Intervenciones efímeras en un espacio de tránsito
Cuando comenzamos a trabajar en el concepto del espacio expositivo Corner MIZ una de las primeras características que definimos (además de potenciar el arte de Zaragoza y fomentar la imagen de Zaragoza como ecosistema creativo) fue que las intervenciones que se iban a realizar fueran de carácter efímero, de modo que tuviesen un carácter único y una vida determinada por un periodo de tiempo. En febrero de 2014 se puso en marcha el proyecto y además de la fuerza que ha ido cogiendo a lo largo de estos meses, Córner MIZ ha puesto en valor ese carácter efímero del arte.
La idea de la fugacidad, de la temporalidad, de la vida y la muerte, de lo efímero es un tema que ha sido recurrente a lo largo de la historia del Arte, desde sus inicios y que quizá haya tomado más importancia durante las últimas décadas, en las vanguardias artísticas de los años 60 y 70 y sobre todo con el profundo desarrollo experimentado por el llamado arte urbano. Muchos son los artistas actuales que trabajan de un modo cercano el tema del tiempo, de lo efímero y que desarrollan sus obras bajo las características de la fugacidad.
Los artistas seleccionados para participar en el proyecto Trans Social Express, además de trabajar en la línea conceptual y social del ciclo, han adaptado sus propuestas a lo efímero. Las cuatro intervenciones realizadas hasta el momento son obras específicas (site specific) realizadas para un espacio concreto, Córner MIZ, concebidas para desaparecer ya sea en el propio espacio como carácter propio de la obra o una vez finalizado el tiempo expositivo. Son diferentes las aproximaciones de cada artista al concepto de lo efímero pero son iguales en cuanto a su fin.
La primera intervención fue realizada por Víctor Solanas-Díaz, una instalación de Tape Art realizada con cinta adhesiva amarilla y negra utilizada para advertir peligro. El artista modificó el espacio físico de Córner MIZ realizando una re-arquitecturización e introduciendo todos los elementos físicos dentro de la obra, recreando una serie de ritmos matemáticos. El material que utiliza Víctor Solanas-Díaz en sus obras es cinta adhesiva que pega sobre la pared y retira una vez acaba la exposición. Un material no perdurable en el espacio que le confiere ese carácter efímero del que estamos hablando.
Como comentamos en la explicación de su obra en Córner MIZ, Víctor trabaja de un modo reflexivo donde la propia acción de montaje tiene un fuerte carácter artístico -performativo- pero además, el desmontaje, la desinstalación de la cinta adhesiva que realiza también funciona como performance. Si el montaje tenía un fuerte carácter matemático, pautado y totalmente milimetrado, en el desmontaje el artista da rienda suelta a la acción, al gesto, como en una suerte de action painting con cinta adhesiva. Es una experiencia verle trabajar en este proceso creativo -inverso- de desaparición de su obra. La materia que elimina de la instalación efímera, a veces, se transforma en escultura, iniciando una nueva vida en otra obra.
La segunda intervención fue realizada por Yann Leto con pintura acrílica directamente sobre la pared. Su obra fue una reinterpretación del Movimiento feminista ucraniano FEMEN en el que invertía significados para sorprender al espectador al alterar supuestos políticos y sociales. La obra de Yann Leto se caracteriza por su contundencia y por ser próxima al graffitti en ciertos aspectos; al igual que el Arte Urbano esta intervención en Córner MIZ sobre la pared fue creada para desaparecer. Unas obras ocupan el espacio de otras, se superponen creando una especie de estratigrafía pictórica. En este caso, el artista concibió la obra como efímera porque tras un periodo de exposición pública desaparecería dejando únicamente los registros fotográficos y videográficos como recuerdo. Una obra ideada para desaparecer. En este caso, la obra fue eliminada por una capa de pintura blanca que la borró, limpiando la superficie para la siguiente obra.
La siguiente intervención fue realizada por Gema Rupérez, una obra efímera doble realizada con pan. Esta instalación de un fuerte compromiso social fue realizada en el exterior (en un solar urbano abandonado), creando las palabras que dan título a la obra con pan y fotografiando el proceso de destrucción exterior. Posteriormente, la obra fue reproducida tambien con pan en el interior, dejándola expuesta y dejando que los factores externos a la obra interviniesen sobre la propia materia de la obra.
Esta intervención -al igual que otras obras de la artista quien trabaja de modo contínuo con la idea de tiempo, vida y muerte- fue ideada en origen como una obra efímera debido a su concepto: el pan que hoy tenemos y que mañana posiblemente ya no. La comida es efímera, como lo es la materia con la que está realizada: el propio pan. Es una obra creada para que el tiempo actúe sobre ella y la modele, modificando su aspecto y así ocurrió en Córner MIZ. El pan fue desapareciendo lentamente hasta que el tiempo borró el significado y las propias letras de la obra culminando el proceso de existencia de la obra.
La última obra realizada hasta el momento, fue creada por Luis López. Una obra realizada con cinta adhesiva de varios colores en las que el artista jugaba con la ilusión óptica y la perspectica, donde una imagen distorsionada tomaba forma y se recomponía desde un único punto visual. Este recurso óptico ha sido usado de forma mas o menos frecuente a lo largo de la historia del Arte y en la actualidad está siendo usado desde el arte urbano hasta la publicidad en televisión. Luis López le introduce el concepto de temporalidad al crear una obra específica para un lugar concreto que desaparecerá cuando acabe su tiempo expositivo. En este caso la obra está pensada para desaparecer por el plazo temporal y para dejar paso a la siguiente obra, como las obras de arte urbano desparecen dejando lugar a otras nuevas.
De estas obras efímeras, solo nos queda el recuerdo y la documentación, ahora veamos las siguientes intervenciones que pasarán por Córner MIZ.
Fotografías: zarayorkers