En Zaragoza nos apasionan los helados. Todos compartimos recuerdos de verano en los que hemos disfrutado de una horchata, un granizado o de un cucurucho con dos bolas de helado. Detrás de esta delicia hay unos profesionales que se han pasado la vida buscando la receta perfecta y los mejores ingredientes para que podamos saborear de autenticas obras de arte.
En Made in Zaragoza hemos buscado qué sabores nos gustan más de las mejores heladerías que han nacido en Aragón.
Helados Los Italianos Fuoli
Paseo Independecia, 24 y 5 locales más
Sin duda, esta es la mayor cadena de heladerías que hemos tenido en nuestra ciudad. Hablar con Alfonso Fuoli es conocer una página de la Historia de Zaragoza del último siglo: “Mi abuelo llegó desde Alemania y abrió negocio en San Sebastián, pero unos conocidos les recomendaron que abriese una heladería en Zaragoza. Esto fue en el año 34, antes de la guerra”.
“Todas nuestras heladerías hacen helado artesanal. El secreto para hacer un helado de calidad es utilizar productos frescos, especialmente la leche, la mantequilla, la nata… y nuestras formulaciones, que son las típicas de Venetto y de Venecia, en las que prima el uso de huevos. Todos los helados se mantienen un máximo de 2 días”.
“Nuestro sabor estrella es la vainilla. Si quieres diferenciar si saben hacer bien el helado, pide vainilla”.
“Creo que las heladerías han ido evolucionando a espacios más pequeños. Para el año que viene, nuestro 90 aniversario, tengo planeado jubilarme, aunque Los Italianos seguirán”.
Presco
Francisco Vitoria, 32
Pablo Ortega está al frente de esta heladería «clásica y chiquitilla» que lleva abierta casi 4 decadas entre Camino de las Torres y Francisco Vitoria, donde muchos estudiantes hemos parado para tomar un café o el delicioso helado de ron y pasas.
Además de las trufas heladas, gofres y granizados, el sabor más demandado por los clientes es el yogur.
El secreto de su éxito es que casi todos los productos son de producción propia, con ingredientes de Aragón de primera calidad, realizados con cariño y con las cantidades suficientes.
A Tu Rollo
Calle Albareda, 3
Tras casi 5 años vendiendo helados de tipo tailandés hechos en plancha fría, Sofía Zambrano y su equipo se acaban de trasladar a la calle Alvareda. Han ampliado el negocio para crear una gran cafetería en la que sirven gofres, tortitas dulces y saladas y tostadas.
Entre todos los sabores artesanos hechos a mano, el más demandado es el bailys con cookies (“espectacular”). Pero los más jóvenes se decantan por el de Nutella con kínder bueno.
Piccola Italia
Independencia, 31
Desde la Sierra de Guara, en Bierge (Huesca) nos llegan las creaciones de Aitor Otín, incluido en la lista de los 13 heladeros de Excelencia de la revista Arte heladero, y ganador de un Sol de Verano de Repsol.
Entre los mejores sabores que podéis encontrar están el de regaliz de palo, el de chocolate y sal y el de uva Gewürztraminer. Mango y ron y pasas son otros de los sabores favoritos de los más golosos.
Ferrara
Paseo de Fernando el Católico, 14
Una auténtica joya en el Distrito Universitario. Carmelo Ortiz lleva desde los 13 años trabajando en el mundo del helado. A pesar de ser ingeniero industrial, decidió dedicarse a este sector hace ya 57 años, al que dedica cada mañana para crear sus deliciosos helados, granizados y horchata.
Del obrador de Ferrara son famosos los helados de cookies y oreo, pero también se venden muy bien la línea de yogur griego con maracuyá o mandarina, sin olivar a los clásicos como la vainilla, el turrón y la avellana.
Heladería Tortosa
Calle de Don Jaime I, 35
En 1935 un par de valencianos, Herminia y Teodoro, llegaron a Zaragoza para abrir una horchatería. Desde el 2006, lleva al frente del negocio Noelia Gericó, cuyo secreto para crear el helado artesano perfecto es cariño, tanto para la elección de los ingredientes como para el desarrollo de las fórmulas, y llevar cabo el proceso.
