Este artículo no habría sido posible sin los poetas que he ido conociendo desde que regresé a Zaragoza en Septiembre, asistiendo a recitales poéticos que están al alcance de todos los ciudadanos puesto que se celebran en bares donde lo único que se paga es la consumición que cada cual se quiera tomar.
Mi primera incursión en este mundillo en auge de la poesía fue en noviembre, en la Slam Poetry de la Bóveda, un bar de albergue turístico donde la cultura tiene una programación semanal muy interesante, con especial espacio para los poetas aragoneses. Acudí a aquel encuentro con el fin de escuchar a poetas venidos incluso de Latinoamérica que pregonaban sus poemas bastante rompedores, pero me encontré con que la convocatoria estaba aún abierta y no había representación femenina, así que me atreví a rescatar dos poemas que tenía guardados en mi móvil para subir al escenario y, tímidamente, compartirlos. Que es el único objetivo de toda esta tropa de creativos que no para de aumentar.
El reconocido poeta José Malvís me escuchó allí y fue el primero que me animó a seguir creando y a participar más. Quedé con él para que me contara sobre el panorama poético local y me abrió un mundo en el que todos podemos entrar. De su mano fui al recital de jóvenes convocado en el bar El teatro de las Ánimas por la Asociación Degoyarte, que organiza también eventos poéticos en la Universidad.
La juventud se arriesga y se nota
Se notaba la juventud, como la notó la poetisa Bea Royuela en su trabajo de fin de carrera sobre los menores de 35 años que están destacando en Zaragoza. Ella subraya “que hay mucho trabajo detrás de Alberto Acerete (tiene un libro, «Yo quiero bailar», con la editorial La Bella Varsovia), Lucía Lizarbe (creo que no tiene nada publicado), Daniel Arana (tiene varios libros, es intimista y tiene muuuucho bagaje literario), y quizá Julio del Pino, Loreto Sesma y Daniel Arana”.
Echaba de menos que me recomendaran poetisas, pero he descubierto que las hay, empezando por mi amiga y escritora Carolina Millán, que publicó su poemario La estela de su deseo con Gráficas Editores, antes de publicar este abril su novela Pecado Capital, y recita con mucho estilo personal en todos los encuentros de la Asociación Aragonesa de Escritores que antes se celebraban en la Campana de los Perdidos y ahora en la Bóveda. Malvís me refiere a otras como Marta Navarro, Olga Bernar, Sandra Santana y Hermanas del Hambre, que son Elisa Berna y Charo de la Varga.
Los consagrados dan la nota (alta)
O sea, “que el panorama poético se está moviendo bastante en Zaragoza, con gente joven y no tan joven, nuevas editoriales y muchos recitales”, como dice Rafa Sanz, un poeta absolutamente original que conocí en el recital del Día de la Poesía en La Bóveda. Bajo su punto de vista, despuntan entre los grandes “Juan Leyva, Julio Donoso, José Gabarre, Fernando Vallejo y Ángel Guinda”. Éste, de hecho, me contó Malvís que tiene una glorieta en el Actur y otra calle en Madrid, así que tenemos a un aragonés reconocido a nivel nacional. También lo es Sergio Algora, que fue cantante del Niño Gusano y tiene un jardín ya en su nombre. Estos poetas consagrados el plantel nacional y algunos más son los elegidos por el Parnaso 2.0, “montado por el Gobierno de Aragón para hacer una antología de poetas aragoneses o residentes aquí, que, además, cuenta con una aplicación móvil que te manda un poema diario”, alaba José Malvís.
Muchos locales y encuentros poéticos
Ahora bien, hay muchos otros eventos más receptivos con bastante regularidad, como los de la Casa de Zitas, o, según enumera Sanz, “El Potemkin en el bar Coyote, Noches de Poemía en la Bóveda, Transversores en la Bóveda y algunos jueves en Las Armas”. Las convocatorias de Las Armas puedo dar fe de que tienen un alto nivel, pues fui una tarde a ver a dos poetisas de Castilla León y de Andalucía y no pude reírme más. Y es que no todo se va a quedar en Aragón, el intercambio mola mucho más.
