Quedo con Sergio Muro en una cafetería de toda la vida de Zaragoza para hacerle la entrevista, nuestras vidas son tan ajetreadas, que por fin encontramos un hueco para charlar tranquilamente. Sergio es una persona inquieta, que siempre está perjeñando ideas, y una idea le lleva a la otra.
Hay pocas personas en el mundo de la cultura que no le conozcan, lleva años sacando adelante proyectos muy interesantes relacionados con el arte, la cultura, la inclusión social, y me temo que su cabeza va tan rápido, que sin acabar un proyecto ya está pensando en el siguiente. Fue todo un placer charlar con el.
Observando tu web, en tu caso, lo de artística multidisciplinar se queda corto, gestor cultural, performer, comisario de exposiciones, creador…. ¿cuándo te presentas a alguien y te pregunta a qué te dedicas qué es lo que le cuentas?
Para que no parezca pretencioso, suelo decir que soy hiperactivo y que hago de todo un poco. La verdad es que son actividades que se retroalimentan entre ellas, y tengo presente siempre esos tres pilares con los que me desarrollo como profesional y que suelo implementar en cualquier proyecto: gestión cultural, creación y docencia.
Hay momentos que me gustaría focalizarme solo en una de las actividades, pero es muy enriquecedor moverse en diferentes ámbitos. Soy una persona inquieta
Has comisariado varias exposiciones en museos de alto nivel, he visto que además estudiaste Historia del Arte, eres performer… ¿Cuánta importancia le das al arte en tu vida cotidiana?
Uno de mis libros dedicado a las performances que había realizado –a modo de retrospectiva- lo titulaba “La vida es una performance –hemos venido a trascender-“. Creo que te respondo a lo que indicas, no percibo la vida sin ese prisma.
De hecho, las constantes ideas que me surgen es porque no se separarlo, es inherente en mi. La verdad es que tengo facilidad para conectar ideas, y normalmente surgen del día a día (de una lectura, de un paseo, de descubrir a una persona, de una charla, de pensamientos …) y un proyecto me lleva a otro, una idea conecta con la otra.
¿Qué nos aporta, según tu visión, a un ciudadano medio, conocer y disfrutar del arte, de ir a museos, exposiciones, visitar lugares…?
Todo. Reflexión, convertirnos en ciudadanos críticos, fomentar nuestra sensibilidad, aprender y estar informado, estimular nuestros sentidos, evocar otros mundos, sentirnos humanos, deleitarnos, apreciar la belleza y las capacidades de los demás, que florezca nuestra creatividad, conocer otras culturas y formas de pensar para ser personas más abiertas y empatizar con lo que nos rodea.
El arte nos tiene que cambiar la mirada, hacer ver las cosas de manera distinta a las que percibimos. La cultura es el alimento de nuestro alma, lo que nos hace humanos, lo que nos hace conocernos. La cultura es un lugar de (des)encuentro. Y, además, la cultura nos aporta no morir de aburrimiento.
Cuando una lee todo tu curriculum en la web, hasta apabulla un poco, de todo lo que has hecho. ¿Cuál ha sido tu mejor experiencia, y ¿por qué?
He sido muy afortunado de poder desarrollar proyectos muy interesantes, donde he aprendido mucho, donde he podido compartir con otros profesionales experiencias únicas. Todas han sido claves para llegar hasta donde estoy ahora. En muchos casos un proyecto me ha llevado otro. Recientemente el haber podido llevar la colección de grabados de Fuendetodos al Festival de cine español de Nantes me hizo ilusión.
Como artista creo que crecí mucho cuando estuve un mes entero en el Centro de Historias trabajando diariamente con objetos que me acercaban los espectadores. Ese es uno de los proyectos de los que más orgulloso me siento, Vacio, espacio, lleno, se llamaba el proyecto. Fue todo un reto ya que la gente durante un mes, me traía objetos, y vinieron otros artistas, y habia que convertir todo eso al momento en una exposición.
¿Y cuál ha sido de la que te sientes más orgulloso y por qué?
