María Moliner en la mirada de Vicky Calavia

Laura Gil 18 abril, 2017
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El María Moliner es un diccionario; la manera familiar, frecuente, de referirse a él. Pero, ¿y ella? ¿Quién es la mujer con la que conversamos al consultarlo? Transitar de la obra a la persona en formato audiovisual fue el reto que asumió la realizadora zaragozana Vicky Calavia en su último trabajo ‘Tendiendo palabras’, un largometraje documental que recorre la vida de la admirable aragonesa, nacida en Paniza en el año 1900. Se trata de un retrato delicado, con tintes poéticos, ajustado a la sensibilidad de su protagonista.

 

“No le gustaba hacer hincapié en lo feo, en lo áspero de la vida”, destaca Calavia. Este rasgo de su personalidad pudo ser razón suficiente, considera la directora, para dejar las palabras malsonantes fuera de su diccionario. “Creo que la ausencia de tacos encaja muy bien en su sentido de las cosas estética y éticamente bellas”, expresa la autora del documental, en el que se recogen valiosos testimonios como el de Carmen Ramón Moliner, hija de la diccionarista.

 

A Calavia le gusta también destacar otra cualidad de Moliner, tan aragonesa como lo son sus raíces: la tozudez. Basta como muestra la proeza de elaborar en solitario, de forma silenciosa y en el tiempo libre que le dejaba su trabajo como bibliotecaria en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid, su famoso diccionario. Lo empezó en casa, anticipando un trabajo de seis meses; acabó dedicándole quince años.

‘Diccionario de uso del español’

Moliner es dueña de una biografía fascinante pero insuficientemente conocida, a juicio de Calavia. “Más allá de que hizo un diccionario, la gente sabe poco sobre ella”, asegura. Méritos no le faltan al ‘Diccionario de uso del español’ para eclipsar a su autora y menos en año de conmemoraciones, pues se cumple medio siglo de su primera edición. Publicado por la editorial Gredos en dos tomos en 1966 y 1967, este singular diccionario fue el resultado de un trabajo tenaz, minucioso, inmenso. “Una obra que justifica toda una vida”, dijo de él el novelista y miembro de la Real Academia Española (RAE) Miguel Delibes.

 

Pegado al uso del idioma en la calle y pensado tanto para nativos como extranjeros que aprenden el español, el diccionario es único en su estilo y estructura. “En la primera edición, la que conserva el orden dado por María, encuentras relaciones de palabras, sinónimos, antónimos, que te llevan de un concepto a otro, lo que te hace pensar y ser más creativo a la hora de escribir. Es una estructura casi visionaria de lo que sería Internet, pero en papel y pensado por una sola persona durante 15 años”, describe Calavia. “Sus definiciones también son muy especiales, menos secas y académicas que las de la RAE; algunas, muy poéticas”, añade la realizadora zaragozana.

 

Entre las palabras más elogiosas y de mayor repercusión sobre el trabajo de la lexicógrafa, destacan las firmadas por el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. “Viene a ser más de dos veces más largo que el de la Real Academia de la Lengua, y -a mi juicio- más de dos veces mejor”, escribió el escritor colombiano sobre el diccionario, al que además calificó como “el más completo, útil y divertido de la lengua castellana”.

‘Tendiendo palabras’

Con definiciones extraídas de esta magna obra, teje, precisamente, Calavia el hilo de su relato en ‘Tendiendo palabras’. “Son definiciones que nos llevan por relación mental a lo que viene después, intentando seguir el modelo creado por María en su diccionario. Por ejemplo, cuando se habla de la guerra, mostramos la palabra abismo. La guerra es siempre un abismo hacia la nada”, explica la directora.

 

Así, lejos de dar la espalda a la que fue su gran obra, el diccionario se convierte en columna vertebral del largometraje y, a la vez, excusa a través de la cual descubrir episodios menos conocidos de la biografía de la ilustre aragonesa. Entre estos, su activo papel en la política bibliotecaria nacional durante la Segunda República o el “exilio interior” vivido al término de la guerra civil, cuando le arrebatan dieciocho puestos en el escalafón del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios, al que entró por oposición con solo 22 años.

 

Pasa de ser alguien muy importante en la organización de la cultura en España a ser nadie. Es un castigo, pero ella no se lo toma como tal porque es una mujer muy vital, enérgica y positiva”, subraya la realizadora zaragozana.

 

Con Moliner, Calavia da continuidad a proyectos anteriores centrados en dar visibilidad a la mujer como ‘María Domínguez. La palabra libre’, sobre la primera alcaldesa de la Segunda República (de Pozuelo de Aragón, Zaragoza), o ‘La ciudad de las mujeres’, sobre mujeres creadoras que viven o trabajan en Zaragoza. En el horizonte de su próximo trabajo también se dibuja una figura femenina, la de Natividad Zaro, de Borja (Zaragoza), guionista de la película Surcos (1951).

 

Después del estreno de ‘Tendiendo Palabras’ en Zaragoza a finales de febrero y su presentación en otras ciudades como Madrid o Bruselas, el documental será proyectado de nuevo en la capital aragonesa el 18 de mayo, a las 19:30 horas, en el salón de actos CAI-Luzán (Paseo Independencia, 10).

Autor: Laura Gil

Periodista y consultora. Genero contenidos para marcas, agencias y medios de comunicación. Busco la ciencia escondida en las calles de Zaragoza.

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