Carnaval de Zaragoza, secretos y tradiciones

Ángela Elía García 7 febrero, 2018
Etiquetas:

Faltan pocos días para que de comienzo el Carnaval en nuestra ciudad, seguro que ya estás afinando tu disfraz, pero ¿conoces todos los detalles de esta divertida tradición? ¿Sabes de donde viene el Gran Desfile o cuales son los peronsajes típicos? Hagamos un repaso por la Historia…

Los orígenes

El Carnaval en Zaragoza es una de las tradiciones más antiguas y arraigadas de la ciudad. Se lleva celebrando desde el siglo XIX, aunque durante la dictadura se prohibió y se volvió a recuperar con la democracia. Está lleno de personajes típicos, recetas típicas y por supuesto desfiles.

“Jueves Lardero, longaniza en el puchero”

Todo empieza el jueves previo al Miércoles de Ceniza, Jueves Lardero, que se  celebra con comidas o meriendas al aire libre en donde un buen bocadillo de longaniza no puede faltar. ¿Y por qué longaniza? Porque el jueves lardero marcaba el inicio de cuatro días en que había que aprovechar para ponerse las botas de carne, a fin de poder aguantar durante toda la Cuaresma sin probarla.

 

La Mojiganga, una sátira de las normas sociales

Antiguamente, se celebraban novilladas y bailes de máscaras que completaban el panorama festivo hasta el domingo. Y el Sábado de Carnaval era el día del desfile, de la Mojiganga, donde la crítica y la burla al poder estaban permitidos, ya que todos gozaban de inmunidad y anonimato bajo sus disfraces que originalmente estaban hechos con ropas viejas. En 2014 se recuperaron trajes auténticos de la Mojiganga que llevaban guardados casi 200 años.

 

Los personajes tradicionales

Pero toda esta fiesta gira en torno a unos personajes antagónicos:
Don Carnal, que es el rey del Carnaval y simboliza las cosas buenas de la vida: la carne, comer, beber, divertirse, las bromas, la fiesta, la risa y todo lo que da placer al cuerpo. Aunque algunos lo ven como un demonio… como Doña Cuaresma, que con su cara de aburrida representa todo lo contrario, las 7 semanas de ayuno, penitencia y contención que vienen justo después del carnaval para recibir la Semana Santa.

 

 

Luego tenemos a El Conde Salchichón, que preparaba la llegada de Don Carnal para que todo saliera bien. Flaco como un salchichón, adornaba su traje de noble con unas cosas muy raras: un pollo muerto y unas longanizas. Seguido de cerca por su amigo El Caballero de la Hornilla, noble de la corte de Don Carnal, que en vez de bastón, lleva un palo de asador lleno de carne y embutidos y siempre está dispuesto a ponerlo a asar en el primer hornillo que se encuentre.

 

 

Y por último, pero no menos importante, El Rey de los Gallos, que era elegido entre los estudiantes de la universidad por ser el gracioso e irreverente, y cuyo cometido era animar el carnaval. Su traje de vivos colores, su gorro y su gran pico imitaba al gallo, un animal que es un símbolo tradicional de lo salvaje y del desenfreno.

 

UN DISFRAZ DIFERENTE

Ahora que ya sabéis de donde viene nuestro carnaval, hay que prepararse para disfrutarlo. Lo primero es encontrar un buen disfraz, y este año vamos a ser creativos. La tradición dice que la gente se disfrazaba con ropas viejas y complementos extravagantes, entonces qué os parece si nos damos una vuelta por las tiendas de ropa vintage de nuestra ciudad a ver que encontramos. Quizás echando un vistazo por Flamingos Vintage Kilo, Pezpayaso o Blue Velvet os llega la inspiración. Si lo que queríes son accesorios antiguos y extravagantes no os olvidéis de pasar por La Frivolitté. Y si lo que quéreis es hacerlo vosotros mismos en La Artesanica encontrareis todo lo necesario.

 

¡TODOS A DISFRAZARSE Y QUE VIVA EL CARNAVAL!

 


© Foto de longaniza asada de The Digital Marketing Collaboration en Unsplash

Autor: Ángela Elía García

Profesional de la comunicación y el marketing, diseñadora, loca por la fotografía, blogger... y cualquier cosa que me de tiempo en las 24 horas que tiene el día. Mi lema es "Perderse hace que encuentres cosas increíbles". Por eso yo intento perderme muy amenudo, siempre con cámara en mano, libreta, lápiz y los ojos bien abiertos para descubrir todos esos rincones ocultos que se esconden a nuestro alrededor. ¿Te atreves a perderte conmigo?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *