Fue un golpe duro, pero entonces nos preguntamos que por qué no hacíamos cosas más pequeñitas, y así nació Zaragoza Fear.
Zaragoza Fear ha cogido carrerilla por las actividades que ha ido encadenando. Ha llegado a ofrecer en Madrid una proyección del clásico Nosferatu con música en directo.
Sí, en Madrid repetimos el evento especial que celebramos con éxito en Zaragoza en noviembre de 2022. En ese momento nos dimos cuenta de que podían funcionar las cosas. A partir de ahí fuimos preparando los siguientes movimientos y ha ido todo un poco rodado: el evento en torno a Dentro del laberinto, presentaciones en El armadillo ilustrado y Cálamo… No nos queremos cerrar solo a proyecciones de películas, también por el coste económico de los derechos. El dinero para adquirirlos proviene de las cuotas de miembros y de las ventas por productos de merchandising, en su mayoría postales e ilustraciones.
Con la mexicana Huesera, este viernes finaliza su doble ciclo de mayo y junio en la Filmoteca de Zaragoza, uno dedicado a la animación de género española y otro, a dos títulos inéditos por aquí.
Estas sesiones las hemos tomado como fiesta de fin de curso. Queríamos traer cine inédito y fruto de esta idea proyectamos dos óperas primas fascinantes, Riddle of Fire (Weston Razooli, 2023), peculiar, que mete en un mundo muy extraño y que sorprende por el sentimiento con el que trata la nostalgia, y Huesera (Michelle Garza, 2022), muy punky en cuanto a su contenido ya cómo plasma la maternidad y el embarazo. Huesera nos gustó mucho cuando la vimos en Sitges y conseguimos sus derechos cuando estábamos buscando películas latinoamericanas de género.
¿Qué puede avanzar de las siguientes actividades de Zaragoza Fear? El contexto de Halloween es propicio para sorprender con platos fuertes.
Hemos cogido carrerilla y preparamos las actividades con meses de antelación. Este verano tenemos un club de lectura online, con podcast, y volveremos el 31 de octubre, por Halloween, y la primera semana de noviembre para celebrar el segundo aniversario del evento musical de Nosferatu, que para nosotros fue muy especial. No sé si nos arriesgaremos a llamarlo Zaragoza Fear Fest, y de ser así se trataría de un festival no con la obligación de hacerlo anualmente, sino cuando se pudiera y sobre todo de ir haciendo cosas a lo largo del año. Puedo avanzar que pondremos música en directo a La matanza de Texas, banda sonora en la que lleva tiempo inmerso Isaac Moreira (Naos), y posiblemente proyectaremos el clásico español de culto Mil gritos tiene la noche, la francesa extrema Al interior y Bliss. Queremos que sean unas fechas muy Fear.
Nunca está de más reivindicar el cine de género, y Zaragoza Fear lo hace.
El cine de terror y fantástico está muy denostado, pero conviene recordar que no es solo sangre. A eso hay que sumar, por ejemplo, que Zaragoza es una ciudad complicada para bastantes cosas y para mover a la gente para actividades culturales. No obstante, empezamos muy bien con Nosferatu y, aunque no hemos repetido ese éxito, después no nos ha ido mal.
En Zaragoza está la asignatura pendiente de un festival de cine de género.
El concepto festival nos gusta mucho, lo veo divertido, pero no sé si el público todavía está preparado para dinámicas como la de las varias sesiones seguidas. En Zaragoza Fear queremos que la gente descubra clásicos, títulos actuales y, por qué no, también cosas locas. Creo que estamos funcionando bien con lo de ir haciendo cosas poco a poco porque da tiempo de pensar, de rectificar. Es más práctico hacer actividades durante todo el año, cuando se puede, y que la gente lo tome en ese sentido como un festival continuo. Es genial que la gente venga y nos apoye. De momento todas las actividades han sido gratuitas y nuestra intención es que lo sigan siendo.