
MIZ descubre el comercio de Adela García, una casa de graneles ubicada en Bretón, 48
Se nota cuando detrás del pequeño comercio hay cariño y cuidado. Con su amabilidad, Adela García contagia el ideario que guía su casa de graneles ubicada en la calle de Tomás Bretón, 48, en el zaragozano barrio Universidad. Además de familiarizar de nuevo con la compra a granel de toda la vida, De Ida y Vuelta busca promover que cada cliente que entra en la tienda acuda con su propio envase. Made in Zaragoza (MIZ) se acerca a su local y habla con ella.
¿Siempre ha tenido las inquietudes plasmadas en el concepto de la tienda?
Sí, siempre. Desde bien pequeña ya iba a reciclar el papel y nos daban un duro (ríe). Siempre he tenido la inquietud, y luego en casa aprendí además la cultura del aprovechamiento, que es lo que pretendo con esta tienda, que se aprovechen las cosas.
¿Cuándo abrió De Ida y Vuelta? ¿Cómo decidió iniciar esta etapa emprendedora?
La tienda lleva abierta desde mayo de 2023. Tengo unos cuantos años y he dado muchas vueltas. Fui trabajadora social pero también he tenido empleos distintos porque he vivido en el Pirineo, en Teruel y en Paraguay. He hecho muchas cosas distintas, aunque tener un negocio siempre había sido uno de mis sueños. Mi padre era comerciante, por lo que supongo que también habrá influido. Heredé el piso de mi padre, y gracias a su venta he podido vivir mi aventura. Podría haberme comprado una furgoneta y dedicarme a viajar, pero elegí esta opción por mi sueño, por hacer algo por el medio ambiente y contribuir a cambiar la forma en que se consume.


De una u otra manera, la compra a granel siempre ha estado. No obstante, poco a poco este tipo de comercios han reverdecido en Zaragoza.
Hay más concienciación acerca de que hay que cuidar el planeta y unos recursos que son limitados. El problema es que, aunque hay más, sigue habiendo pocas tiendas en las que se pueda comprar así. Tendría que haber más para que se notase el cambio.


¿Qué puede encontrar el cliente en De Ida y Vuelta?
Mi intención ha sido tener un poco de todo de lo básico, lo que comemos o utilizamos en general: legumbres, pastas, arroz, frutos secos, harinas, especias, frutas deshidratadas, huevos, miel, infusiones, café, cereales… Y aparte tengo productos de limpieza del hogar e higiene personal. Eso es lo distinto respecto a las tiendas que había hasta ahora en la ciudad. He nacido con las dos vías ya mezcladas. Hasta ahora había sobre todo tiendas de solo alimentación o de solo limpieza, cosmética e higiene. Mi principal misión es contribuir a que se pueda realizar la compra y llenar la despensa sin generar basura. También promover que se compre la cantidad que uno realmente necesita. Los productos los ofrezco al mejor precio que puedo. No puedo competir con los supermercados, si bien el hecho de que no haya envases de por medio implica menos precio que si los hubiera.
¿Los productos disponibles son de proximidad?
En la medida de lo posible apuesto por la proximidad. La pasta es de Daroca; las nueces ahora las tengo de Ejea y de Huesca; los huevos son de Peñaflor; el jabón de mano y el champú sólido los hacen en La Puebla de Alfindén; la miel es del Pirineo; el café, de Zaragoza. Respecto a las legumbres, casi todas son de Castilla y León. En cambio, la lenteja roja procede de Canadá. Poco a poco voy definiendo y me voy adaptando.
No pocos clientes se han acostumbrado a traer sus propios envases.
Lo ideal es que cada uno traiga sus envases, del tipo que sean, todos valen. Estos se pesan y se llenan. Y si no, para los alimentos dispongo de bolsas de papel y para los jabones tengo botes reutilizados gratuitos.

¿Cómo está siendo la andadura comercial?
Estoy muy contenta por la buena acogida. El barrio (Universidad) es estupendo. Al principio se notaba que había gente que venía a comprar para apoyar a la tienda nueva que ha abierto. Algunas de estas personas casi no vienen ahora, quizá porque ven que entra más clientela y se dicen “vuelvo a lo mío”.
Ojalá cambiaran en mayor medida su forma de consumir, si bien cada uno llevamos nuestro ritmo. En todo caso su gesto fue de agradecer.