Directora, guionista productora… Sadie Duarte es una mujer muy completa y entregada enteramente al mundo del cine. Es su pasión, su vida…
Tras su último corto Las Luces del Amanecer (2020), que ya lleva cosechados 19 premios internacionales (lo que hace un total de 99 entre sus 5 cortos), Sadie se atreve ahora con un musical: Between Here and Gone – Aquí y más allá.
Between Here and Gone es un nuevo corto que está previsto vea la luz a principios del 2022 y que acaba de rodarse en Zaragoza (Parque Torreramona, Castillo de Alfajarín, Movera y Café Dublín), con un reparto excepcional: Iván Gisbert, Viki Lafuente, Alfonso Desentre, Fernando Corral, Jesús de Miguel y Rafael Kyokai.
Hablamos con Sadie sobre su proceso de rodaje de un cortometraje y su proyecto más reciente.
Sadie, ¿cómo es la vida de una guionista? De repente te levantas un día y tienes una idea… cuéntanos un poco tu día a día.
Cualquier situación cotidiana es siempre una fuente de inspiración. Lo mismo ocurre con mis propias vivencias personales y con las que percibo a mi alrededor.
Normalmente lo que hago cuando creo que hay algo que debo transmitir es ir madurando esa idea en mi mente, y cuando he encontrado suficientes motivos para pensar que va a llegar al público, es entonces cuando empiezo a tomar notas a mano, en cualquier cuaderno, y de ahí sale un borrador que me sirve de base para sentarme delante del ordenador.
La historia fluye. Siempre lo hace. Pero el proceso creativo es lento.
Yo que empecé hace muchos años en el terreno literario y aprendí que no basta con redactar algo porque sí. Hay que leer, releer y revisar. Hace veinte años no pensaba en ello, pero en la universidad me enseñaron a ser extremadamente perfeccionista. Y si además lo que escribes es un guion, hay que aprender a sintetizar. Eso es lo realmente complicado.
Hoy en día cualquiera puede escribir pero no todos son escritores. Cualquiera puede dirigir o actuar pero no todos son capaces de saber hacerlo. Yo soy docente. Me formé como tal. Como cualquiera, he ido aprendiendo y superándome como profesional y sigo haciéndolo.
Cuando una idea bulle en mi cabeza es cuando la desarrollo de principio a fin. No tengo por costumbre empezar una historia, dejarla y retomarla.
Tienes un estilo muy americano a la hora de rodar (los planos, los protagonistas…), ¿por qué te basas en ello? ¿dónde encuentras la inspiración?
Me especialicé en cine británico y de Hollywood en la universidad. Desde pequeña sentía fascinación por las películas de habla inglesa pero sobre todo, el cine norteamericano. Cuadra con mi manera de pensar y de ver la vida.
Mis costumbres son muy americanas, desde siempre. Hay situaciones que vivimos aquí que no las entiendo. Muchas veces en reuniones con gente española estoy fuera de lugar porque no comparto nada de lo que dicen ni lo que sienten. Eso no quita para que respete a todos, pero nunca he encajado. Podría hacer cine muy español pero no quiero emprender algo que no me llena. Cualquier historia que pienso me lleva a temas universales y no centrados en el ámbito español.
Por otro lado, la inspiración está siempre latente en las pequeñas cosas de la vida.
Eres muy meticulosa a la hora de trabajar, lo tienes todo milimétricamente pensado y ordenado. ¿Cómo se pone en marcha un cortometraje?
Cuando eres cortometrajista aprendes a ser multifunción. Me gusta supervisar todo porque si es un trabajo tuyo nadie es mejor que uno mismo para organizarlo. La gente que colabora conmigo sabe que me tiene que informar de cada paso.
Pensar en un plan B mientras estás con el A es esencial para no llevarte sorpresas. Y ser resolutivo es indispensable. Suelen pasar muchas cosas en un rodaje y cuanto más controlado esté todo, menos preocupaciones se encuentran después.
Lo principal es planificar, establecer prioridades y resolver. Y por supuesto, nunca dejar nada para el último minuto.
¿Cuáles son las fases de un corto, desde el proceso creativo hasta tenerlo montado y ya listo para la presentación?
