Elisabeth G. Iborra es periodista y escritora, con 18 libros publicados, uno de ellos el bestseller «Anécdotas de enfermeras«, que sale relanzado con edición ampliada de Emergencias este 2019. Además, participa en el proyecto Amalgama Escritores, una agencia en la que dos autores con 20 años de experiencia en el sector literario escriben libros para gente que quiere publicar su historia pero no tiene tiempo o cree que no es capaz.
Asegura que sólo sabe escribir con pasión de lo que experimenta y observa, y es lo que hace en sus artículos de Made in Zaragoza.
Empecemos por lo elemental: ¿por qué decidiste ser periodista?
Porque era la única profesión que me podía permitir saciar mi curiosidad innata por todo tipo de temáticas.
¿Escribías cuando eras niña?
Más bien leía y leía, tanto que mis padres me tenían que obligar a apagar la luz para dormir a las tantas de la madrugada, desde bien chiquitita. Supongo que esa base ha sido decisoria en que acabara siendo escritora, por derivación lógica.
¿De dónde viene tu querencia por el periodismo?
Amo el periodismo porque es fundamental para la democracia y la justicia social que la población esté informada de forma que forme su propio criterio y pueda votar con conocimiento de causa.
¿Cómo empezaste en el periodismo?
Empecé trabajando en Radio Euskadi en informativos y magazines y en El Mundo, donde cubría básicamente terrorismo y la bazofia de política que se hace en este país. Por eso decidí pasarme a los temas sociales y culturales.
¿Al principio de tu carrera encontraste alguna dificultad añadida por ser mujer?
En absoluto. Yo siempre me he sentido igual a los hombres y me he presentado así ante mis jefes, que me han respetado y valorado como profesional independiente que les daba su opinión sin miedo, ni a no ser escuchada ni a que me despidieran. Entre otros motivos porque ser freelance da mucha libertad.
Desde tus inicios has trabajado en distintos lugares y hablado sobre temas muy variados. ¿Cómo ha cambiado tu mirada en esa larga trayectoria?
Me he hastiado de denunciar en vano problemáticas sociales como el racismo contra los inmigrantes y las muertes en el Estrecho, la miseria y la explotación que llevan al tráfico de drogas y de personas, la desigualdad entre mujeres y hombres, etc. Siento que, en 20 años que llevo ejerciendo el periodismo, apenas ha cambiado nada y que, además, a la mayoría de la gente no le importa nada más que su propia vida y su bienestar. Así que ahora me dedico a escribir sobre esos temas que les van a permitir disfrutar y ser más felices, o sea, de gastronomía, de viajes, de enología, de sexología y de cultura.
Todo el mundo está hablando del final del periodismo, ¿cuál es tu opinión? ¿Crees que nos acercamos a ese final o es algo que solo afectará a algunas empresas del sector que van a desaparecer?
Yo soy muy purista, creo que hay que mantener los valores básicos del periodismo, esto es, la información veraz y contrastada; así como la ética y la deontología que han de regir toda comunicación. Creo que están cambiando los soportes y las formas de lectura, y que los medios que se queden anquilosados en el conservadurismo morirán de hambre y asco cuando se vayan muriendo sus lectores si no se acoplan a las nuevas tecnologías y la inmediatez que conllevan.
¿Estamos desinformados sobre grandes sucesos, acontecimientos históricos, y a la vez saturados de información banal?
Si miras las noticias más visitadas de los medios digitales, te pegas un tiro, como periodista por lo menos. Te elaboras un reportaje de investigación brutal y la gente ni lo lee, prefiere leer sobre cotilleos y superficialidades varias. Y no se da cuenta de que, con esa morralla, la distraen de los temas verdaderamente relevantes que le afectan en su vida personal.
Para terminar, te voy a decir unos nombres relacionados con el periodismo para que me digas una frase de ellos:
Rosa María Calaf
Un referente serio de corresponsal incuestionable.
Maruja Torres
Sus columnas de opinión me cambiaron la vida y, al principio, marcaron mi estilo. Luego ya creé el mío propio.
Julia Otero
Mi presentadora de radio favorita, con diferencia, una maestra.
¿Entre las jóvenes generaciones de periodistas qué valores señalarías?
Pues a mí me dan lástima, la verdad. Les han tocado tiempos muy crudos para vivir de esta profesión. Les explotan como becarios y después les pagan unas tarifas exiguas que actualmente sufrimos todos, jóvenes y veteranos, pero por lo menos nosotros tuvimos una época de vacas gordas que nos permitió saber lo que es cobrar dignamente por nuestro trabajo.
