Actualmente podemos encontrar una oferta muy amplia y variada de talleres de cómic en Zaragoza, gracias a varias generaciones de artistas que han hecho de este arte el eje central de su vida. Dos de estos artistas son Marta Martínez y Josema Carrasco y en estas líneas descubriremos cómo es su relación con el cómic.
El cómic ha demostrado con creces que es un medio de comunicación de primera línea. Su narrativa gráfica mezcla elementos visuales y textuales, y puede servir como recurso educativo, como un divertimiento o ambas cosas a la vez. Si además de leerlo quieres hacer tus propios cómics, existen talleres para aprender la técnica.
Algunos de los talleres de cómic que puedes encontrar en Zaragoza son; Blackfolio, un estudio de arte digital dirigido por David Daza y David Cobos. El Estudio Arde, donde Marta Cotelo y Víctor Solana imparten talleres de pintura, cómic e ilustración. O los talleres de cómic que hacen para chavales los dibujantes XCar y Luis Orús, ambos dibujantes todoterreno que recorren enseñando a dibujar cómic todos los coles y bibliotecas.
De entre toda esta oferta, destacan especialmente los talleres que imparten los ilustradores Marta Martínez y Josema Carrasco. Ambos decidieron expresarse a través del dibujo, pero cada uno fue por un camino diferente, hasta llegar a encontrarse. Marta hizo del color su modo de expresión. Y Josema, por el contrario, optó por la línea clara. Cada uno por su propio camino han llegado a un mismo destino y ahora caminan en perfecta simbiosis impartiendo talleres y creando cómics y álbumes ilustrados.
Puedes encontrar sus talleres en la Harinera ZGZ, en el Espacio Joven Ibercaja y este año también en el Ateneo Laico Stanbook. Desde hace 12 años imparten formación, talleres y cursos interdisciplinares e intergeneracionales en los que mezclan el cómic y la ilustración con otras disciplinas como la música, la salud mental, el fomento de la lectura, la poesía, la RCP (Reanimación Cardio Pulmonar), la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) o el emprendimiento.
Si queréis saber más sobre su trabajo, acompañadnos en esta entrevista.
¿Cómo empezáis en el mundo del cómic?
Josema: Por casualidad, soy autodidacta. En 2009 la Editorial Saure puso un anuncio pidiendo una prueba para su colección Ciclocirco y presenté dos páginas que aceptaron, ése fue el principio. Luego han venido, por suerte, algunos más.
Marta: en mi caso fue en 2005, porque quise probar a colorear unas páginas de amigos que ya eran profesionales. Me convencieron para que se las enviara a un representante, David Macho, que se las enseñó a algunos editores en Nueva York y así me llegaron mis primeros trabajos para DC Comics.
¿Cuál es el cómic o autor/a que más os ha influido?
Josema: Mis autores favoritos son Will Eisner y Jiro Taniguchi, mi cómic preferido, cualquiera de Corto Maltés.
Marta: Eisner y Bill Sienkiewicz, pero con los títulos soy indecisa y voy según los leí a diferentes edades: Astérix, Sandman, Grendel Tales: Guerra de clanes, Hellblazer, Excalibur, Top Ten, Monster o 20th Century Boys y cualquiera de Joe Sacco…
¿Cuándo se juntan los caminos de Marta y Josema?
Josema y Marta: En 2011, gracias a Juan Royo que nos presentó porque tuvo la intuición de que nos íbamos a llevar muy bien, y acertó: de hecho tenemos una relación muy especial en la que importa más lo personal que lo profesional y que se transmite en todo lo que hacemos. No, no somos pareja, somos socios (no hemos encontrado otra palabra mejor para definirlo).
¿Cómo surge la idea de impartir talleres de cómic y cómo ha evolucionado durante estos años?
Josema y Marta: Ambos impartíamos clases por separado y rápidamente decidimos hacer equipo; detectamos que había una escasa oferta de formación hacia la profesionalización relacionada con el cómic en nuestra ciudad (aún no existía el Grado Superior en Cómic en la Escuela de Arte) y que teníamos la ventaja, como profesores, de venir de dos mundos diferentes: Marta, de uno más acadėmico y profesionalizado trabajando con editoriales americanas y francesas, y Josema de uno más intuitivo e independiente.
Desde entonces, hemos realizado cursos anuales y talleres puntuales en los que nuestra metodología ha ido evolucionando año a año, adaptándose a las necesidades de nuestro alumnado, e incluso en 2018 y a través del CIFPA (Centro de Innovación para la Formación Profesional en Aragón) formamos a varios docentes del Ciclo Formativo de Grado Superior en Cómic que entonces sí iba a dar comienzo en la Escuela de Arte de Zaragoza.
La evolución, en nuestro caso, ha surgido también de interrelacionar el cómic y la ilustración con otras disciplinas muy diferentes y usarlo como medio de expresión para facilitar acciones comunitarias y sociales, reuniendo a diferentes tipos de personas en un espacio en el que puedan relacionarse desde la amabilidad, comunicar y expresarse artísticamente.
Contadnos qué es lo que soléis hacer en los talleres y a qué personas va dirigido.
