Todos podemos hacer algo para cambiar y mejorar el mundo. Aunque sean gestos pequeños, todos tenemos nuestro impacto en el mundo, y de nosotros depende que este impacto sea positivo.
De entre los muchos pequeños lugares cercanos desde los que aportar acciones positivas a nuestro entorno está este de medicusmundi, el espacio Mundi.
Situado en la céntrica calle de Cinco de Marzo, a la entrada del histórico pasaje Palafox. Un escaparate desde el que podemos colaborar de muchos modos para, como objetivo de la ONG, lograr un mundo que prioriza a las personas por encima de la economía.
Hablamos con su responsable, Maite Muñoz Marco para que nos cuente todo sobre este solidario sitio.
Lo primero de todo, ¿qué es ESPACIO MUNDI?
«Es un lugar para la participación ciudadana de la ONGD medicusmundi, un lugar donde todas las personas pueden poner su granito de área para hacer del mundo un lugar mejor.
Se puede participar y colaborar de muchas maneras: haciendo un voluntariado, comprando Comercio Justo, participando en las actividades educativas: cuentacuentos, Teatro de Títeres, talleres de reciclaje…etc.
Es un espacio abierto para todas las personas.
El horario es de lunes a sábado y está ubicado en un lugar céntrico y muy accesible.»
En el espacio Mundi podemos encontrar productos de artesanía, de alimentación, moda o cosmética natural. El denominador común de todo lo que podemos adquirir aquí es que procede del comercio justo. Productos elaborados siguiendo unas premisas como pueden ser salarios dignos, no emplear menores como trabajadores, o que los beneficios reviertan en gran parte en el desarrollo de la comunidad.
Además tiene un espacio de BookCrossing en el que podemos intercambiar libros libres.
Otro de los productos que nos llama la atención es una pequeña colección de figuritas de Belenes, de distintas procedencias. Maite nos cuenta que muchos coleccionistas vienen todo el año a buscar nuevos belenes. Vemos uno completo dentro de una calabaza, con las figuras en miniatura. Otros son de trapo, otros de barro… mucha variedad, tanta como orígenes. Y es muy curioso ver las diferentes maneras de representarlo.
Además, el espacio Mundi no se olvida de los más peques. Ellos son el futuro y que desde pequeños adquieran conciencia les hará más solidarios y partícipes de la construcción de una sociedad más humana y más justa.
Por eso tienen un pequeño escaparate dedicado a ellos, y lo más importante, un completo programa de actividades lúdicas para que se diviertan y conozcan el mundo que les rodea.
Varios fines de semana al mes, normalmente en sábado por la tarde, se organizan actividades totalmente gratuitas. Hay títeres, cuentacuentos y talleres de reciclaje. Como están muy solicitados, la inscripción previa es recomendable.
En estas actividades los peques conocerán a los títeres de Mundinovi, varias marionetas, cada una con su personalidad. Hacen furor entre los peques por su simpatía. Tenemos por ejemplo a Lobita, Tucán o Rana.
Otro de los productos que podemos comprar en este espacio es la Mundibox, una caja regalo (para que regalemos o nos regalemos) que incluye experiencias. Podemos elegir de varios precios y podemos canjearla por opciones tan divertidas como entrada al Parque de Atracciones, un cumpleaños infantil, talleres de teatro. Hay para todos los gustos, edades e intereses, incluso la posibilidad de intercambiarlo por el dorsal de un maratón.
Con todo esto, ¿Cuál es el objetivo, u objetivos, de este centro?
«El objetivo principal es poder dar la oportunidad a la ciudadanía, a cualquier persona: infancia, juventud, personas adultas, tercera edad… de aportar, de hacer algo para cambiar las cosas, por hacer un mundo más humano, donde las personas sean lo primero.»
Maite nos cuenta que el espacio tiene una afluencia de público bastante dinámica y para acabar, le preguntamos cuáles cree que son las motivaciones de los visitantes y consumidores de este espacio.
Pues las razones por las que las personas vienen a Espacio Mundi son muchas, la principal sería esa ilusión por colaborar, por ser protagonista de un cambio en la sociedad, de una transformación social hacia un mundo más justo y solidario, también por darles a sus hijos e hijas un tiempo de ocio educativo que habla de valores universales como el respeto, la solidaridad, el cuidado al medioambiente, etc… y como no, porque los productos de Comercio Justo son de muy alta calidad, y claro, ¡¡están buenísimos!!»