Betovi es más que una escuela de música, es un espacio lleno de color en el que adentrarse en este arte desde los primeros meses de vida. Un lugar en el que tanto niños como adultos se introducen en la música a través de todos los sentidos.
Julia Lorenzo es la directora y fundadora de espacio Betovi. Nos reunimos con ella y con su mano derecha, Beatriz Barella, para que nos cuenten cómo surgió este espacio y qué podemos encontrar al cruzar sus puertas.
«Todo vino porque yo estaba haciendo el grado superior de viola al mismo tiempo que estudiaba Educación Infantil, y empecé a dar clases por aquí y por allá. Iba a las casas, alquilaba espacios… y al final decidí unificarlo todo y tener un lugar donde poder acoger a todas las edades a las que estaba llegando», explica Julia.

Desde ese momento, Betovi comenzó a crecer hasta convertirse en todo un referente en nuestra ciudad. Actualmente es posible encontrar cursos de música que van desde los primeros meses de vida. «Empezamos desde bebés», dice Bea, «la idea era empezar durante el embarazo pero eso es algo difícil de sacar. Lo que hay ahora mismo es Música para Bebés, que es de 0-3 años y vienen acompañados de un adulto. De 3 a 6 años entran en Música y Movimiento, que aquí ya vienen solos; y de 6 a 12 años, que ahora se está ampliando hasta 14-15, hacen Expresión y Educación Musical. Esto es para seguir aprendiendo toda la parte teórica de la música, pero siempre vivenciada con el cuerpo».
Según explica Julia, eso no es todo ya que, complementario a estos cursos están las clases de violín y de viola. «Estas son desde los 3 años hasta 80, que tiene nuestra alumna más mayor. También hacemos música de cámara, que es algo novedoso ya que en los conservatorios se hace cuando tienen bastante más nivel y son más mayores. Aquí son grupos de diferentes instrumentos y estamos empezando desde niveles bajitos, desde los 7-8 años . Para terminar, también tenemos una orquesta de violines y violas, un ensemble, para poder darles la oportunidad a todos de tocar en un gran grupo».

Betovi tiene una esencia propia. Julia se fue formando en diferentes lugares de los que cogió referencias y pronto entró Bea. Entre ellas han creado su forma de hacer las cosas. Fundamentos como el método de música Gordon, que es la que utilizan desde bebés; o el método Suzuki para la parte de violín, se suman a un acompañamiento a la crianza y a las personas en general desde una mirada muy respetuosa que caracteriza la esencia de Betovi.
Para estas profesoras lo más satisfactorio de acercar a los niños la música son las buenas sensaciones que se crean. Según Bea: «Acercar los más pequeños al mundo de la música nos supone una satisfacción maravillosa porque vemos el proceso que van teniendo desde que son bebés, desde que les damos un primer acercamiento a la voz cantada. Vemos ese avance que se va produciendo en una primera escucha, cómo luego van devolviendo las respuestas y ese proceso que vivimos con ellos es súper satisfactorio para nosotras».

Betovi tiene grandes proyectos para el futuro. Por una parte van a cambiar la dinámica en las clases de violín y viola para incluir sesiones colectivas en las que se va a introducir el movimiento. Un proyecto nuevo que existe en pocos sitios pero es muy interesante para los pequeños. También van a ampliar las actividades en familia. En los próximos años quieren organizar conciertos dirigidos a familias en los que contar cuentos cantados acompañados de instrumentación. «Creemos que puede ser muy enriquecedor, como una parte extra a lo que ya ofrecemos en el día a día de la escuela», confiesa Julia.
Desde este curso también quieren llevar su música a otros centros. «Hemos empezado a ir más a escuelas infantiles y colegios, tanto para hacer talleres puntuales como para ofrecer actividades extraescolares», comentan, «también trabajamos con centros con niños con discapacidad. Este es un foco que se llama Betovi Itinerante, y que nos permite llegar a más sitios».

Por último quieren ofrecer formación sobre lo que hacen. Para Bea esto es muy interesante porque: «Nos permite sembrar nuestra semilla. Creo que Betovi tiene ya una manera de hacer a través de cómo nos hemos ido formando y lo que hemos construido aquí. Este proyecto consiste en ofrecer formación tanto para profesores de Escuelas Infantiles que no sepan de música, como para profesores de música o para madres y padres que quieran saber cómo guiar lo que los niños viven en Betovi para luego hacerlo en casa».
Si quieres probar una de las clases que ofrecen o regalar música, en Betovi tienen preparadas unas cajitas experiencia. En ellas podrás elegir entre talleres de fin de semana para bebés junto con un adulto o música en familia para niños de 3 a 5 años junto con un adulto. «También se puede venir sin que sea un regalo», dice Julia, «ya que son actividades que tenemos desde septiembre hasta junio.

Ya está abierto el plazo de matriculación para las actividades del curso que viene. Entra en la web de Espacio Betovi y consulta toda la información sobre sus cursos y talleres. Si quieres vivir la música de una forma muy especial… ¡corre, que las plazas vuelan!




