En el pintoresco barrio del Casco Viejo de Zaragoza, el segundo domingo de cada mes cobra vida un mercadillo único en su esencia: La Almoneda. Ubicado en La Vecinal en C/ San Pablo 23, este mercado se ha consolidado como un punto de encuentro para los amantes de las curiosidades, las antigüedades, la artesanía y, como bien dicen sus organizadores, «cosas bizarras».
«Nos gusta el mundo de lo curioso y crear curiosidad, nos gusta lo raro», explica uno de los responsables del mercadillo. Y es que, en La Almoneda, lo diferente y lo que se sale de la norma no solo es bienvenido, sino que se celebra. Desde grabados medievales en madera y papel, hasta ropa de segunda mano, pasando por ilustraciones únicas, ropa vintage y piezas decorativas con historias que contar, este mercado es una invitación al descubrimiento.
Un mercado con alma de barrio
Lo que hace especial a La Almoneda no es solo su oferta, sino su espíritu comunitario. Los organizadores, entre los que se encuentran artistas plásticos, ilustradores y diseñadores, son personas pertenecientes al barrio que conocen y valoran el encanto de San Pablo. «Mucha de la gente que viene también es del barrio. Vienen a estar un rato con nosotros y a pasar un rato agradable», explican con orgullo.
Entre los puestos destacan nombres como Óscar Obanuk, un artista plástico apasionado por las creaciones únicas, la ilustradora y diseñadora Nuei de nupos, y las dos Gracias, Marta y Odre, quienes ofrecen ropa y accesorios de segunda mano, trayendo consigo la nostalgia de otra época. Todos los vendedores comparten una filosofía común: hacer accesible el arte y la curiosidad a precios populares. «Nunca nos ha gustado aprovecharnos de la gente con precios altos. Hay que generar un beneficio, pero sin querer aprovecharse», aseguran.
Un futuro prometedor
Con una base sólida y una comunidad que apoya y disfruta de su propuesta, La Almoneda mira al futuro con entusiasmo. Entre sus planes, destaca la reapertura del espacio rotativo, una iniciativa que busca dar cabida a más artistas y creadores para seguir enriqueciendo la oferta y sorprender a los visitantes con propuestas nuevas en cada edición.
La Almoneda no es solo un mercadillo, es una experiencia. Es un paseo por lo diferente, un lugar donde las historias cobran vida a través de objetos y donde los vecinos encuentran un punto de encuentro para compartir y disfrutar.
Así que, si buscas algo más que un mercado, una dosis de creatividad y un buen rato en el corazón de Zaragoza, marca en tu calendario el segundo domingo del mes y déjate sorprender por el encanto único de La Almoneda.