Celebramos los 15 años de programación artística del Espacio Tránsito del Centro de Historias

El Espacio Tránsito del Centro de Historias es uno de los lugares culturales con más encanto de la ciudad. Siempre es un placer poder ver las interesantes y arriesgadas propuestas artísticas que allí se presentan. Recientemente, nos acercamos a este espacio para ver la intervención «Cartografía de la luz» de Prado Vielsa y estuvimos pensando sobre la cantidad de instalaciones que se habían realizado en este lugar. ¿Cuántas serían? Haciendo un poco de memoria, nos dimos cuenta que, en este año 2021, se cumplían 15 años de la primera intervención que se había organizado en el Espacio Tránsito y, esto, merecía una celebración por parte de Made in Zaragoza.

Con motivo de este momento tan especial, nos acercamos al Centro de Historias donde nos espera Marisa Soler, técnica de gestión de programas y comunicación, quien nos va a contar mucho más sobre este espacio artístico.

Hola Marisa y enhorabuena por los 15 años de programación artística de forma continua del Espacio Tránsito, uno de los entornos culturales, sin duda alguna, más especiales de la ciudad. Cuéntanos un poco más acerca de este espacio tan singular.

¿Cómo surgió Espacio Tránsito?

Espacio Tránsito arranca en septiembre de 2006 como una nueva propuesta expositiva que invita a creadores y creadoras a expresar su particular concepto de arte urbano. Por él han pasado artistas fundamentalmente locales, que han ido ofreciendo a largo de estos 15 años su visión sobre la/s ciudad/es, desubicando lo urbano, reconstruyendo la visión de la ciudad y plasmándolo en una zona expositiva a modo de instalación.

Uno de los objetivos fue abrir las posibilidades para que se presentaran nuevas visiones artísticas apoyando a los artistas locales.

¿Cuáles son los objetivos que os marcasteis y cuál es su misión?

Los objetivos que, en su momento nos marcamos, fueron, en primer lugar, la reutilización y reconversión de un espacio que estaba en desuso en un lugar que diera un nuevo sentido a las propuestas del Centro de Historias. Evidentemente, con ello, abrir las posibilidades para que se presentaran nuevas visiones artísticas apoyando a los artistas locales. Como tercer objetivo, que estuviera centrado en el arte urbano, en el work in progress y en montajes y/o instalaciones más arriesgadas o innovadoras.

¿Cómo se realiza la gestión de este Espacio Tránsito?

A lo largo del año, nos van llegando propuestas para Espacio Tránsito que vamos seleccionando y valorando. Los criterios se basan en ofrecer temas muy diferentes para que cada ciudadana y ciudadano encuentre en el Centro de Historias (no solamente en Espacio Tránsito) un espacio con el cual identificarse, y siempre intentando cubrir un abanico lo más amplio posible en cuanto a temáticas. En definitiva, intentar cubrir las diversas sensibilidades culturales.

Durante todo este tiempo se han programado más de cincuenta propuestas. De todas ellas, seguro que hay alguna que recuerdas de una forma más especial. Háblanos de ellas.

En Espacio Tránsito valoramos mucho los montajes menos clásicos, el trabajo en directo, el arte urbano y la forma en la que el proyecto transforme e interactúe lo más posible con el propio espacio. Trabajamos con año y medio de antelación aproximadamente y junto con el proyecto deben enviarnos un presupuesto de lo que costaría llevarlo a cabo. En un año, solemos realizar 4 propuestas y me gustaría señalar que, para un trabajo como este, el equipo necesario es muy amplio y diverso y además va más allá de lo puramente artístico. Concretamente le nuestro está formado por técnicas y técnicos de gestión, oficiales de mantenimiento, auxiliares de sala y recepción y personal de limpieza. Entre todas y todos hacemos posible que los artistas y comisarios/as puedan materializar en el Centro de Historias sus propuestas.

