Muchas veces cuando uno camina por la ciudad suele seguir itinerarios que de de manera inconsciente, recorre como un autómata atraído por un imán. Esto nos hace previsibles y juntarnos como una masa sin forma en espacios destinados a todo menos a disfrutar del placer de comprar. Para todos aquellos que prefieran una forma más relajada de ir de tiendas, donde los productos son únicos, sin lugar a dudas este es el sitio perfecto.
Entre las numerosas posibilidades que tenemos en nuestra ciudad, quiero empezar por una calle que lleva mi nombre, no por un alarde narcisista, sino porque muchas personas seguramente todavía no saben que en esta calle algo oscura y estrecha existen pequeños comercios que merecen la pena.
Nombraré 3 tiendas que para mí merecen especial atención por su concepto de tienda-taller.
En primer lugar Taller Dedos, una joyería que trabaja la plata de manera artesanal, sus productos están hechos a mano y esto le da un plus, una manera de diferenciarte frente al artículo realizado en masa que puedes encontrar en cualquier sitio. Por supuesto lo del taller no es casual, ya que Paco y su mujer tienen su pequeño taller de joyería en la misma tienda, si alguna vez te decides a entrar es probable que los encuentres trabajando en sus diseños basados en la naturaleza.
Mitte está pegando al Taller Dedos, es una tienda que llama la atención por su escaparate, tienen todo tipo de complementos para vestir, desde camisetas, pasando por bolsos hasta tocados muy originales. Basan sus productos en diseños propios, ya que tienen una formación como diseñadores gráficos. Muchos de sus productos son realizados por ellos mismos, aunque también poseen otros de realizados por artistas que no poseen una tienda física, sin lugar a dudas tienes que descubrirlo por ti mismo.
Como broche final justo en frente nos llama la atención una tienda tan entrañable como su dueña, se llama Enmarañada, y continúa en la línea de complementos de moda, aunque en este caso con collares, pulseras, bolsos, tocados, broches y muchas cosas más, siempre combinando materiales que ha ido consiguiendo por sus numerosos viajes, además tiene un taller en la misma tienda donde no es extraño verla trabajar.
A modo de resumen, una calle pequeña de nuestra ciudad nos brinda posibilidades infinitas, y sin lugar a dudas podemos descubrir nuevos rincones que nos asomen a otras alternativas. Seguro que ya tienes excusa para pasarte por estas tiendas.