Josema y Marta: Los cursos anuales van dirigidos a mayores de 16 años, y nuestro alumnado lo forman aficionados al cómic y al dibujo, personas que preparan su acceso a estudios reglados, estudiantes de la Escuela de Arte que pretenden profesionalizarse, profesionales del cómic y de otros sectores.
Adaptamos nuestra metodología a cada alumno con atención personalizada y nuestro temario abarca todas las fases de creación de una ilustración o de una novela gráfica, desde la idea inicial hasta su publicación impresa u online: enseñamos dibujo constructivo, anatomía, guion, narrativa secuencial, perspectiva, transiciones, preparación de layouts, entintado, color, tipografía, maquetación y preimpresión, además de Historia del cómic y otras materias relacionadas con el medio como son la contratación, la facturación o los derechos de autor.
Los talleres y actividades puntuales, sin embargo, son tan variados que aúnan el cómic con otras disciplinas como la RCP, el jazz, la salud mental, la poesía, la ciencia ficción o la participación e integración comunitaria, y son también intergeneracionales, pues creemos que ésta convivencia y complicidad entre diferentes edades es una vía fantástica para el intercambio de conocimiento.
Y ah, todos nuestros cursos y talleres están avalados con el sello de calidad de la AAAC (Asociación de Autores Aragoneses de Cómic), de la que formamos parte.
¿Qué podríais destacar de la experiencia impartiendo talleres durante estos 12 años?
Josema y Marta: En primer lugar, que Juan Royo tenía razón. Después, destacamos nuestro carácter integrador y la cantidad de personas de diferentes edades, profesiones e intereses que asisten y han asistido a nuestras clases y enriquecen tanto esta experiencia docente y de grupo: estudiantes, programadores, personal sanitario, artistas, comerciales, jubilados… Nuestro alumno más veterano se apuntó a nuestro curso con setenta y dos años y dejó una huella de generosidad imborrable en quienes compartimos aula con él.
Para nosotros, es muy importante la empatía (no es necesario saber dibujar o tener conocimientos artísticos para asistir a nuestros talleres, pero sí saber respetar y convivir) e intentamos que alumnas y alumnos se sientan cómodos en clase y con el resto del grupo: todos tenemos una historia que contar, explicar o soltar por diversos motivos y preferimos tener una comunicación sincera con las personas que asisten al curso.
Por eso, cuando entras a clase, lo primero que hacemos es preguntarte: ¿cómo estás hoy?
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado relacionado con el cómic?
Josema: Me lo dio Marta, aprendo mucho con ella: “Revisa la anatomía”.
Marta: Cuando comencé a colorear digitalmente: “No amplíes tanto con la lupa que luego se va a ver muy chiquitico”.
Al finalizar cada curso o taller realizáis con los alumnos un fanzine, contadnos más sobre los fanzines.
Josema y Marta: Como proyecto de fin de curso autoeditamos con ellos un fanzine llamado Cinta A, que ya va por su octavo número, y en el que trabajan durante los últimos meses de taller.
Cada año elegimos un par de palabras que conforman el tema sobre el que deberán tratar las historietas e ilustraciones que contiene y su impresión se financia con anuncios de particulares, asociaciones y empresas; consta de 1.000 ejemplares con los que pretendemos ayudar a fomentar la lectura, que distribuimos entre todos -alumnado y profes- y que pueden adquirirse de forma gratuita por toda la ciudad.
¿Cuál es el último cómic que habéis leído?, ¿recomendarnos algún autor/a?
Josema: El último que he leído es: Corto Maltés: La línea de la vida, de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero (Norma ed.), y recomiendo: Happy Egg de Kaise, La Gran Caída De Max de Àlex Martínez y Matías Tolsá y La Pitillera Húngara de Juanarete y Juanfer Briones, todos editados por GP Ediciones.
Marta: la revista de varios autores Bachi-Buzuk y Mujer Vida Libertad, de Marjane Satrapi. Recomiendo todo lo que está haciendo Javier Rodriguez: su trabajo actual como dibujante y colorista en Absolute Martian Manhunter, y su anterior Zatanna: Abajo la sala, galardonado recientemente con un premio Eisner.
¿En qué proyectos estáis trabajando en estos momentos?
Josema y Marta: Además de la promoción y presentación de nuestros cursos 2025-2026, ahora mismo estamos trabajando en un cómic histórico con guion de Daniel Viñuales, preparamos nuestra participación en el IV Congreso Nacional de Medicina Gráfica que tendrá lugar los días 24 y 25 de octubre de este año… y, hay por ahí alguna cosita más que, de momento, no podemos contaros.
Cuando somos pequeños todos somos creativos, no tenemos límites. Podemos dibujar lo que sea solo con posponérnoslo. Estamos nosotros y las múltiples posibilidades creativas. Según vamos creciendo perdemos la imaginación y la confianza y empezamos a creer que no podemos hacer “esas cosas”. Pero solo nos falta práctica.
Para poner a punto esa creatividad necesitamos practicar mucho, buenos consejos y disponer de un espacio que potencie la inspiración. Uno de los mejores lugares que puedes encontrar son los talleres de cómic, como el de Marta y Josema. Allí descubrirás que puedes contar una historia con tus propios dibujos y podrás volver a experimentar ese poder que tenías de niño/a, cuando no tenías limites para crear.
