El yoga es un mundo de respeto hacia uno mismo. Es conocer tus límites mediante un profundo trabajo interior, que incluye la comprensión, la aceptación, la escucha interna, el sentir cómo funciona el cuerpo y el aprender a respirar.
Desde Viparita (C/ El Campanile 16), Patricia Pérez transmite toda esa esencia para conseguir equilibrar cuerpo, mente y alma.
Patricia Pérez es una joven nacida en Zaragoza, extrovertida y sincera. Valora una buena conversación y estar rodeada de personas que la nutren. Sin embargo, cada vez aprecia más el silencio y disfruta de los momentos en soledad, creyendo que es la única forma de poder escucharse a sí misma.
Le encanta leer y aprender cosas nuevas, especialmente sobre la mente y el comportamiento humano. Le gusta comprender el funcionamiento del mundo que la rodea, y en esa búsqueda de respuestas llegó al yoga hace ya unos cuantos años.
¿Por qué y cuándo te embarcaste en esta aventura de la vida slowlife y transformación personal? Cuéntame un poco la historia de cómo llegaste a adoptar esta filosofía como modo de vida.
Soy una millennial de manual. Me vendieron la idea de que había que hacer una carrera y colocarse pronto en el mercado laboral. Se suponía que había que trabajar duro, esforzarse al máximo y demostrar tu valía, siendo mejor que los demás. Y yo compré esa idea por completo. Hice todo «bien»: obtuve mi título de Ingeniera Química y me coloqué rápidamente en una multinacional, donde trabajé durante casi 12 años.
Comencé desde abajo y fui ascendiendo hasta alcanzar el puesto soñado. Cuando eso ocurrió, no me lo podía creer… pero estaba agotada y triste. Sentía una gran insatisfacción y un vacío enorme. Supongo que eso es lo que se siente cuando lo que haces no está alineado con tu verdadera esencia. No fue hasta ese momento que empecé a querer escucharme. Nunca me había preguntado qué es lo que realmente me gustaba o me apetecía hacer; siempre hacía lo que se suponía que tenía que hacer (estudiar, trabajar).
«Mi vida había sido una carrera para llegar a algún sitio y, por primera vez, me detuve en seco y me hice preguntas.»
Por aquel entonces, había empezado a asistir a clases de yoga y, poco a poco, me atrapó. Cuando estaba en la esterilla, me sentía en casa. Sentía que dejaba una mochila muy pesada en la puerta de la sala y que, mientras duraba la sesión, era únicamente yo, escuchándome y acompañándome. Mi deseo de estudiar, leer y conocer más, que siempre me ha acompañado, me llevó a comenzar mi formación como profesora de yoga. Fue algo que emprendí por el puro placer de aprender y conocerme mejor.
Pero no fue hasta la llegada de mi hija en 2019 cuando toda mi vida se puso del revés. Ella lo cambió todo. Mis prioridades cambiaron, y el impulso de convertirme en la mejor versión posible para ella me llevó a tomar decisiones que hasta ese momento no había sido capaz de tomar. Por aquel entonces, mi práctica de yoga ya había comenzado a transformar mi vida y a cambiarme a mí. Además, había finalizado mi formación como profesora de yoga, una formación que dura cuatro años.
Mi etapa como ingeniera llegó a su fin; ya no le veía sentido continuar en ese camino. Me siento agradecida por todo lo aprendido y compartido durante esos años. Durante mucho tiempo fui muy feliz realizando ese trabajo. Me quedo con mi evolución profesional y personal, y con algunas personas maravillosas que encontré allí. Sin embargo, ya no era mi lugar.
Hacía ya algún tiempo que sentía la necesidad de compartir con otras personas lo que el yoga me hacía sentir, y había comenzado a impartir algunas clases. Así, a fuego lento, se fue cocinando la idea de abrir mi propio espacio. Finalmente, en diciembre de 2022, Viparita Yoga y Bienestar abrió sus puertas.
¿Cómo definirías Viparita? ¿Qué nos ofrece?
Viparita es el centro al que a mí me gustaría asistir, con una atmósfera ligera, luminosa y que transmita calma. Cuando llegaba a mi escuela de yoga, nada más entrar, sentía que era momento de disfrutar y de conexión conmigo misma. Busco que mis alumnas y alumnos sientan algo parecido: crear un espacio seguro, de calma y de descanso mental.
¿Qué técnicas utilizas?
Soy profesora de Hatha Yoga, y es la actividad predominante en el centro. Estoy enamorada de esta técnica porque tengo en mi propia experiencia la prueba de que es muy efectiva. Sin embargo, soy consciente de que existen otras prácticas que también pueden funcionar muy bien. Para ello, me he rodeado de las mejores profesionales en cada una de las disciplinas que se imparten en Viparita.
