Tras las primeras reuniones de análisis con los proyectos participantes de MIZ-Lab 6 hemos fijado la ruta a seguir con cada uno de ellos. Son proyectos muy diferentes entre sí y cada uno tiene sus propias particularidades por lo que hemos partido de unas preguntas clave para fijar los puntos de partida.
1- Identidad de marca.
¿Tienen una imagen corporativa global?
Con esta pregunta analizamos si toda la identidad de un negocio tiene consonancia.
El mercado es tan competitivo hoy en día que la primera sensación que percibe un ciudadano, que puede ser un posible cliente, tiene que ser especial. Esta sensación “memorable” se consigue cuando un negocio destaca respecto al resto de negocios, y esto pasa cuando dos cosas se unen:
- Cuando la línea de negocio o la actividad es diferentes y original
- Cuando la marca tiene un hilo conductor
De esta manera se consigue generar buenas sensaciones en las personas.
2- Espacio físico.
En el caso de que tengan un lugar de trabajo abierto cara al público, ¿sigue la línea estética de la marca? ¿Nos transmite los valores que la empresa tiene? ¿Es agradable y acogedor?
El espacio es la primera impresión física que tenemos de un negocio. El primer input que un posible cliente recibe cuando entra en un negocio tiene que ser agradable y generar una experiencia de compra satisfactoria.
La decoración, el mobiliario, los colores, la iluminación… son elementos que ayudan a transmitir ideas acerca de la marca.
3- Elementos gráficos.
¿Cómo es su logotipo? ¿Tiene elementos de papelería como tarjetas y folletos desarrollados? ¿Van en consonancia con la imagen de la marca? ¿Son atractivos? ¿Cómo es su imagen y presencia online?
Al igual que el espacio físico, la imagen gráfica es de los primeros elementos que nos pueden contar acerca de lo que hay detrás de un negocio. Una identidad corporativa pensada en conjunto, un logotipo diseñado con gusto, actual, que está en concordancia con los valores de la marca, que las tipografías transmiten las sensaciones que queremos que transmitan es esencial para que nuestro negocio tenga potencial.
Es importante seguir una línea estética y utilizar siempre las mismas tipografías y colores corporativos para generar una imagen más compacta, potente y no confundir al cliente.
4- Packaging.
En el caso de que envíen productos a domicilio, ¿tienen un packaging cuidado? ¿qué sensaciones produce en el consumidor el recibir ese paquete?
Otro elemento a tener en cuenta sobretodo desde el auge de las ventas online y el comercio electrónico es el de cómo se presenta el producto que los clientes reciben. La experiencia de compra no acaba una vez que has realizado el pago sino que finaliza cuándo recibes tu producto y es ahí cuando el packaging entra en juego.
Una presentación especial, un envoltorio diferente, una personalización de la caja… elementos cómo estos son clave para generar en el cliente emoción y conseguir una experiencia de compra para recordar y contar.
5- Presencia en otros espacios
¿Realiza charlas o talleres? ¿Expone su producto en ferias, bodas o eventos? En ese caso, ¿cómo es su presencia en estos lugares?
Al igual que en el espacio físico y en la imagen gráfica hay que cuidar la imagen que mostramos de nuestra marca, cuando un negocio “sale fuera” tiene que mantener la misma imagen de marca. Cuidada, agradable y trabajada para que sea memorable.
¡Sigue toda la actualidad de esta edición del Laboratorio de Innovación Comercial MIZLab en su sección en la web! Podrás ver cómo implementan las acciones de estrategia, diseño y comunicación paso a paso.