En total, han sido 57 intervenciones realizadas a lo largo de estos 15 años de trayectoria

Algunas de las intervenciones que destacaría fueron, además de la primera con la que inauguramos el espacio, Nonsense de Álvaro Ortiz, la de Yann Leto, Horror in suburban underground en 2007 y su representación de los bajos fondos de una ciudad o ¡A las barricadas! (2008) del Festival Asalto, una intervención artística que se inspiró en los acontecimientos de los Sitios de Zaragoza. En ella se captaron aspectos esenciales de este acontecimiento histórico extrapolado a la realidad actual del arte urbano.

En 2009, Chikita, en su intervención Todo Encaja, trabajó sobre la idea de que crear es como un juego, donde presentó un trozo de mundo con pequeños recovecos por descubrir y disfrutar, un lugar donde descansar de la rutina a través de cajas de cartón amontonadas y esperando a ser descubiertas para generar sensaciones acogedoras.

Pienso también en la de 2014 y La ciudad tejida, de Urban Knitting Zaragoza, donde este colectivo tejió una parte de la ciudad o en Jardín ilustrado (2015), de Proyecto Cierzo, un colectivo artístico de mujeres aragonesas donde una escritora y una ilustradora colaboraban para dar vida a cada una de las criaturas fantásticas inspiradas en seres reales de la flora autóctona aragonesa.

Destaco también el trabajo de Coco Escribano en Playhouse, en el que se propuso transmitir ese sentimiento de dualidad de belleza y cataclismo del ser humano a través de la representación de un hogar.

En 2018 en Right Time, de Harsa, sus representaciones se unieron para mostrar pequeños momentos que suceden en la vida cotidiana y donde cada espacio retratado estaba animado por quienes lo habitan, irradiando así el resplandor y el entusiasmo revelado por los gestos de los personajes o RGB Wall (2020), de Víctor Solanas-Díaz, donde reflexionó sobre la redefinición del espacio público mediante la intervención con elementos industriales (en este caso con esponjas de baño de poliuretano).

 Siempre les digo a los y las artistas que se dejen llevar por el espacio, que precisamente por esas particularidades, pueden realizar un proyecto totalmente diferente.

Con el tiempo y haciendo una lectura global a lo largo de estos quince años, vemos que se ha convertido en un espacio de referencia en la ciudad para propuestas más arriesgadas o tangenciales. ¿Cómo valoras su desarrollo? ¿Qué percepción tienen los artistas? ¿Y tú desde la propia gestión?

Valoro muy positivamente el desarrollo de este proyecto. Siempre hemos tenido una especial predilección por él; un espacio diferente que emergió de la nada y que hemos cuidado y mimado. A priori, puede tener algún inconveniente como es la luz natural, pero todavía no conozco una persona que haya expuesto en Tránsito y no haya convertido los aparentes inconvenientes en algo positivo para su instalación. Siempre les digo a los y las artistas que se dejen llevar, que precisamente por esas particularidades pueden realizar un proyecto totalmente diferente.

Imagino que en estos años has dejado mucha de tu impronta personal en este proyecto. ¿Cómo has vivido la gestión cultural de este espacio tanto en lo profesional como en lo personal?

Es mi espacio del Centro preferido, lo adoro, siempre digo que si fuese artista es donde me gustaría exponer. Siempre me enfrento a Tránsito con mucha ilusión, hablando mucho con los artistas, ayudándoles en lo que puedo y compartiendo su emoción. Quiero dar las gracias a todas las personas que han expuesto aquí porque realmente han ido, a lo largo de estos años, han logrado sacarle el máximo partido, han dejado su impronta y lo han llenado de vida con su arte.

Muchísimas gracias Marisa por este rato tan agradable que hemos pasado recordando todas las intervenciones de Espacio Tránsito y ya tenemos ganas de ver las instalaciones de los próximos 15 años. ¡Enhorabuena y felicidades por este gran proyecto!