De hecho, Malvís, vallisoletano que está tan adoptado por Zaragoza que ha entrado en la iniciativa docente Poesía para llevar (que impulsa a los estudiantes aragoneses a analizar la obra de un poeta cada mes), lleva desde 2014 organizando las tres ediciones de Vallagoza – Zaradolid. Este “exchange” consiste en que de 20 o 25 poetas de Zaragoza van a Valladolid a recitar, y al siguiente año vienen otros 20 o 25 de Valladolid a nuestra capital a mostrarnos su calidad. Este toma y daca fue pionero en esta década, luego le siguió el Antiaérea, que tiene lugar en la librería La Pantera Rossa, y lleva dos ediciones juntando de 6 a 8 autores.
Público de todas las edades que también recita
Pero por mucho que estemos abiertos, con los locales tiramos de sobra para disfrutar. Altercado Poético, gestionado por jóvenes, es un encuentro poético en la Bóveda al que no debemos faltar. Y es muy difícil ponerles falta a los asiduos del Cabaret Poético, que Fernando Gil Más y Luis Romero empezaron a mover en 2012 primero en La Campana y en los últimos años en el pub El Zorro, el primer miércoles de cada mes.
El poeta del pueblo Gil Más me explica que “la idea era y sigue siendo ofrecer un micro abierto a las artes escénicas, en especial la poesía, pero además hemos tenido música, danza y pintura en directo, acompañando a los poetas”. Y ésta es la parte que más nos gusta a ambos: “Aparte de los ‘parroquianos’, todos los meses viene gente nueva no sólo a escuchar, sino otra que se anima a subir a recitar por primera vez. No sólo poemas propios sino poemas de otros que les han marcado. Es la Fiesta de la Palabra. Y la palabra es Compartir”. Gente mayor que recita un poema que heredó de su madre por tradición oral, por ejemplo, qué maravilla. “Gente de todas las edades, géneros y condiciones; estudiantes, tunantes, currantes (no tantos, que el jueves madrugan) y jubilados. Y muchos de los que tenían prejuicios con la poesía se han dado cuenta de que hablamos en su mismo idioma, y les gusta y repiten”.
Me pasó la Antología del Cabaret que él mismo editó el año pasado con textos de 18 autores y autoras zaragozanos, y no le puedo felicitar más (lo podéis comprar en el Entalto, el Gallizo y el Vinagre Rock; bares de la Magdalena).
Poesía a la carta
Entre sus poetas recopilados, está Bea Royuelo, muy al alcance de la mano en mercadillos como el Placica Vintage, donde se pone con su máquina de escribir a componer poemas con lo que le pida la gente. Me comenta que no ha “publicado más que algún poemilla en alguna publicación conjunta y fancines, tengo un fancine autopublicado, pero es algo modesto. No tengo intención de nada más allá que eso”. Una pena, porque sabe transgredir los tópicos con bastante gracia. Lo de la máquina de escribir se realizó bajo el nombre de Versódromo en el festival Soñar2016, que el año pasado se celebró con bastante éxito de afluencia. Y deberían convocar muchos más, sobre todo porque, según Malvís, están muy abiertos a la participación popular, no sólo a los que ya tienen un nombre.
Para Carolina Millán es importante acercar la “poesía para todos los públicos”. “Aún así, creo que sigue habiendo una línea enorme entre aquella poesía de siempre con los grandes poetas aragoneses y esos jóvenes que, con una poesía más transgresora, tratan de hacerse un hueco; no siempre encuentran puertas cerradas, pero afortunadamente en la actualidad se está trabajando para la unificación de todos ellos. Creo que habría que hacer más colectivos los encuentros, aunque alguno ya se está abriendo”.
Las nuevas generaciones, entre la ruptura y el clasicismo
Coincido absolutamente con ella, y por eso estoy escribiendo este artículo, en que hay que darle mucha más publicidad a todos los encuentros, ambas los abriríamos a más sectores, no sólo aquellos amantes de la poesía. “La gente joven está interesada, y si trabajamos por que continúen y no se pierden las oportunidades que podemos brindar, tendremos nuevas generaciones de poetas aragoneses muy buenas dentro de unos años”. Yo le he visto bastante futuro al Sr. Punky, cuyos poemas conectan con la generación actual sin dejar de lado esa literatura que te toca el alma. Pero en varios recitales me ha chocado el clasicismo de muchos de los poemas elegidos por los que subieron a recitar, algunos propios, otros de sus referentes.
