PatiPatú, que cuenta con un Solete Repsol, se ha convertido en un lugar de referencia para los vecinos de Las Fuentes por sus sabores únicos y originales.
El Barrio de Las Fuentes nació en los años 50 cuando cientos de migrantes venían a Zaragoza en busca de trabajo y se comenzó a construir un distrito para darles un hogar. Hoy continúa siendo un barrio obrero con más de 40.000 vecinos, muchos de ellos muy creativos. Es el caso de Patricia Blasco, que hace 6 años decidió abrir PatiPatú (Calle Jorge Cocci, 23), un obrador artesano y creativo tanto de productos dulces como salados, que además cuenta con un Solete Repsol.
«Para mí es muy importante la parte local, procuro consumir todo lo posible del mercado del barrio y proveedores de aquí»
Nada más asomarnos por la puerta nos encontramos un agradable local, acogedor, con una barra llena de delicias y unas cuantas mesas para poder disfrutarlas en el momento si es lo que te apetece, aunque también puedes llevártelo a casa. Patri, como le gustan que le llamen, es la propietaria y jefa de cocina y nos recibe con una gran sonrisa para enseñarnos su pequeño negocio. Llama la atención la decoración, los dibujos, láminas, cuadros y los colores, todo muy cuidado y elegido con buen gusto. “Estudié Bellas Artes antes que pastelería, así que eso se nota. Casi toda la decoración está hecha por mí, hasta las paredes del baño tienen mi toque artístico” nos cuenta Patri,
«Han sido los propios clientes los que me han ido demandando más y más opciones veganas»
En uno de los rincones del establecimiento nos encontramos una pequeña exposición de cuadros, se trata de un espacio para artistas locales y emergentes que se ha reservado para mantener el alma artística de la propietaria y dar una oportunidad para exponer a nuevos artistas. Ahora mismo nos encontramos con láminas de la diseñadora e ilustradora zaragozana Apetencia Garbanzo.
Eso es lo que vemos en las paredes, pero es que, si nos fijamos en la barra bien colmada de pasteles, cookies, tartas, quiches y otros platos salados también parece una exposición, aunque en este caso se nos cae la baba. “Todo lo que elaboramos es vegetariano y también tenemos muchas opciones veganas. Yo soy vegetariana, y aunque cada vez es más fácil encontrar este tipo de productos, todavía queda mucho camino. Por eso me decidí también a abrir mi negocio, además, han sido los propios clientes los que me han ido demandando más y más opciones veganas”, nos cuenta Patri mientras corta un bizcocho para una nueva elaboración que ofrecerá esta semana. Innovar está en el ADN de PatiPatú, además de lo que podemos encontrar habitualmente en la carta, Patri y Cris, su compañera en la cocina, suelen experimentar y lanzar novedades.
«Me gusta el día a día del barrio, la clientela es diferente, el trato diario y la vida de los barrios es especial. Yo estoy muy contenta de estar aquí y creo que el barrio también de que esté.«
“Para San Jorge no preparamos el típico Lanzón, el año pasado elaboramos unos pastelitos en forma de libro y de rosa, quedaron muy bonitos y gustaron mucho. O, por ejemplo, para el Día de la Madre, que para mí es una fecha muy especial, hacemos una tarta bonita, delicada, rica y original, que hasta lleva flores naturales comestibles” apunta Patri. Además, aprovechando el talento artístico de Patri hacen tartas personalizadas “dibujo con chocolate en la propia tarta cualquier cosa que se te ocurra” nos cuenta mientras me enseña la última creación con Superwoman para un cumpleaños infantil.
Antes de abrir PatiPatú, Patri estuvo trabajando en Londres tanto en empresas de alta pastelería, como Ladurée, cuya especialidad son los famosos macarons, como en otros obradores artesanos. Nos confiesa que la receta de la riquísima tarta Guiness que elabora se la ha traído directamente de Londres. “La experiencia que me llevé de allí fue enorme, pero quería volver a Zaragoza. Me decidí a abrir el local en el barrio de Las Fuentes porque de pequeña viví aquí, pero también porque no quería abrir en el centro. Además de que los locales son mucho más caros, me gusta el día a día del barrio, la clientela es diferente, el trato diario y la vida de los barrios es especial. Yo estoy muy contenta de estar aquí y creo que el barrio también de que esté. Para mí es muy importante la parte local, procuro consumir todo lo posible del mercado del barrio y proveedores de aquí”.
«Estoy feliz con mi negocio, con mi trabajo y con mis clientes. Quiero seguir disfrutando con lo que hago, innovando y sacando nuevos productos”.
Desde que hemos entrado en el local no ha parado el trajín en la barra ni en las mesas, preguntan por la quiche, los garbanzos al curry y la tarta de zanahoria. “Me gusta utilizar ingredientes originales y crear platos sabrosos. Por ejemplo, elaboramos unas pastas de miso que tienen un punto salado y gustan mucho. También cada jueves hacemos las albóndigas caseras de calabaza y quinoa con un montón de verduras asadas que triunfan siempre. Aunque el bestseller indiscutible es la tarta de zanahoria”.
Le preguntamos a Patri cómo se ve en el futuro, y nos cuenta que de momento así está contenta, tiene a dos personas más en el equipo, Cris en la cocina y Adri en la barra. “Quizá en un futuro me gustaría tener un local más grande, pero crecer mucho me da un poco de respeto. Estoy feliz con mi negocio, con mi trabajo y con mis clientes. Quiero seguir disfrutando con lo que hago, innovando y sacando nuevos productos”.
Podéis visitar el local de PatiPatú, en la calle Jorge Cocci número 23, en horario de mañanas: de martes a sábado hasta las 14:30h y los domingos hasta las 14:00h (solo cierran un domingo al mes). Además, también recogen pedidos y encargos a través de sus redes sociales, por teléfono o puedes acercarte allí, y de paso te tomas un pedacito de cualquiera de sus pasteles.
Muero por probar las albóndigas de los jueves!! Gracias Laura por esas descripciones tan jugosas