Candela Ferrández, la ilustración como medio de aprendizaje

Victor Garcia Romano 2 julio, 2025
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La primera instrucción de uso de «el álbum ilustrado» que encontramos en el libro Cada uno ve lo que sabe de Piu Martínez y Anna Juan (GG) es; ‘Para leer imágenes hay que aprender a mirar’. Si además esa persona se dedica a crear (ilustrar) estas imágenes, estamos hablando de alguien que tiene una mirada especial, única. Como es el caso de la ilustradora, Candela Ferrández.

Como ella, encontramos un nutrido grupo de profesionales de este arte en Aragón. Desde ilustradoras que cuentan con una larga trayectoria a sus espaldas, como las que trabajan día a día para hacerse un hueco en el panorama editorial. Así podemos encontrar nombres como Ana Lartitegüi, Eva Armisén, Elisa Arguilé, Blanca Bk, Mamen Marcén, Vera Galindo, Beatriz Barbero-Gil, Vicky de Sus, Rosa Mai, Berta Maluenda o Anabel Juste.

Cada una de ella posee un estilo de dibujo propio y característico, elaborado con mucho cariño y dedicación. Esta magia que ellas destilan en sus dibujos hace que los libros o los álbumes ilustrados cobren vida propia y que a partir de ese momento el texto sea inseparable de las ilustraciones. Hacen que ya no puedas imaginar esa historia sino es con sus ilustraciones, con su forma de mirar.

Con un estilo sencillo, divertido, fresco y elegante destaca el trabajo de la ilustradora Candela Ferrández. Tras un periplo fuera de casa formándose y profesionalizando su trabajo en editoriales españolas y francesas, vuelve a tener Zaragoza como base de operaciones. Aprovechando su regreso le preguntamos sobre su trabajo y lo que piensa de la ilustración.

¿Recuerdas algún ilustrador/a de tu infancia que te fascinara?

Me encantaban los cómics de Tintín, Los pitufos, Johan y Pirluit, Astérix, Esther y su mundo, Valerian, Candy Candy, Ranma…  También tenía un libro de los hermanos Grimm, ilustrado y muy bonito, que releí un montón de veces y unos libros chulísimos de mitologías del mundo, con ilustraciones a todo color y algunas en plumilla que eran una maravilla.

Ah, y una colección de Libros Cliper de Plaza y Janés ilustrada por Stephen Cartwright: Brujas, Dragones, Hércules, Ulises, Jasón… Me encantaban. 

¿Qué es lo que más te gusta de tu profesión como ilustradora?

Ser ilustradora implica dibujar y leer, que son las dos cosas que más me gustan, y me permite trabajar tranquilamente en mi casa, en compañía de mi perra.

Además puedo organizar mi horario un poco como quiero. Siempre hay momentos de picos de trabajo, pero si te organizas bien, se llega a todo.

¿Tienes algún ritual cuando te pones a dibujar? y ¿alguna fórmula para conectar tu creatividad?

Lo primero que hago antes de empezar un encargo es ordenar la mesa. A los dos minutos de empezar a dibujar ya vuelve a estar hecha un desastre, y al terminar el encargo la vuelvo a ordenar.

Siempre hago los bocetos a lápiz, en papel, y lo primero que ataco es el diseño de los personajes. Además trato de documentarme bien, ya sea con libros de mi casa, libros de la biblioteca, mirando internet o, según el tema del libro que esté ilustrando, visitas a museos.

De los proyectos que has ilustrado ¿de cuál te sientes más orgullosa?

Una gran parte de mis encargos son libros de divulgación para niños pequeños. Hace poco he hecho uno sobre lombrices, que de entrada igual no es un tema muy atractivo, y creo que ha quedado muy bien. Muy mono, y a la vez fiel al contenido científico que trataba.

También tuve que ilustrar una doble página con un entrenamiento de rugby francés, y es un deporte del que no sabía nada. Desde que soy ilustradora he aprendido muchísimo sobre temas que ni te imaginas: insectos, la carrera espacial a Marte, los parques naturales de EEUU, animales de jardín, yoga para niños…

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado sobre ilustración? o ¿Cuál es el que darías tú?

Trabajé una temporada como gráfica textil, haciendo estampados, y Rocío, una compañera que era un encanto, y súper profesional, decía hay que dibujar con amor, que si no dibujas con amor se nota y no queda bien. Y tenía toda la razón.

Y si yo tuviera que dar un consejo, aconsejaría ser perseverante. Vivir de la ilustración es difícil. Hay que insistir y no desanimarse.

Normalmente haces trabajos por encargo, ¿tienes algún proyecto propio que quieras ilustrar?

Hace mucho que fantaseo con ilustrar algún cuento clásico, de Perrault o de los Grimm, al estilo de los libros de antes, con dibujos de detalle el línea en blanco y negro y con ilustraciones a toda página y a todo color. ¡Desde siempre me han encantado los cuentos de hadas!

Recomiéndanos un álbum ilustrado que te haya gustado últimamente.

Como novedad, hace poco leí Pez Culo, de Pauline Pinson y Magali Le Huche (editorial Litera) que me pareció muy mono y muy divertido, sobre un pez que se parece a un trasero, que lucha por ser tratado con dignidad.

Y como clásico, Babar, de Jean de Brunhoff, que es una auténtica maravilla.

¿Podrías hablarnos un poco del último proyecto que has realizado?

En España acabo de publicar ¡Soy una buena persona! de Patri Psicóloga y Pedro Herráiz, en la editorial Beascoa. Es un libro sobre valores que propone ejercicios en familia para poner esos valores en práctica. Los autores son muy majos y muy sensatos.

Y en Francia acaba de salir publicado el libro Le ver de terre (Milan éditions, textos de Stéphanie Ledu) del que antes te hablaba, y Je suis accro aux écrans, que faire? (éditions Auzou), un libro sobre cómo inculcar a los niños un uso razonable de las pantallas (me refiero a tablets, móviles, tele etc). La excesiva exposición a pantallas de los niños me parece un tema preocupante, así que estoy contenta de que me hayan confiado las ilustraciones.

¿Qué es lo que más te cuesta dibujar? y ¿algo que repitas mucho en tus dibujos?

Nunca he dibujado un estadio de fútbol y me da la sensación de que debe de ser bastante difícil.

Y algo que repito mucho en mis dibujos son los animales. Me encanta dibujarlos y he tenido la suerte de tener muchos encargos de libros de naturaleza.

¿En qué estás trabajando ahora?

Estoy a la espera de empezar dos libros de divulgación que además incluyen pegatinas, y una novelita para primeros lectores, muy divertida, sobre un lobo feroz que suplanta a una profesora. 

Mientras espero esos textos, tengo en la recámara un proyecto de cómic para niños con guion de Artur Laperla. Vamos a ver si lo sacamos adelante…  😉

Para finalizar tomaré prestada otra de las instrucciones de uso de «el álbum ilustrado» del libro Cada uno ve lo que sabe. En este caso la que dice ‘Leer un álbum implica acción y colaboración. Busca a alguien con quien leerlo y poned a funcionar manos, voces, oídos y ojos. El álbum es una experiencia para compartir’.

Creo que queda claro, así que corre a por un álbum de Candela, por ejemplo, y comparte la experiencia.

Autor: Victor Garcia Romano

Librero en El Armadillo Ilustrado y dibujante de cómic. Leo y dibujo todo lo que puedo, pero menos de lo que quiero. Organizo el ‘Festival de Fanzines’ y el ‘Mercado del Libro’ de Zaragoza.

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