Coincido con Rafa en que “en cuanto a la ruptura con generaciones anteriores en la temática y estilo de los jóvenes, en general pienso que no la hay. Sólo en determinados casos aprecio una ruptura y cierto riesgo en nuevas propuestas. A mí, la verdad es que me sorprende que chavales jóvenes hagan poesía tan clásica”.
Quizá se explica porque la poesía “es una fórmula sobre todo de queja, de reivindicación en los más jóvenes, como ya lo fuera antaño en generaciones como la del 27”, apunta Carolina Millán, que concuerda con Juan Leyva en que la poesía aún es un género minoritario, a pesar del boom actual, pero ambos son optimistas. Más que nada, por lo que expone Leyva: “Es un formato que va muy bien con los nuevos tiempos. Las redes sociales como Facebook y Twiter ayudan a una comunicación intensa y breve, cuya difusión y reacción del «lector» es inmediata. Detrás puede haber una necesidad determinada de comunicación o de obtener cierto «crédito» en ese mundo poético donde el sentimiento se puede comunicar rápidamente, incluso los estados de ánimo”.
A Leyva le sigo en Facebook con devoción porque, afortunadamente, comparte su literatura de alto nivel con gran asiduidad. A su juicio, “el resurgimiento de la poesía viene dado (sobre todo entre los más jóvenes) por varios hechos: 1- La necesidad de comunicación en tiempos de crisis (social, política, de valores…) 2- La proliferación de eventos y lugares, que de modo más o menos espontáneo se han ido configurando (bares y asociaciones, cierto impulso desde el teatro y experimentación, cierta implicación institucional, sobre todo, con el cambio de gobierno y la difusión a través de espacios colectivos”.
Las editoriales también ponen su granito
También reseña la labor de las editoriales en general, y de las de nuestra tierra, como Olifante, que lleva años apostando por publicar a autores aragoneses fundamentales de la talla de “Ángel Guinda, Petisme, A. Castro, J. Jiménez, Carmen Aliaga, M. Forega, Ruiz Fleta, Elvira Lozano, Luisa Miñana o Carlota Únger”. Según su directora, Trinidad Ruiz Marcellán, “las ventas se han incrementado. Hay un importante sector de lectores de poesía”. En la misma línea que los demás, opina que “la gente joven suele escribir muy bien pero faltan poetas rompedores que hagan innovaciones formales y una palabra poética más creativa”.
Todo llegará. Conforme nos impliquemos todos, recitadores y receptores, la calidad literaria se elevará. Hay algo que puedo confirmar por mi propia experiencia, y es que cuanto más te expones, más ganas te dan de poetizar. Y, como espera Leyva, ojalá no sea sólo una moda más. “No todo lo que se hace llamar poesía lo es, pero es un camino para explorar, mejorar y descubrir a autores y autoras que han sido obviados y siguen presentes, y otr@s que nacen y tienen un pulso poético interesante”.
Más propuestas para ir tanteando
Podéis empezar, si queréis probar antes de salir a la calle a escuchar en persona, por el programa Con versos en la noche, que emite Tea FM on line, presentado por Mar Blanco con Fran Picón, una de las tres patas de Transversores, y uno de los fundadores del ciclo de poesía más antiguo de todos, Poesía para los perdidos, organizado por los poetas de la Asociación Aragonesa de Escritores, que cada mes se junta para ofrecer un recital en la Bóveda.
Espero veros por ahí, porque el momento que estamos viviendo es un lujo que no podemos dejar escapar.
Este artículo pertenece a la serie ‘A contracorriente: reencuentros con una Zaragoza cambiante’ en la que mostramos la visión de zaragozanos que han vuelto a la ciudad tras haber estado viviendo fuera durante años.
DESEARIA EDITAR- PUBLICAR 300 POEMAS-POESÍAS DE LOS 300 ARAGONESES ILUSTRES QUE TENEMOS EN ARAGÓN. MUCHOS DE LOS CUALES ES UNA PENA QUE PARA NOSOTROS Y NUESTROS NIÑOS (SOBRE TODO) SEAN IGNORADOS, TENIENDO MUCHOS CALLES DEDICADAS SIN SABER QUIENES SON. EN UN POEMARIO ESTIMULARÍA LA LECTIRA.GRACIAS.