¿Puedes detallar las actividades que impartes?
De forma directa, imparto Hatha Yoga, que es mi especialidad. Además, en el Centro, también ofrecemos clases de Vinyasa Flow, Pilates e Hipopresivos. Todas estas actividades tienen frecuencia semanal desde septiembre hasta junio-julio.
Además, de forma puntual, hacemos talleres temáticos. Hasta la fecha hemos hecho talleres de dibujo de mandalas (otra de mis pasiones), posturas invertidas, trabajo en caderas, técnicas de relajación en cuello y brazos, yoga en familia… Se puede encontrar la descripción más detallada de cada una de las actividades en su web.
¿Qué beneficios aportan tus sesiones?
A nivel general, buscamos que las personas se dediquen un poco de tiempo a sí mismas, fomentando el autocuidado. Queremos generar silencio mental, tomar conciencia del propio cuerpo y detener un poco el ritmo frenético de estímulo visual y sonoro que nos invade por todas partes.
De forma más específica, podemos encontrar beneficios a nivel físico, como la mejora en la elasticidad y tonicidad muscular, la movilidad articular y todo lo que implica el movimiento respetuoso con el cuerpo. A nivel mental, generar este espacio de descanso y silencio ayuda a manejar el estrés, la ansiedad y otras afecciones que lamentablemente son muy comunes.
Además, el yoga tiene una dimensión espiritual, que no es religiosa. Esta práctica, que en realidad es una filosofía y un estilo de vida, puede ofrecer respuestas a algunas preguntas y llenar ciertos vacíos. Todo depende del estado de conciencia en el que se encuentre cada alumna o alumno.
¿Horarios de sesiones? ¿Son sesiones grupales o individuales?
La mayoría de las sesiones son grupales. De forma puntual, si hay alguna alumna o alumno que necesite y solicite una clase individual, por tener algún requerimiento especial a nivel físico, mental o emocional lo solicita, se puede hacer, pero es poco habitual. Ya se puede consultar el horario que estará disponible para el curso 24-25 en su web.
Tu vida sana dedicada al yoga, ¿la completas con otros hábitos saludables?
La verdad, es que la experiencia me ha demostrado que los milagros no existen y que todos conocemos lo que funciona para sentirnos bien: alimentación saludable, hidratación, deporte, respetar el sueño y los periodos de descanso.
¿Cuáles son tus recomendaciones para llegar a ese estado de bienestar personal?
Uff, ese «estado de bienestar personal» no existe desde mi punto de vista. Es una expectativa poco realista. Hay días buenos y días no tan buenos, como le pasa a todo el mundo.
Ser profesora de yoga no me convierte en un ser de luz inmune a los mismos problemas que afectan al resto de las personas. Soy una humana más, tratando de encontrar respuestas.
Recientemente, he aprendido a valorar el silencio y los espacios en soledad, y a invertir mi tiempo y energía en proyectos y personas que me nutren. He aprendido a ser selectiva y a decir NO. He asumido la responsabilidad de mi propia felicidad, en lugar de esperar que venga del exterior. También he tomado conciencia de las creencias y patrones adquiridos que ya no me sirven y los he trabajado en terapia.
¿Qué personas pueden practicar tus sesiones? ¿Contraindicaciones?
Debido a que tenemos oferta de distintas actividades, creo que cualquier persona se podría sentir cómoda en alguna de nuestras sesiones. Dependiendo de la actividad, además, nos podemos ajustar hasta cierto punto en caso de que haya alguna particularidad, y ajustar la clase a esa situación concreta (embarazo, lesión, etc.). Tenemos todo tipo de alumnas y alumnos de edades comprendidas entre los 19 y los 65 años.
¿Cómo está siendo la respuesta de la gente?
La verdad es que no puedo estar más contenta. Nos situamos en el barrio de Parque Venecia y la mayor parte de los alumnos y alumnas son vecinos del barrio. Sin embargo, poco a poco está llegando gente de otros barrios.
El próximo curso, ya será el tercero y siento que estamos creando una familia muy bonita. Muchos de los alumnos llevan con nosotras desde que abrimos. Otra cosa que me hace mucha ilusión es que algunos alumnos y alumnas han traído a sus parejas, familiares o a sus propios hijos e hijas. Es precioso ver cómo practican juntos y por separado. Cuando le recomiendas algo a alguien a quien quieres mucho es porque tu estás muy contento y eso nos hace muy felices.
Más información: mail: info@viparita.es; teléfono: 691142742; Dirección: Calle El Campanile 16, 50021, Zaragoza; web: instagram; facebook.
Enhorabuena Patri!! Me encantan tus reflexiones y que hayas llegado a ese estado de calma. Bonita por fuera y por dentro, te mereces que todo te vaya fenomenal porque eres maravillosa