Las fotografías son ilustraciones de nuestra vida, y nos hacen únicos porque esas miradas, nos ayudan en nuestra definición como seres humanos Son una ventana que nos permite revisitar momentos felices, mirar el rostro de familiares y amigos, o de lugares perdidos, o que nos ayudan a reafirmar e incluso mejorar nuestra imagen en redes sociales.
Todos hemos recurrido a un profesional de la fotografía en varias ocasiones, en ocasiones, pasando a ser casi parte de la familia. No sólo en las inevitables bodas, bautizos y comuniones, sino cuando queremos lanzar un negocio o vender un producto atractivo. La imagen, hoy en día, es sinónimo de éxito, y necesitamos un profesional que saque todo el partido.
En Zaragoza tenemos excelentes profesionales. A continuación, os presentamos algunos de ellos.
Cultus (Ester Gascón)
Tras formar parte del semillero de ideas de Zaragoza Activa, esta profesional decidió abrir su negocio hace dos años, ofreciendo servicio de fotografía, grabación de video y diseño gráfico, orientado al mundo cultural y a las artes escénicas, trabajando principalmente con compañías de teatro y danza.
Siempre ha estado en temas de realización audiovisual por cuenta ajena, y en la parte de producción de artes escénicas. Su agenda de trabajo está marcada por las temporadas teatrales y culturales, aunque también trabaja con otros medios web en el apartado creativo. Ester cree que la imagen perfecta es aquella que te transmita algo, que te mueva.
Recuerda con especial cariño el espectáculo de danza “Penélope” de Ingrid Magrinyá, que se estrenó en el Teatro Principal, por la libertad creativa que le dieron a la hora de grabar y promocionar el espectáculo.
La imagen de Zaragoza con la que se quedaría es una imagen aérea de la parte antigua de la ciudad, la antigua villa romana; y cuando vuelves por la autopista y ves las torres del Pilar y sabes que estás en casa.
Veridika (Paseo Lagos Alba, 69)
Es una agencia de publicidad que ofrece un servicio integral, incluyendo creación de páginas web, imagen corporativa, catalogos, y fotografía, especialmente infantil.
Esta empresa nació gracias a la pasión de sus creadores, Carol Cabrejas y Alberto Estivill, que lo fueron madurando cuando trabajaban para otros en publicidad y diseño de páginas web. Su reputación les precede, ya que nunca han necesitado hacerse publicidad “todos nuestros clientes, vienen recomendados por clientes anteriores que nos han recomendado”.
Uno de sus últimos trabajos ha sido una campaña para una agencia de abogados, y todo el tema fotográfico lo han hecho ellos. Aunque su verdadera pasión es trabajar con niños, especialmente comuniones. “Es un momento muy bonito, las familias están muy contentas, los niños son muy receptivos a hacerlo bien”
Una buena fotografía «busca equilibrio, un poco de originalidad y técnica». La imagen de Zaragoza con la que se quedarían es el Palacio de Congresos, por su forma y materiales.
Jorge Sesé (Calle Estudios, 15)
Tras muchos años formando parte del equipo “Olmo y Sesé”, Jorge vuelve a empezar en solitario en la misma ubicación. Tras estudiar fotografía, se juntó con un amigo y decidieron abrir un estudio en la Magdalena, ofreciendo reportajes, books e imagen de producto. También han impartido talleres y cursos, para que los aficionados aprendan y mejoren su técnica: «una buena fotografía debe tener luz, realidad, atrapar un momento y contar algo».
Sus clientes son principalmente gente joven, por las bodas y el tema social. “Viene gente que pide un book para sus redes sociales, para tener un banco de imágenes de calidad”. La mayoría de sus clientes son muy fieles: “nos encargan sus fotos de boda, y con el tiempo nos llaman para el bautizo, luego las comuniones… toda una vida en imágenes”.
Entre los encargos más curiosos que han realizado, se encuentra fotos del Aragón misterioso, para un periódico, o una clienta que se acababa de divorciar y encargó un book para mejorar su estado de ánimo.
Si sólo pudiera sacar una foto de Zaragoza, seria el Pilar al atardecer, el símbolo de la ciudad.
Inés Garp (Calle Don Juan de Aragón, 14)
Después de trabajar como interiorista durante casi 10 años, Inés decidió cambiar Madrid por Zaragoza. Abrió una cuenta de Instagram para conocer gente, y empezó a publicar imágenes de sus sitios favoritos de Zaragoza, de su vida, y de todo lo que le llamaba la atención. Con tanto éxito que llegó a alcanzar 40.000 seguidores, y le empezaron a llegar ofertas de trabajo para publicitar productos en Instagram.
Está especializada en fotografías de producto o de tema gastronómico. Sus clientes suelen ser negocios de restauración, productos de cosmética y moda.
Uno de los momentos profesionales que más ha disfrutado, son las sesiones son las que comparte con otra diseñadora e Instagramer, Cristina Caballero (Criscrascrush), con la que se complementa muy bien y con la que ha realizado trabajos para relojes Festina o la sangría Lolea.
Respecto a su técnica, cree que una buena fotografía debe saber captar los valores del producto, utilizado los colores y el atrezzo adecuados, por encima de las modas y tendencias. Busca los valores atemporales.
La imagen de Zaragoza con la que se quedaría es el otoño en el rio, en la ribera, con su mezcla de verdes, marrones y naranjas.
Muchas miradas por descubrir
En pocas palabras, son cuatro formas de ver la fotografía, cuatro ofertas distintas, para todo aquel que necesite una fotografía de calidad o asistencia a la hora de hacerla. Para todos los demás, que disfruten “capturando momentos”, sacando selfies con amigos o que crean que tienen una mirada única, les animo a presentarse al Premio de Fotografía Internacional Jalón Ángel que se celebra cada abril en la Universidad San Jorge. Como dijo el fotógrafo Ansel Adams “El componente más importante de una cámara está detrás de ella”.
