Isabel Neila es la representante de relaciones institucionales de Ayuda en Acción en Aragón desde 2015, además de coordinadora autonómica del programa de acción social Aquí. Dentro de este programa y en el marco de Mujeres en Acción se desarrolla el proyecto Hilvanando Culturas, Confeccionando el Futuro, del cual es responsable.
Isabel, tu eres la responsable del proyecto Hilvanando culturas, confeccionando el futuro, ¿qué es exactamente este proyecto?
Hilvanando culturas, confeccionando el futuro es un proyecto de emprendimiento social con el que, desde Ayuda en Acción, apoyamos a una treintena de madres y abuelas del alumnado de tres centros escolares de Zaragoza (CEIP Ramiro Soláns, Andrés Majón y Joaquín Costa), todas ellas en situación de vulnerabilidad socioeconómica.
A través de este proyecto de confección textil contribuimos a la generación de recursos económicos y personales en mujeres cuyo origen étnico y riesgo de exclusión las hace padecer graves situaciones de vulnerabilidad laboral y social. Los ingresos que consiguen contribuyen a mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias, aumentan también sus habilidades sociales y autoestima, y promueven la integración y la interculturalidad como herramientas de convivencia.
Hilvanando culturas, confeccionando el futuro se implementa en dos centros educativos de la ciudad de Zaragoza, CEIP Ramiro Soláns y CEIP Joaquín Costa, con la colaboración de la Fundación San Ezequiel Moreno y el apoyo del Centro Aragonés de Diseño Industrial (CADI) y de la Escuela Superior de Diseño de Aragón (ESDA). Además, tenemos el apoyo financiero de la Obra Social La Caixa, Benefit y el Ayuntamiento de Zaragoza.
¿Cuánto tiempo lleváis trabajando en ello y cómo surgió la idea?
Antes de 2013 Ayuda en Acción era una organización dedicada, casi exclusivamente, a la cooperación internacional para el desarrollo. En España realizábamos acciones de sensibilización y educación para el desarrollo en centros escolares. A partir de 2013 y debido a la difícil situación originada por la crisis económica y el aumento de las desigualdades sociales en el país, extendimos nuestro ámbito de trabajo a España con el programa de acción social aquí también.
Desde entonces, apoyamos a la infancia, adolescencia y familias en situación de vulnerabilidad apostando por el trabajo en red, la participación y el desarrollo integral de las personas.
Trabajamos desde los centros educativos y así fue como identificamos en el CEIP Ramiro Soláns a un grupo de mujeres que, con la ayuda de una monitora de confección, realizaban arreglos de ropa para sus familias y confeccionaban artículos domésticos como cortinas, cojines, etc. En definitiva, aprendían a coser para reducir los gastos en sus difíciles economías familiares. Desde el centro educativo nos solicitaron que les apoyásemos en este proyecto dotándolo de recursos de gestión y económicos, para que las mujeres pasaran de la confección para el ahorro familiar y en el hogar a la confección para la generación de ingresos. Y así fue como, en 2016, pusimos en marcha el proyecto tal y como lo conocemos en la actualidad.
He leído que tenéis a más de 30 mujeres de diferentes países implicadas de diferentes etnias y nacionalidades. Supongo que esto no es fácil de arrancar. ¿Cómo lo habéis hecho y como fueron los comienzos?
Sí, actualmente trabajamos con más de una treintena de mujeres de diferentes etnias y nacionalidades. Pero hay algo que todas tienen en común: su compromiso e ilusión. Para Ayuda en Acción, y para mí personalmente, son dos elementos fundamentales y el motor para movilizar y comprometer a otras entidades que nos apoyan y con las que trabajamos en red para hacer realidad este proyecto. Ejemplo de ello son los equipos directivos de ambos centros educativos, la Escuela Superior de Diseño de Aragón (ESDA), el Centro Aragonés de Diseño Industrial (CADI), la Obra Social La Caixa y el Ayuntamiento de Zaragoza y su coordinador de planes de barrio.
El proyecto entonces nació como un taller de costura pero en estos momentos, ¿es una cooperativa donde las mujeres en riesgo de exclusión social tienen opción, por lo que veo de encontrar un empleo y generar ingresos?
Efectivamente. El proyecto nació como un taller y hoy en día es un proyecto de emprendimiento textil con enfoque de género. Además, es un proyecto de innovación social y participación ciudadana pero no es una cooperativa, de hecho, en este momento estamos trabajando para concretar su identidad. Quisiera aprovechar para matizar la expresión en “riesgo de exclusión”; nosotros preferimos hablar de mujeres en situación de vulnerabilidad socioeconómica, que puede deberse a diferentes causas, y que en muchas ocasiones viene dada por las discriminaciones múltiples que sufren por su condición étnica u origen nacional.
¿Cuáles son los objetivos que tenéis con el proyecto? Y a largo plazo…¿ qué os gustaría conseguir?
A largo plazo nos gustaría que la marca HILVANA, desarrollada gracias a la colaboración de la ESDA, tuviera un lugar en el mercado con un valor diferencial agregado, que viene dado por su carácter social. Ello significaría que estas mujeres, que tanto trabajan para hacer realidad su sueño, tuvieran ingresos para apoyar económicamente a sus familias.
¿Dónde se venden los productos de Hilvanando? ¿Dónde los podemos conseguir?
Hilvana todavía no tiene producto propio como tal; este es uno de los retos que tenemos para el próximo curso escolar y al que estamos dando forma de la mano de la Escuela Superior de Diseño de Aragón tras la presentación de la marca en la II Aragón Fashion Week. Lo que sí hacemos desde hace un par de cursos son colaboraciones mediante pedidos. Así, hemos trabajado para el Festival Internacional de Danza Trayectos, para el Festival de Arte Urbano Asalto o para el Festival Ecozine, entre otros. Quienes estén interesados nos pueden encontrar o contactar a través del correo información.aragon@ayudaenaccion.org.
Como coordinadora del proyecto, ¿qué te llevas de todos estos años de trabajo, qué has aprendido?
Más que llevarme, traigo conmigo una ilusión constante alimentada y compartida por todo el equipo que conformamos este proyecto; y la certeza de que hay otros modos de hacer las cosas que emanan del afecto -que, como decía Benedetti, es revolucionario-, y que son el verdadero motor del cambio social.
Lo primero dar las gracias por estar y cuánto necesitamos de estos proyectos,vengo del reciclaje textil,llevo viviendo dos meses en Zaragoza,seria posible integrarme con vosotr@s? Gracias otra vez ,saludos,Encarna Catalán