
Cuando una entra en la oficina de Maximiliana lo que se respira es un aire juvenil y fresco. Y no es para menos, porque esta empresa está formada por seis jóvenes de entre 21 y 23 años, jovenes aunque sobradamente preparados. Un equipo polifacético formado por Jorge Terreu, Pedro Malo, Jorge García, Ioana Neagu, Raúl Sepúlveda y María Martínez.
Y es curioso, porque gente tan joven ha inventado algo para ayudar a los más mayores. Se trata de un dispositivo móvil para ayudar a las personas mayores romper la brecha digital a través del dispositivo maximiliana, un Smartphone con videollamadas que funciona completamente solo.
¿De dónde surge la idea de la empresa?
Todo empezó en el 2020, con toda la pandemia. Maximiliana comenzó con la propia abuela Maximiliana y su nieto Jorge, creando un dispositivo que le permitiera mantenerse en contacto durante la pandemia. Después del COVID y de colaborar con el hospital clínico de Zaragoza, el proyecto recibió una difusión nacional increíble en medios de comunicación y obtuvo inversión privada de Gabriel Alonso, consejero de Credit Suisse y vicepresidente del Banco Santander en Argentina.

Osea que os va muy bien la cosa…
Si, la verdad es que sí. Actualmente y después de 1 año de vida, tenemos más de 600 clientes por toda España, colaboramos con entidades públicas como ayuntamientos y hospitales y ya trabajamos 7 personas en nuestras oficinas en Zaragoza. Nos demandan desde todas partes de España, de momento la exportación fuera de España es posible, pero no es nuestro objetivo principal.
Sois gente muy joven, ¿eso os abre puertas de cara al exterior o todo lo contrario, al ser tan jóvenes la gente no confía en vosotros?
Creemos que nos abre puertas, la gente no suele ser muy reticente hacia un joven emprendedor, todo lo contrario, están muy ilusionados que jóvenes decidan comenzar una empresa y se busquen la vida para sacarla adelante.

¿Alguna anécdota de algún usuario de vuestros teléfonos que os sepáis u os hayan contado?
Algo muy reciente, nos vino a devolver un Maximiliana una clienta por que había fallecido el familiar que era usuario, como agradecimiento nos trajo una caja de bombones por todo lo que le había ayudado el dispositivo a mantenerse en contacto con su familiar, fue un gesto muy bonito que demuestra una vez más para qué se trabaja.

¿Con que soñáis, dónde os gustaría llegar?
Soñamos con que Maximiliana sea una empresa líder nacional, con un gran impacto social que beneficie la vida de las personas, y donde haya un ambiente de trabajo sano y agradable. Nos gusta llevarnos bien entre nosotros y pasárnoslo bien trabajando.
Desde Made in Zaragoza les deseamos toda la suerte del mundo, da gusto hablar con gente tan joven, tan ilusionada, trabajadora y emprendedora.