No soy partidaria de un método único para todos porque cada uno sabe organizarse de distinta forma. Un corto puede ser sencillo o extremadamente complejo, tener un buen presupuesto o no contar con casi nada y, por eso, cada caso es diferente y debe estudiarse de antemano.
Eso sí, la fase de pre-producción es esencial porque si ahí está todo bien organizado. Todo va a fluir mucho mejor. Independientemente del dinero que se invierta y de ver si es viable, localizaciones y demás, empecemos por una buena historia o quizás una historia diferente y un buen casting.
Un rodaje tampoco se puede llevar a cabo sin un buen equipo técnico. Está muy bien contar con amiguetes que ayuden, pero si no son profesionales, seamos honestos, el resultado no va a ser el esperado. Yo el cine me lo tomo en serio y al público también. Soy realizadora y me he formado en ese campo. A día de hoy, no he tenido la suerte de contar con financiación externa pero lo que he hecho hasta ahora con los pocos medios que he contado, son trabajos dignos.
Mis historias pueden gustar o no, pero amo mi profesión y nadie puede decir lo contrario. No es lo mismo rodar un corto con una subvención que hacerlo sin nada. Muchos de nosotros nos tenemos que apañar sin ayudas.
Si uno tiene 30.000 euros en el bolsillo que le han dado, puede hacer un trabajo brillante y con mucho menos esfuerzo que el que cuenta por ejemplo con 3.000 que ha ido ahorrando poco a poco. Quizás el primero pueda alquilar una Arri y una grúa con cinco operarios a su disposición y contratar al mejor director de fotografía de la ciudad, pero si ambos cuentan una historia parecida, más mérito debería tener el que ha hecho los mismos tipos planos con una cámara de menor categoría, un trípode y un operador.
Los cineastas creamos sueños, pero no nos olvidemos de que los sueños son historias y eso es lo que debería prevalecer por encima de los medios.
La proyección de los cortos lleva un camino diferente al de los largos ya que se presentan en festivales. Explícanos, por favor, cómo funciona este procedimiento.
Lo que hay que tener en cuenta es que hacer un corto y subirlo a redes inmediatamente no sirve de nada salvo que tengas miles de seguidores. Hay que mandarlo a festivales.
Uno puede optar por buscar una distribuidora que haga el trabajo o llevar la distribución personalmente. De una manera o de otra hay que invertir. En España hay bastantes festivales que ya cobran cuota de inscripción y otros son gratis, pero en el extranjero presentar candidaturas es caro.
Otra cosa a tener en cuenta es que los cortos no dan dinero. Son una carta de presentación para darte a conocer y aunque uno tenga la suerte de conseguir un premio monetario, no se recupera lo invertido.
Rodar un corto y mandarlo solamente a festivales españoles me parece un error porque limitas su recorrido. Es preciso ver la temática del corto y en qué países puede funcionar. A partir de ahí es diseñar una estrategia en base al presupuesto disponible. Y si no dispones de un mínimo para el circuito de festivales, mejor no ruedes nada…
Centrándonos en tu último trabajo, Between Here and Gone, ¿de dónde surge la idea de rodar un musical, un género no muy habitual en cortos?
Conocí al actor, director, productor y dramaturgo Iván Gisbert en el festival K-lidoscopi de Cullera y me propuso rodar un musical. Dudé bastante porque por experiencia con mi primer trabajo de este tipo, DMUS (2015), fue muy complicado llevarlo a cabo. Luego lo pensé mejor porque tenemos ideas y una visión muy parecida.
Escribimos juntos el guion en una semana y aquí estamos tras haber concluido el rodaje. Iván es uno de los mejores profesionales que he tenido la suerte de conocer. Pienso que su potencial es increíble y que su presencia no ha sido aprovechada en el panorama nacional. Ha estado muy limitado. Con este trabajo, cambia radicalmente tanto su look como su registro y va a sorprender.
¿Nos puedes dar una pincelada de la historia de Between Here and Gone?
No es el típico musical al uso. Es un drama con trasfondo social. Un rockero y una aspirante a artista que cruzan sus caminos cuando parece que ya no hay esperanza para ninguno.
