Estamos tan preocupados por hacer, por mejorar, por innovar… que nos ponemos en esa rueda y ya no salimos.
Siempre digo que es fundamental parar y reflexionar, dejar de trabajar un momento, para pensar que estamos haciendo, por qué, para qué, cómo y con qué resultados.
La gente te dice que no para porque no tiene tiempo, pero la verdadera razón es que no quiere enfrentarse a su realidad del día a día y definir una estrategia, un cambio y una nueva forma de trabajar.
En el Workshop MIZ-Lab hemos tenido ese momento de parar y reflexionar con tres establecimientos muy diferentes:
- Flores El Eden, una floristería que nace con el nuevo barrio de Valdespartera y con él ha crecido, adaptándose a una clientela que compra flores para regalar y que empieza a comprar flores para disfrutar.
- Piccola, una tienda de ropa de mujer en la plaza San Pedro Nolasco que sorprende por su tamaño y la cantidad de propuestas que ofrece.
- La Botica de Raúl, mucho más que una herboristería, pues une a los productos clásicos, productos de tratamiento eco y los tratamientos, que son los que, de verdad, marcan la diferencia.
Y ¿para qué ha servido la reflexión?
- Primero para ser conscientes de lo que hacemos bien
- Segundo para ver dónde tenemos oportunidades de mejora
- Tercero para organizarnos y decidir por dónde empezamos a trabajar
- Y por último, no olvidarse de contarlo y contarlo bien
Ser conscientes de lo que hacemos bien
Siempre digo que cuando un establecimiento abierto al público sigue con vida es porque algo hace bien. Así que mi primera propuesta siempre es bucear por lo que hacemos bien, con el objetivo de analizarlo y si es posible, mejorarlo.
Lo que más me suele sorprender en esta etapa es lo poco conscientes que somos de lo que hacemos bien y por tanto, lo poco que lo comunicamos. Así que mi segunda propuesta siempre es ver cómo podemos comunicar eso que hacemos bien.
Buscar oportunidades de mejora
Es fundamental analizar los modelos de negocio para detectar las áreas en las que tenemos oportunidades de mejora. En pequeños establecimientos siempre me gusta comenzar por aquellas oportunidades de mejora que resultan más sencillas, bien porque son fácilmente implementables o no requieran mucha inversión o se prevean resultados rápidos.
La organización es la clave
Si comenzábamos diciendo que no se suele parar y reflexionar por falta de tiempo, pasar a la acción se encuentra con el mismo problema. Las personas detrás de un establecimiento de Made in Zaragoza son malabaristas y lo mismo compran, que venden, organizan, comunican, limpian, diseñan, etc.
Cuando tu tiempo es limitado hay que aprender a priorizar y saber qué tareas son más importantes que otras y por tanto, no sólo las haremos antes sino que les dedicaremos más tiempo.
Mientras no aprendamos esta lección y tratemos todos los asuntos por igual, las oportunidades de crecimiento se limitan, así que organizarse es tarea prioritaria.
Y no olvidar contar bien lo que haces
Y dentro de las prioridades, una de las fundamentales es contar bien lo que haces. Dirigido a tu público objetivo, creando una comunidad y explicando “tu día a día”, no sólo qué es lo que haces, sino el porqué has creado esta empresa y el para qué, qué es lo que buscan conseguir con ella.
Nos encanta hacer y nos cuesta contar y es un error porque tenemos que integrar el contar, como una de las cosas que tenemos que hacer ¿no os parece?