Entre su amplia oferta, se pueden encontrar alternativas para todo tipo de público: veganos, intolerantes a la lactosa, diabéticos. «En Zaragoza somos exigentes con la calidad, y seguimos pidiendo sabores clásicos, pero también pide sabores nuevos, lo que da mucho margen para la imaginación».
Los sabores estrellas son kínder (chocolate y White), sojanuez (sin lactosa), pero Noelia ya tiene dos novedades preparadas: chocohuete, mezcla de chocolate y cacahuete apto para todos los públicos, y un helado de tomate ecológico.
Este invierno tenemos novedades, ya que no van a cerrar, y podremos seguir disfrutando de sus helados, además de gofres y crepes.
Helados Italianos Aldo
Calle Don Jaime I, 9
Aldo Tonón estudió hostelería en Italia antes de asentarse en Zaragoza, primero en la calle Unceta y luego en Don Jaime, donde sigue trabajando artesanalmente para fabricar helado de primera calidad con ingredientes locales. Entre sus sabores estrella podemos encontrar stracciatella, trufa, regaliz, o jengibre con fresa, además de granizados, horchata y leche merengada.
40 años de experiencia avalan a esta heladería italiana. Sobre el futuro, nos cuentan que las heladerías artesanales siempre van a seguir, a pesar de la proliferación de franquicia y modas efímeras como las yogurterias.
«La gente quiere calidad, no es tonta, y en Zaragoza tenemos un buen nivel. Es fácil encontrar heladerías artesanas».
Heladería Zanellato
Calle Alfonso I, 21
Una de las heladerías mejor valoradas entre los usuarios, podemos encontrar todo tipo de dulces y el mejor café. Sus helados destacan por su espectacular presentación y las raciones abundantes.
Carlos Laraña lleva nueve temporadas al frente de esta heladería, que siguen las recetas de una familia italiana de artesanos. Todos los helados se realizan con ingredientes naturales y de la más alta calidad. Entres los sabores más vendidos están la stracciatella, la amarena y el pistacho. Simplemente espectacular.
Heladería Il Carretino
Avenida del Compromiso de Caspe, 105
Quedan pocos meses para poder ver a Ana María y a Carlos Ramón detrás del mostrador de una de las heladerías históricas de nuestra ciudad. En octubre se jubilan y tomará el testigo Leonardo, que ha cogido el traspaso de esta heladería que lleva 50 años en Las Fuentes.
«La base de un buen helado es seguir la receta de nuestros abuelos. Puede haber avances, pero lo más importante son las materias primas de calidad: un buen helado de turrón necesita buenas almendras, como se ha hecho toda la vida, y seguir las proporciones adecuadas: nata, leche y azúcar».
Los sabores clásicos de Il Carrettino son chocolate estilo kínder y el de chocolate con cacao aragonés. Además, los de galleta, stracciatella y algún sabor de nuestra niñez, como el tutti frutti, que no se pasa de moda. Todos los granizados, la horchata y la leche merengada se realizan a de forma artesanal.
Entre los más jóvenes, los sabores favoritos son de chucherías con colores muy vivos. Para los más mayores, se suele pedir el de mantecado, que se realiza con huevos frescos.
Heladería Tawhito
Arzobispo Morcillo, 16 y San Miguel 19
Esta es última adición a la lista. Ricardo González tuvo un día la idea de que en su barrio faltaba una heladería, por lo que aparcó momentáneamente su profesión de montador de muebles de oficina y, tras formarse en Madrid, se puso manos a la obra para abrir su primer local en la calle Arzobispo Morcillo. “Con ilusión, hemos conseguido afianzarnos”.
El concepto del local es muy novedoso. Entrar por el local es viajar por la Historia de los helados: carteles antiguos, lámparas en forma de cono y hasta una fresquera antigua. Todos estos tesoros los ha ido encontrando Ricardo en paginas de segunda mano.
Se puede encontrar todos los sabores tradicionales, pero destacan los más vendidos: caramelo a la sal, Lotus caramel y mantecado, que no es un sabor que se vea a menudo en Zaragoza, pero ha entusiasmado a los más golosos: “los clientes comentan que le traslada a su infancia”.
«El secreto de un buen helado es la cremosidad y que los sabores sean auténticos: “la gente quiere que el helado sepa, no pueden tener la sensación de comer hielo”.