Todo tiene que estar perfectamente cuidado, desde los protagonistas hasta la elección del equipo técnico. ¿Cómo has llevado a cabo esa selección? ¿Con quién has contado en esta ocasión?
En mis últimos trabajos he contado con la gran mayoría del equipo técnico que son excelentes profesionales con los que me entiendo perfectamente. Es verdad que por el Covid, el personal lo he tenido que reducir mucho. Nunca está de más tener más gente en un rodaje pero la pandemia limita demasiado.
En cuanto a los actores, yo tenía claro quiénes iban a ser porque todos encajan perfectamente en el perfil de sus personajes. Aquí no ha habido ningún favoritismo, ni amigos, ni recomendaciones. Los que están son los que deben ser y no ha habido ninguna opción B porque todos dijeron que querían formar parte del proyecto inmediatamente.
El equipo que forma parte del cortometraje es:
Interpretado por Iván Gisbert, Viki Lafuente, Alfonso Desentre, Fernando Corral, Jesús de Miguel y Rafael Kyokai.
Banda sonora original de Joe Taylor
Guión: Iván Gisbert y Sadie Duarte
Dirección y producción ejecutiva: Sadie Duarte
Director de fotografía, operador de cámara, iluminación y postproducción: Fernando Medel
Ayudante de iluminación: Joel Almeida
Jefe de sonido: Álvaro Pérez Peirote
Dirección de producción: Sadie Duarte
Ayudantes de producción: Sara Abecia y Merrick Wells
Script: Sara Abecia
Ayudante de dirección: Jesús Marco
Maquillaje y peluquería: Global Make Up (Kike Franco)
Jefa de vestuario: Silvia Puyal Con la colaboración de Ana Miranda Estudio, Blue Velvet Vintage, NotthingHill y La Gramola
Dirección artística: Sadie Duarte
Grabación, edición y masterización canciones: Dan Barrow
Temas musicales de Joe Taylor interpretados por Iván Gisbert, Viki Lafuente y Merrick Wells
Dron: Dan Barrow y Miguel Jiménez
Foto fija: Juan Moro, Javier Balduz, Carlos Lorente y Gabriel Martínez
Banda de músicos The Phantoms (figuración): Merrick Wells, Ben Ansell, José «Tito» Porta, Pau Cansado y Pablo Cansado.
Figuración: Manuel Sin (Global Make Up) y Silvia Puyal
Cartel: Juan Moro
¿Puedes relatarnos alguna anécdota interesante ocurrida durante del rodaje?
En esta ocasión, más que anécdotas fue lo complejo de reunir a una banda de rock a finales de julio y que además vinieran con sus instrumentos musicales.
Gracias a Merrick Wells y Pau Cansado se pudo conseguir. Además, el primer día de rodaje no pudo estar todo el equipo y cuando eso pasa hay que improvisar. Mención especial para mi ayudante de producción Sara Abecia que tuvo que currar el doble y el triple por varios frentes. Pero en general, el equipo ha estado ayudando continuamente y aportando soluciones cuando ha sido necesario.
Estoy muy feliz de poder contar con todos porque son de lo mejor de Zaragoza y a nivel humano no los supera nadie.
Tienes un proyecto en mente muy interesante… ¿puedes darnos un pequeño adelanto o mejor lo prefieres mantener como sorpresa?
Iván y yo esperamos que Between Here and Gone pueda llegar a convertirse en un largometraje pronto.
Y ya para terminar, estamos ansiosos de ver el resultado, previsto a principios de 2022, pero, mientras tanto, tengo entendido que en septiembre podremos ver Las luces del amanecer, y hasta finalizar 2021 habrá algún adelanto de Between Here and Gone. ¿Qué detalles nos puedes dar al respecto?
Las Luces del Amanecer se podrá ver en la Muestra de Cortometrajes Aragoneses en septiembre en el Teatro de las Esquinas de Zaragoza ya que forma parte de la selección oficial. Y si todo va bien, habrá un trailer de Between Here and Gone antes de final de año.
Más información acerca de Sadie Duarte y sus trabajos en los siguientes enlaces: Between Here and Gone, Las Luces del Amanecer facebook, twitter, instagram y Youtube