El haber podido estado en ARCO, hacer murales para la Unión Europea, haber comisariado exposiciones de gran calado en el Instituto Cervantes… Pero si he de elegir algo en concreto el dirigir el festival inclusivo Una Semana de Locos, dando voz a personas con diferentes capacidades, y eliminando estigmas y prejucios sobre la enfermedad mental a través del arte.
Has escrito varios libros, háblanos sobre ellos y donde podemos encontrarlos
Todo este bagaje que mencionas lo he ido transmitiendo y plasmándolo, a modo de legado, en publicaciones. Desde un libro ilustrado dedicado al running y el concepto de vida de los corredores, que está agotado.
Hasta varios que he publicado con TEELL Editorial, que se pueden adquirir en su web y Amazon, además de la FNAC: “100 consejos para ser artista” donde de manera amena e ilustrativa planteo las partes que deben de potenciar muchos creadores que a veces obvian (gestión de su obra, presentación de los proyectos, marketing, contactos, etc).
El que he mencionado antes de “La vida es una performance”, con una selección de todas mis acciones artísticas en diferentes lugares, donde además de estar muy bien ilustrado con fotografías muy potentes, describo mis intenciones al hacer cada una de ellas.
Y el más reciente, “Rompiendo moldes: creatividad y performance en el aula”, donde plasmo todo lo que he ido aprendiendo en más de 20 años de docente (y creador). Mostrando que otra forma de educar y enseñar es posible dentro y fuera del aula. Donde la creatividad es esencial en todos los ámbitos personales y laborales.
Por lo que he leído, también has escrito tu propia obra de teatro, que estrenas ahora en junio en el teatro del mercado, el título es «Contemporánea – El éxtasis de la belleza… ¿De dónde surge la idea de este texto?
Si, estoy muy contento de haber estado recientemente a Dublín para escribir una obra teatral con una beca del Ministerio de Cultura. Además de que se vaya a representar en el Teatro del Mercado con unos magníficos profesionales, también se va a publicar con la editorial Zoográfico la obra, un ensayo, ilustraciones y un poemario dedicado a la belleza.
Es un tema que siempre me a acompañado de manera tangencial, pero que últimamente lo tenía muy presente porque con la era digital y las redes sociales percibía que ha habido un cambio de visión sobre qué es la belleza.
La obra va a sorprender a los espectadores y lectores, les va a hacer reflexionar realmente que es para ellos la belleza, y el mundo en el que vivimos.
De hiperactiva a hiperactivo, de donde sacas el tiempo para hacer tantas cosas, ¿te queda tiempo para dedicártelo a ti mismo, de qué disfrutas en nuestra ciudad?
Como todos, soy una persona de hábitos, y lo que me da equilibrio es hacer deporte y echarme una siesta. Creo que para mi es esencial para después tener esa energía que requiero para afrontar tantas cosas. Disfruto trotando con mis amigos y paseando con mi perra Lusy por la ribera, yendo a ver exposiciones, al teatro o a cenar con las personas más allegadas. El compartir pequeños momentos con las personas que quiero es la manera de cuidarme.
¿Alguna recomendación artística que no deberíamos perdernos en Zaragoza, museos, espacios, exposiciones…?
Zaragoza en sí es un escenario increíble para los que vivimos en ella y para los que la visitan. El patrimonio tangible e intangible –cultural, natural, gastronómico, fiestas, personas- que tenemos hace que sea una ciudad encantadora.
El Centro de Historias lleva desde hace años teniendo una programación muy variada y de mucha calidad, y es uno de mis referentes. Últimamente, me acerco mucho a la Galería Kafell, referente en artistas contemporáneos locales, y ahora con mucha obra de Víctor Mira.
La asociación Luna Roja, me parece muy interesante, lleva cierto tiempo programando talleres muy distintos a lo que ofrecen otros espacios, como de danza, performance, desarrollo personal. Y una joya que tenemos que poner en valor es el Museo Pablo Gargallo. Zaragoza está lleno de personas talentosas en distintos ámbitos y disciplinas, acontecen muchas más cosas de las que pensamos. Animo a todos a que indaguen bien, se sorprenderán.