Crónica de la gala de los Premios Feroz Zaragoza 2022, protagonizada por figuras de la industria y en la que no faltaron los guiños a la ciudad
Zaragoza quiere posicionarse en el panorama cinematográfico nacional. Dentro de sus posibilidades y con planes a medio plazo, como reflejan la Film Office y el Saraqusta Film Festival, estrategia acompañada de iniciativas encaminadas a obtener visibilidad mediante eventos. Los Premios Feroz celebrados el 29 de enero, que en ese sentido cogieron el relevo de los Forqué de 2019, entran dentro de esta segunda vía y convirtieron durante unas horas a la capital aragonesa en el escenario del cine español.
La IX edición de los galardones concedidos por la Asociación de Informadores Cinematográficos de España (AICE), colectivo al que pertenece parte del gremio crítico y periodístico, motivó la presencia de figuras como Javier Bardem, Luis Tosar, Javier Cámara, Eduard Fernández, Inma Cuesta, Najwa Nimri, Candela Peña, Leticia Dolera, Paco León, Ricardo Gómez, Roberto Álamo, Petra Martínez, Fernando León de Aranoa, Rodrigo Cortés, Icíar Bollaín, Marta Nieto, Yolanda Ramos, Ana Rujas, Elena Rivera, los Javis… Un perfil de asistentes que hizo disfrutar al público que se congregó fuera del Auditorio para ver la siempre magnética alfombra roja.
Los Feroz siempre remiten (por supuesto distancias al margen) a los Globos de Oro, en los que se inspiran claramente como indican la distinción entre drama y comedia, los galardones a la ficción televisiva o el concepto de gala-cena con mesas redondas, particularidad que se tradujo en un palmarés repartido. ‘El buen patrón’ y ‘Madres paralelas’, las grandes favoritas, obtuvieron tres premios cada una. En el primer caso, Javier Bardem como actor protagonista, mejor guión para León de Aranoa y mejor película de comedia; y en el segundo, Aitana Sánchez-Gijón como actriz de reparto, mejor música (Alberto Iglesias) y mejor cartel.
‘Maixabel’, de Icíar Bollaín, logró el galardón a la mejor película dramática así como el de actor de reparto (Urko Olazabal). Las grandes sorpresas fueron los premios al mejor director y a mejor actriz, que recayeron en Rodrigo Cortés, autor de ‘El amor en su lugar‘ y al que hay que reivindicar más, y en Petra Martínez por su papel en ‘La vida era eso‘. La veterana intérprete regaló además uno de los momentos de la noche con su discurso, que conjugó lo humorístico con la ruptura de tabúes al hablar abiertamente de la masturbación femenina en la vejez.
La ceremonia, en términos de entretenimiento tendente a lo irregular y presentada por el director Nacho Vigalondo y la cómica Paula Púa, deparó como mandan los cánones numerosos guiños a la ciudad anfitriona. Uno de los primeros, la mención de Vigalondo a los adoquines del Pilar, hacía temer un repertorio de tópicos algo rancios que señalan desconocimiento. No obstante, dentro de la superficialidad de lo políticamente correcto al referirse a Zaragoza en las distintas intervenciones de maestros de ceremonias y premiados, hubo alusiones a San Valero, a la singularidad de las calles de Valdespartera y se resaltó el significado de ‘Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza’ (la primera obra del cine español).
También se citó a Buñuel y a Segundo de Chomón (aunque fueran turolenses), detalle que se agradeció al igual que las dos veces en las que el guionista Diego San José, creador de la serie ‘Venga Juan’, gran triunfadora en su apartado (tres Feroz) junto con ‘Cardo’ (dos), se acordara del memorable gol de Nayim. El premiado también se refirió a las medidas del Pilar.
Asimismo, Paula Ortiz y Pilar Palomero, en compañía de otras directoras emergentes, entregaron el premio honorífico a Cecilia Bartolomé. Lo mejor de la gala en lo que a menciones zaragozanas se refiere fueron las reiteradas bromas de Vigalondo acerca del enorme tamaño y las características propias (microclima incluido) de la estación Delicias. «Es tan grande que algunos piensan que la estación de Zaragoza no está en Zaragoza. Es Zaragoza la que está en la estación de Zaragoza», señaló.