Helena Santolaya (Zaragoza, 1957) es como ella misma se define «una artista de andar por casa». Formada en Filología Hispánica en Zaragoza y en Bellas Artes en Cuenca desarrolla un trabajo en el que trata de eliminar las fronteras entre lo literario y lo artístico y se caracteriza por lo doméstico y lo cotidiano. Para ella, el ámbito doméstico es perfecto para el encuentro y para el suceso de cosas extraordinarias dentro de la cotidianidad.
Ahora, ha realizado una intervención de carácter efímero titulada «Verbos irregulares» dentro del programa Córner MIZ que se está desarrollando durante este 2020 bajo el título «Autoficción y otras narrativas personales» .
La instalación está compuesta de dos piezas de carácter textil y textual colocadas a modo de libro abierto en el espacio. El libro es muy importante para Helena, ya sea el libro en un sentido puramente objetual o en un sentido de transmisor de conocimiento y como contenedor de historias y significados. De hecho es tan importante que lo ha trabado plásticamente ya en anteriores ocasiones. Además, ha publicado dos libros con sendos premios literarios.
La pieza central de la intervención «Verbos irregulares» representa un libro de tela abierto a doble página del que se han arrancado varias páginas según podemos apreciar. La segunda pieza representa una página suelta, presumiblemente de ese libro, colocada escrupulosamente en la pared y enmarcada por el arco de ladrillo.
Con la intervención «Verbos irregulares», Helena Santolaya nos presenta la metáfora del libro abierto al que se le han arrancado las hojas y enfatiza la parte ausente. Unas hojas arrancadas que ya no están en el propio libro, jugando con dos conceptos opuestos: presencia y ausencia.
En detalle, vemos que el texto de las páginas de este libro no es legible. Tanto la ilegibilidad textual como el humor son dos conceptos de gran importancia para la artista. Su formación académica le descubrió la ilegibilidad como recurso literario y artístico y aquí lo utiliza como protagonista plástico junto al concepto de libro. A la artista le gusta jugar con los textos, con las palabras y con las grafías y tranformarlos en dibujos y en grafismos que queden fuera de una interpretación legible. Y es que las grafias, las letras son representaciones gráficas con un significado.
Pero en esta obra, vemos que el texto del libro son palabras y letras ilegibles. Helena Santolaya ha escrito, o más bien dibujado, unas palabras sin significado aparente. Ha eliminado el significado y les ha dejado la representación externa, su apariencia, su dibujo.
Este juego de crear dibujos textuales, de palabras despojadas de significado, tiene también mucho que ver con el humor y esto también es un recurso creativo muy importante en su obra artística.
La intervención tiene ese aspecto casi artesanal que la artista confiere a sus obras y una gran presencia escénica. Esta obra se puede visitar en el espacio Córner MIZ (Zaragoza Activa, C/ Mas de las Matas, 20) hasta el 9 de octubre en horario de 09:00 a 21:00h de lunes a viernes.