36 años. Zaragozano. Javier Lapuerta es el cofundador y director creativo de Detalier, uno de los estudios de diseño gráfico más reconocidos de la ciudad. Después de darle un intento a la ingeniería electrónica, se dio cuenta que lo que realmente le apasionaba era el diseño gráfico y decidió cambiar de carrera (algo que recuerda como una de las mejores decisiones de su vida).
Tras terminar sus estudios en la antigua Escuela de Bellas Artes de Zaragoza en 2005, trabajó durante siete años en varias empresas de diseño.
Siempre había tenido en mente comenzar con su propio proyecto personal, pero nunca encontraba el momento. Hasta 2012, año en el que decidió fundar junto a Pedro Arilla Detalier, un estudio que ofrece servicios integrales de diseño gráfico y que le ha llevado a colaborar con algunos de los profesionales más destacados del sector.
Sin acomodarse en ninguna técnica ni estética, y siempre que sea posible con un toque de humor, Javier desarrolla un trabajo en el ámbito del branding, la cartelería, editorial, diseño web y la identidad corporativa visual de una gran calidad.
Detalier dio sus primeros pasos en el Vivero de Empresas de Zaragoza Activa y durante 3 años fue creciendo poco a poco. Allí contactó con excelentes profesionales con muchas iniciativas interesantes, lo que le hizo plantearse crear un espacio de coworking con empresas que le complementaran.
Desde que entró en el vivero trabaja con Haiku (comunicación y prensa) y más adelante se fueron uniendo al equipo Dosis VideoMarketing (edición de video), Asd Group (programación y desarrollo web) e Inés Garp (interiorismo y redes sociales).
¿Cuáles fueron los primeros trabajos como diseñador que sentiste más tuyos?
No recuerdo ninguno en particular, pero recuerdo la sensación de cuando entras a trabajar por primera vez en un sitio y te dan libertad para desarrollar un trabajo. Era una sensación de responsabilidad infinita, entusiasmo y canguelo… jajaja. Buff, de aquello hace ya mucho tiempo.
¿Nos llevan mucha ventaja otras ciudades como Barcelona o Madrid?
No creo que nos lleven mucha ventaja, aquí hay muy buenos diseñadores. Desde luego allí hay estudios mucho más grandes y con clientes enormes, el impacto que producen es mucho mayor. Yo creo que la ventaja que nos llevan Barcelona, Madrid o Valencia reside en el espectador, tienen el ojo más educado. Hay más cultura de diseño. El cliente valora más una buena imagen. En general, por supuesto.
Una de esas preguntas que siempre se suelen hacer, ¿qué tipos de cosas inspiran tu trabajo?
Pasear. Soy muy observador. Creo que se me ocurren más cosas paseando que en la mesa de trabajo. Siempre me llevo en la cabeza los trabajos que estoy desarrollando. También ayuda que mis aficiones, muy inspiradoras, giran en torno a mi profesión: música, fotografía o cine.
Tienes trabajos para editorial, cartelería, editorial corporativa… ¿Qué diferencias hay en la manera de plantearte esos trabajos?
Yo creo que hay pocas. El inicio de todos los trabajos comienzan con un buen briefing (a ser posible, jajaja), un papel en blanco y una lluvia de ideas. Creo que todos comienzan así.
¿Qué es para ti lo más importante a la hora de plantearte un diseño cuando te toca uno especialmente complejo?
La base es una buena planificación. Empezar por la base e ir construyendo siendo consciente de no dejarte ningún elemento. Un fallo o algo mal diseñado puede ser fatal y muy costoso, en horas y en dinero.
De los trabajos que has hecho hasta el momento, ¿cuáles son aquellos de los que te sientes más orgulloso?
Buff… Recuerdo con mucho cariño el diseño de la imagen para La Colaboradora. El diseño, pero también la ejecución del espacio junto a Pisa Moreno, fue bonito. En el estudio nos lo pasábamos muy bien diseñando los carteles de la Ley Seca. Otro del que estoy orgulloso es todo el diseño para mi editorial, Rasmia Ediciones.
Detalier Estudio Creativo
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